El próximo 28 de mayo, más de 36 millones de ciudadanos están llamados a las urnas. Pero no todos los ciudadanos van a votar lo mismo ni van a encontrar las mismas urnas en el colegio electoral. ¿Y esto por qué pasa? Vamos a explicarlo.
Empecemos por las elecciones autonómicas. Más de 18 millones de electores deberán votar los parlamentos de 12 comunidades autónomas y de las 2 ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. 

En este caso, no votarán los ciudadanos de las denominadas comunidades históricas: Catalunya, Euskadi y Galicia. Ni tampoco los ciudadanos de Andalucía ni de Castilla y León. Las cuatro primeras regiones llevan procesos electorales distintos por cómo sacaron adelante sus estatutos de autonomía en la Transición (Catalunya, Euskadi, Galicia y Andalucía). Mientras que en Castilla y León se debe al adelanto electoral que hubo en 2022.

¿Por qué no ocurre lo mismo en Madrid, que también adelantó las elecciones en 2021? La razón es su Estatuto de Autonomía, que establece que, aunque haya un adelanto electoral, se deberá respetar el tiempo natural de la legislatura originaria, que empezó en 2019 y termina este año. 

Pero en el 28M no solo se eligen a los representantes de Ayuntamientos y Municipios, también se escogen a las Juntas Generales de Territorio Histórico de las tres provincias de Euskadi (Araba/Álava, Bizkaia y Gipuzkoa), los Cabildos Insulares canarios, los Consejos Insulares de Ibiza, Mallorca y Menorca y el Consejo General de Vall d’Aran, en Lleida. 

Esto explica por qué unos ciudadanos encontrarán más o menos urnas en el colegio electoral. Otros ciudadanos deberán votar las entidades de ámbito territorial inferior al municipio (EATIM), que son unidades locales que se ubican en zonas rurales o en pequeñas poblaciones, que se localizan en provincias como León, Burgos o Cantabria.