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Villarejo anotó en su agenda que la cúpula policial escondió las pruebas robadas a Bárcenas
Las 13 agendas incautadas al comisario Villarejo en 2020, y que el juez Manuel García Castellón no ha ordenado verificar, parecen aportar datos sobre la operación Kitchen que involucran a más policías aún no imputados y que ya han dado su testimonio con obligación de decir verdad en la comisión de investigación del Congreso de los Diputados, como el jefe de gabinete del número dos de la Policía, José Ángel Fuentes Gago, quien sería el supuesto custodio del material robado al extesorero del PP.
Patricia López
Madrid-Actualizado a
Las agendas incautadas en la casa del comisario José Manuel Villarejo Pérez en 2020, tres años después de su detención, no dejan de dar sorpresas, a pesar de que su credibilidad está en entredicho al poder haber sido modificadas durante el tiempo que estuvo en la cárcel de Estremera (cuando se apenaba de que sus únicas armas era "un boli y un papel"). Pero hasta que el juez Manuel García Castellón decida cotejarlas, seguramente a petición de alguna acusación, y mientras Asuntos Internos de la Policía siga realizando informes basados en extractos de esos 13 cuadernos que comprenden espacios temporales entre 2007 a 2017, defensas y acusaciones toman nota de lo escrito dándole veracidad.
Una de estas anotaciones, realizada a principios de junio de 2015, aportaría más datos sobre quiénes estaban al tanto sobre la denominada Operación Kitchen, orquestada al margen de la ley para robar pruebas al extesorero del PP Luis Bárcenas, y que podrían guardar parte de ese material hurtado. Concretamente, entre otro material, serían supuestamente dos grabaciones de Bárcenas: una al entonces presidente Mariano Rajoy, y otra a su antiguo amigo y exsecretario general de los populares, Javier Arenas. Tales grabaciones nunca fueron entregadas ni al juzgado ni al grupo policial de la UDEF encargado de la causa, como ha reiterado el inspector jefe Manuel Morocho, en varias declaraciones tanto ante el magistrado García Castellón como recientemente en la comisión Kitchen del Congreso de los Diputados.
Las anotaciones de una de esas agendas, datada en 2015, señalan al que fuera director adjunto Operativo (DAO) del Ministerio de Interior Eugenio Pino y a su mano derecha, José Ángel Fuentes Gago, como otras dos de las personas que habrían tenido en su poder el material robado a Luis Bárcenas. Y asientan las acusaciones contra el exsecretario de Estado, Francisco Martínez; el chófer de Bárcenas y actual policía, Sergio Ríos; el comisario Enrique García Castaño y el también comisario Andrés Gómez Gordo, así como a la exsecretaria general del PP y exministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. De todos ellos, el único que aún no está imputado es el exjefe de gabinete del DAO, Fuentes Gago.
"Lo que quitaron a L.B está en el despacho de GAGO. Este verano lo va a copiar"
El 8 de junio de 2015 tiene varias anotaciones relacionadas con la Operación Kitchen. En primer lugar apunta "ANDY COSPE", lo que significaría que Villarejo habría hablado con su compañero Andrés Gómez Gordo, quien fue director de Documentación [Seguridad] en la Junta de Castilla-La Mancha, quien le habría transmitido las inquietudes de su 'jefa', María Dolores de Cospedal. El mensaje era: "Estaba preocupado con la evolución de todo. Quiere darme datos de interés. Avisarle".
Prosigue con una anotación sobre el jefe de gabinete de Eugenio Pino, que es quien elabora el informe de compatibilidad de Villarejo en 2015 dando el visto bueno a sus actividades privadas. Sobe él apunta el comisario actualmente acusado por cohecho: "GAGO/ Sigue muy a favor mío y muy preocupado por mi. Me vuelve a insistir en que cuide el tfno".
Entremedias, tiene un hueco para atender al abogado e hijo de policía David Macías, que en ese momento estaba personado en la causa del pequeño Nicolás como letrado de la asociación que utilizaba Villarejo para personarse como acusación popular, pero ejerciendo de defensa encubierta (como hizo en otras ocasiones, como en el caso de la Policía Municipal contra la exlideresa del PP Esperanza Aguirre, en el caso Campeón contra el socialista José Blanco, o en el caso Castor contra el empresario Florentino Pérez). En este caso, queda patente la connivencia con los abogados del presunto estafador: "DAVID/ Envió a Víctor Sunkel copia de denuncias".
Y finalmente vuelve a hablar o a recordar el asunto relacionado con el emisario de Cospedal, Andrés Gómez Gordo (Andy), sobre el que apunta: "ANDY COSP/ Lo que quitaron a L.B está en el despacho de GAGO. Este verano lo va a copiar. CHISCO fue quien ordenó que dejara yo los contactos con SERGI [el chófer de Bárcenas, Sergio Ríos Esgueva]. BIG [el comisario Enrique García Castaño] es el puto amo".
"Gago me hace una copia"
Un año después, en junio de 2016, cuando la comisión judicial de la causa del pequeño Nicolás entrega el informe sobre la grabación ilegal realizada al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) al juez Arturo Zamarriego y a los investigadores de la causa del presunto estafador (que solicitaban la detención y la entrada y registro de la cúpula de la Policía y de siete periodistas), todos se ponen en marcha, desde el secretario de Estado, Francisco Martínez, hasta el consejero de Atresmedia Mauricio Casals, el director de La Sexta Antonio García Ferreras o la presentadora de las mañanas de Telecinco, Ana Rosa Quintana, pasando por Villarejo, Pino, Gago, García Castaño.
Las anotaciones de esos días hablan de que Gago le entrega a Villarejo por dos veces la copia de una grabación. Público no ha podido confirmar si se trata de los audios robados a Bárcenas que se guardaban en el despacho del jefe de gabinete de Eugenio Pino o si era la grabación al ministro del Interior Jorge Fernández Díaz en su despacho (que grabaron ellos, como ha reconocido el propio comisario García Castaño en la comisión de investigación del Congreso de los Diputados, y que por aquellas fechas llegaron a este periódico).
En la grabación del extitular de Interior que se puede escuchar en Público (pinchando aquí), y que fueron entregadas a la fiscalía y al Congreso, se percibe a Daniel de Alfonso, exdirector de la Oficina Antifraude catalana, antes de entrar al despacho de Fernández Díaz. Según reconoció De Alfonso en su momento, lo único extraño es que poco antes le había dado su teléfono a Gago para que le hicieran una revisión por si estaba pinchado, al igual que explicó el comisario Marcelino Martín Blas tras ser grabado reunido con el CNI.
Así, Villarejo apunta en su agenda sobre Gago: "Entrega de copia. Está decidido a dar caña a Marce [por el excomisario de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas] y a Rubén [el inspector, jefe de la investigación]. Van a personarse todos como afectados".
A los pocos días, Villarejo vuelve a escribir: "GAGO/ Entrega de nueva copia. Dice que va a ir a tope contra Marcel y Rubén. Sabe el tema de Oli", en referencia a José Luis Olivera, en ese momento director del CITCO (Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado) y que aspiraba a ser DAO después de Pino.
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