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Con Colau sí se puede

En Comú Podem gana las elecciones en Catalunya y suma 12 escaños y casi el 25% de los votos. ERC supera a CDC en el duelo de las formaciones independentistas, pero el partido de Artur Mas pierde la mitad de los diputados que tenía CiU en 2011. PSC y PP sufren un fuerte descalabro y se quedan sin la mitad de su representación, mientras que la irrupción de Ciudadanos es mucho menor de la prevista.

Ada Colau valora los resultados en la estación del Norte, en Barcelona. EFE/Marta Pérez

MARC FONT

BARCELONA.- La victoria de En Comú Podem y el segundo lugar de ERC han dado la estocada definitiva al bipartidismo tradicional en Catalunya, constituido por PSC y CiU. Ambas formaciones habían copado los dos primeros lugares en las elecciones generales -con la única excepción de los comicios de 1979, cuando la UCD de Adolfo Suárez superó a la formación de Jordi Pujol y sólo se vio superada por los socialistas-, pero en esta ocasión se han visto relegadas al tercer y cuarto lugar, con el matiz de que CiU ya no existe y que su principal integrante, CDC, ha concurrido bajo la marca Democràcia y Llibertat.

Como en el conjunto del estado, Ciudadanos ha sumado un resultado muy inferior al que predecían todas las encuestas, quedándose en cinco diputados, los mismos que ha obtenido también el PP. Y, como pasó en las elecciones catalanas del 27 de septiembre, Unió Democràtica de Catalunya (UDC) -el socio menor de CiU- no ha obtenido representación parlamentaria.

Con un participación del 71%, que ha subido seis puntos -por encima de la media estatal- el vuelco electoral en Catalunya es de unas dimensiones mucho más colosales que en el conjunto de España. En 2011, CiU sumó 16 escaños y más de un millón de votos (el 29,35% del total), mientras que ahora Democràcia y Llibertat se ha quedado en ocho diputados y 560.000 votos (el 15,1%). El PSC ha pasado de 14 a ocho diputados y ha perdido casi 350.000 sufragios, mientras que el PP ha bajado de 11 a cinco representantes, con el 11,1% de las papeletas, tras perder nueve puntos y 300.000 votos.

En cambio, ERC ha más que doblado los menos de 250.000 votos de 2011, para llegar a 600.000 (16%) y sumar nueve escaños. Y, finalmente, entre las nuevas formaciones, Ciudadanos se estrena en el Congreso con cinco diputados y 485.000 votos (13,1%) en Catalunya y, sobre todo, En Comú Podem irrumpe con doce representantes, fruto de los más de 920.000 sufragios que ha recibido, el 24,7% del total.

La candidatura de confluencia de la izquierda partía de los 280.000 votos (8,1%) que consiguió ICV-EUiA en las generales de hace cuatro años y ha conseguido más que triplicar unos resultados con la suma de los nuevos actores, Podem y, fundamentalmente, Barcelona en Comú. Tras el fiasco de las elecciones al Parlament del 27-S, en las que Catalunya Sí Que es Pot (CSQP) concentró sólo 11 de los 135 diputados de la cámara autonómica, la decisión de la formación liderada por Ada Colau de involucrarse en la candidatura, y de liderarla, ha sido un factor decisivo que explica, en parte, su victoria.

Mientras que el 27-S la propuesta de celebrar un referéndum para decidir el encaje territorial de Catalunya resultó claramente perdedora en un contexto plebiscitario, ahora la misma apuesta -con un apoyo mucho más creíble por parte de Podemos, eso sí- ha resultado claramente ganadora. En Comú Podem ha conseguido representación en las cuatro provincias catalanas y en todas ellas ha superado el 15% de los votos, por lo que podrá formar grupo parlamentario propio en el Congreso, uno de sus objetivos.

“Esto sólo es el principio”

Con la victoria ya confirmada, han comparecido los principales candidatos de En Comú Podem. El cabeza de lista, Xavier Domènech, ha recordado que “cuando empezamos esta aventura nos dijeron que seríamos quinta fuerza y dijimos que ganaríamos, y hemos ganado”. El candidato también ha destacado que con su victoria “ha ganado el sí a los derechos sociales, a la democracia real, al derecho a decidir y al referéndum” y ha añadido que “en el Estado español siete millones de personas han votado a favor del derecho a decidir de los catalanes”. Finalmente, Domènech ha afirmado que las elecciones han abierto “unos nuevos tiempos constituyentes” en los que “está claro” que “lo que decían que no era posible, tendrá que ser posible”.

Junto al cabeza de lista ha hablado Ada Colau, que estaba visiblemente emocionada y que cerraba simbólicamente la candidatura. La alcaldesa de Barcelona ha tenido un papel clave en la campaña, básicamente por su gran capacidad de movilización y para llegar a amplias capas de la población, y ha proclamado que siente un “grandísimo orgullo de la gente de abajo, de la gente invisible, de las mujeres, de les migrantes, de las precarias, de las trabajadoras, de las parada, y de que contra todo pronóstico y sin ningún poder fáctico a favor nuestro hemos ganado en Catalunya”. Colau ha avisado que “hemos venido para quedarnos y esto sólo el principio de cambios todavía mayores. Hemos venido para hacer una revolución democrática y ahora la ciudadanía tiene que ser la protagonista”.

Minoría independentista, mayoría soberanista

Menos de tres meses después de las elecciones autonómicas los catalanes han vuelto a pasar por las urnas y una de las lecturas obvias de los comicios generales era comprobar el grado de apoyo que conservaban las fuerzas independentista. A pesar de que no se trata de comicios equiparables y que la CUP, por ejemplo, ni tan siquiera concurría a las generales, la conclusión es que ERC y CDC no han sumado conjuntamente 17 de los 47 escaños catalanes y conjuntamente han sumado 450.000 votos menos que los obtenidos por su coalición, Junts pel Sí, el 27-S.

Una de las cuestiones a resolver los próximos días es si estos resultados tienen alguna incidencia en las negociaciones entre JxSí y la CUP, ya que la formación de la izquierda independentista decidirá el domingo en una asamblea si acepta o no investir a Artur Mas como presidente de la Generalitat. El 20-D ha debilitado a CDC, que ahora lo tiene más complicado para presentarse como la mayor formación independentista, tras quedar por detrás de ERC.

Con todo, los catalanes ni mucho menos ha dado la espalda al soberanismo, sino que este se ha decantando hacia la izquierda y hacia la reclamación, de nuevo, de celebrar un referéndum para solucionar el conflicto catalán. Y es que esta era, precisamente, la gran apuesta de En Comú Podem, que con sus 12 escaños eleva la mayoría soberanista a 29.

Por el otro lado, los partidarios de mantener el actual statu quo territorial han pasado de sumar 25 escaños en 2011 a 18. La razón es que que el descalabro de PSC y PP -que han perdido conjuntamente casi la mitad de sus diputados- no ha sido compensado por la irrupción de Ciudadanos.

Siguiendo la tónica de los últimos comicios, los socialistas han marcado su peor resultado en unas generales -hasta ahora su mínimo eran precisamente los 14 diputados de hace cuatro años-, mientras que el PP no se movía en unas cifras tan bajas desde 1989 cuando sacó cuatro escaños, uno menos que ahora. Ciudadanos, por su parte, no ha conseguido mantener el apoyo del 27-S, cuando se acercó a los 740.000 votos (17,9%), ni tan siquiera ha cumplido las expectativas de las encuestas -ni del sondeo a pie de urna- con un resultado que puede considerarse un fracaso: cinco escaños y 485.000 sufragios.

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