Este artículo se publicó hace 2 años.
Colombia también aplicará impuestos sobre las grandes fortunas a su 1% de superricos
Inna Afinogenova
Madrid-
La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, parece estar empeñada en lograr que la gente eche de menos a Boris Johnson. La que llegó ondeando la bandera del nuevo thatcherismo, en unos días hundió la libra esterlina a sus valores más bajos desde los años 70 del siglo pasado y aumentó la ventaja de los laboristas sobre el partido conservador hasta unos 33 puntos. Todo por querer rebajar los impuestos sobre las rentas altas del 45% al 40%, en un intento de la mayor bajada de impuestos en medio siglo.
Finalmente, no se concretó porque hasta los mercados quedaron convulsionados ante las dudas sobre la capacidad del país de asumir la deuda pública. Este lunes, el ministro de Economía Kwasi Kwarteng asumió el error diciendo que ese plan era una distracción y que han escuchado a la gente. No sabemos si a la gente o más bien a los mercados, que suelen ser mejor escuchados siempre, pero bueno de momento los ricos de Reino Unido que ganan más de 170.000 euros al año seguirán pagando un 45% del impuesto sobre la Renta.
Aquí termino con el Reino Unido y voy a cruzar el charco para hablar de un país donde los ricos no están muy acostumbrados a pagar demasiado y el mero hecho de plantear una reforma fiscal para corregir esa anomalía enfrenta críticas feroces de los ricos y de los medios que los blindan.
Hablo de Colombia y la reforma fiscal de Gustavo Petro. Antes de explicar en qué consiste, recordemos que las históricas protestas de Colombia del año pasado fueron desencadenadas, principalmente, por la reforma tributaria de Iván Duque a la que tuvo que dar marcha atrás luego de días y días de manifestaciones por todo el país.
El promedio de recaudo de América Latina es de 27,3% del PIB, mientras que en Colombia es del 19,7%.
Evidentemente, Colombia viene necesitando una reforma fiscal desde hace tiempo, evidentemente, necesita recaudar más. Es el país que menos impuestos recauda entre las economías medias y grandes de Latinoamérica. El promedio de recaudo de América Latina es de 27,3% del PIB, mientras que en Colombia el porcentaje es de 19,7%.
Iván Duque lo quería solucionar cargándolo sobre los hombros de los de siempre: de los nadie, de los pobres. Su proyecto de reforma fiscal establecía mayores impuestos a las clases medias y bajas, así como un cobro de IVA de 19% sobre los servicios públicos.
Al día siguiente de asumir la presidencia, Petro presentó un nuevo proyecto de reforma fiscal. Su objetivo consiste en recaudar un 1.72% del PIB adicional (unos 5.500 millones de euros) anuales. Es una suma similar a la que proponía la reforma de Duque el año pasado. Ahora adivinen cuál es la diferencia entre dos enfoques.
Estos montos los pretenden sacar de los superricos. El sistema tributario colombiano es muy complejo, lo que está sujeto a impuestos son los salarios, y muchos de los superricos los tienen bien modestos. Los superricos son súper listos también, así que en ocasiones llegaban a tributar menos que un asalariado de clase media.
Ahora, van a tener que pagar impuestos no salariales: sobre la renta, sobre el patrimonio, sobre los dividendos, donaciones que reciben... La cantidad que tendrán que contribuir depende del tamaño del patrimonio. La iniciativa, según sostiene el ministro de Economía, apunta a unas 34.000 personas que no contribuyen lo suficiente.
El impuesto salarial también aumentará en un 2% para los que perciben más de 2.400 euros al mes. El aumento del recaudo no solo vendrá de nuevos impuestos, sino también de la eliminación de las exenciones que usan miles de colombianos, sobre todo los más ricos, para evadir el pago de impuestos. Se eliminarán los tres días sin IVA establecidos por Duque, se aplicará IVA a productos importados.
La reforma se basa en tres pilares: equidad, eficiencia y progresividad, y su objetivo es reducir la pobreza extrema y la desigualdad. Lo que se recaude será asignado a políticas públicas: a la educación, y la lucha contra el hambre. El hambre no es un problema menor para Colombia. Según el Instituto Nacional de Salud, en el primer semestre del 2022 un menor de cinco años estaba siendo diagnosticado con desnutrición aguda cada media hora. Más de 160 niños muertos en lo que va del año, por desnutrición.
Allá donde quieras llevar la plata, el impuesto seguirá siendo mayor que el que tendrás que pagar en Colombia, salvo si es un paraíso fiscal. Sigue Petro en esta entrevista dando clase al periodista explicando que en el mundo actualmente hay miles de millones de personas pasando hambre. En esta crisis que estamos viviendo Colombia no es el único país que se plantea aplicar impuestos a las grandes fortunas.
Y mientras hijos de paramilitares condenados marchan en contra de esa reforma, y los grandes medios les siguen la corriente, algunos de los multimillonarios colombianos sí apoyaron el proyecto. Dos personas, exactamente. De las 34.000 que según el ministro de Economía tiene Colombia.
Una de esas dos personas es Jaime Gilinski, el tercer hombre más rico del país, cuyo hijo es dueño de la revista Semana. En una entrevista a El País dijo que una reforma fiscal era necesaria para Colombia. Otro, el banquero David Vélez, el segundo superrico del país, dijo una cosa tan revolucionaria como que el que gana más tiene que pagar más. Dos chiflados que salen en medios como eso, como chiflados. He aquí un nuevo capricho que tienen esos ricos: apoyar la iniciativa de pagar más y disminuir la desigualdad.
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