Hoy vamos hacer un mapa para explicar cómo se estructuran las cloacas en nuestro país. Vamos a explicar cuáles son las principales dimensiones a través de las que operan y dar algunos nombres propios. 

En primer lugar, tenemos las cloacas policiales.

Su máximo representante es el ex comisario José Manuel Villarejo, que hizo una fortuna, exactamente 20 millones de euros, vendiendo información, generalmente adulterada, a políticos, empresarios y medios de comunicación. Actualmente está en prisión provisional sin fianza. 

Otro miembro destacado de la cloaca policial es el ex número dos de la Policía Nacional, Eugenio Pino. Pino, fue el encargado de montar la conocida como "policía patriótica", un grupo de agentes que tenía como objeto actuar contra los rivales políticos del PP durante el gobierno de Mariano Rajoy bajo las órdenes del ministro de interior, Jorge Fernández Díaz. En los audios filtrados la semana pasada por Crónica Libre, Villarejo reveló que Pino fue el origen de la información publicada por Okdiario sobre la falsa cuenta de Granadinas que acusaba a Pablo Iglesias de recibir dinero de Maduro. 

Otro alto mando policial involucrado en la cloaca es Andrés Gómez Gordo. Este comisario al servicio del PP estaba a cargo de, entre otras cosas, pagar los sobresueldos con fondos reservados al chófer de Bárcenas en la operación Kitchen para que saboteara la investigación de la caja B del Partido Popular. 

Tanto es así que el que fuera ministro de interior durante el gobierno de Mariano Rajoy, el ultracatólico y miembro del Opus Dei Jorge Fernández Díaz, pasará a la historia como el ministro de la "policía patriótica". Bajo su mandato, se creó una estructura policial paralela, dirigida por el ya mencionado Eugenio Pino, cuyo objetivo era obstaculizar las investigaciones sobre la corrupción del PP y perseguir a sus adversarios políticos. 

Algunos de los ejemplos de los trabajos que realizó la brigada patriótica durante el mandato de Díaz fueron el informe PISA contra Podemos, la cuenta fake que atribuyeron al entonces alcalde de Barcelona Xavier Trías. 

Otra persona clave para entender la cloaca política es la ex ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. Cospedal se vio obligada de hecho a dejar la política después de que salieran a luz unas conversaciones entre ella, su marido, Ignacio López del Hierro y el excomisario Villarejo. 

El 3 de junio de 2021, en el marco del caso Kitchen, Cospedal y su marido fueron imputados por los delitos de cohecho, malversación y tráfico de influencias por la Audiencia Nacional. Sin embargo, finalmente el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, exculpó tanto a Cospedal como a su marido de todos los cargos. 

Una de las piezas clave para el funcionamiento de esta cloaca judicial es presuntamente el juez Manuel García Castellón. Desde que regresó a la Audiencia Nacional, este magistrado ha sido señalado en varias ocasiones por ordenar sobreseimientos de forma precipitada. Entre sus "logros" se encuentran: quitar a Pablo Iglesias la condición de víctima en el "caso contra Dina";  zanjar la investigación de la caja B del PP; sacar de la cárcel al expresidente madrileño Ignacio González; o librar a Cospedal de sentarse en el banquillo. 

Otro juez muy mencionado cuando se habla de cloacas es el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. Andreu aparece en varias de las conversaciones filtradas en el marco de la investigación al ex comisario. En concreto, unos audios filtrados por 'El Món', revelan que Villarejo confesó a Andreu que la cuenta del ex alcalde de Barcelona, Xavier Trías, en Suiza era falsa.

Por último, siempre ha llamado la atención la buena relación del ex juez Baltasar Garzón con Villarejo. Su despacho de abogados ya monopoliza la defensa de los principales acusados de la policía patriótica. Entre sus clientes se encuentran los agentes con mayor peso en la operación Tándem, más allá de Villarejo: el ex número dos de la policía, y urdidor de la policía patriótica, del que hemos hablado antes, Eugenio Pino y los comisarios Enrique García Castaño y Carlos Salamanca. 

La Audiencia Nacional investiga la relación de importantes empresas del IBEX 35 con Villarejo. Durante este proceso ha imputado a cuatro compañías del índice bursátil y a más de 30 altos directivos y ex directivos, acusándoles de delitos de cohecho, revelación de secretos y corrupción. Entre ellos se encuentran cuatro grandes prohombres hasta ahora intocables: Francisco González, expresidente del BBVA; Ignacio Sánchez-Galán, presidente de Iberdrola;  Isidre Fainé, expresidente de Caixabank; y el actual presidente de Repsol, Antonio Brufau. 

La avanzadilla del periodismo de las cloacas es Eduardo Inda. El director de OkDiario, y principal destinatario de las informaciones de Villarejo, ha publicado informaciones falsas como el informe PISA, el caso contra Dina o los más recientes montajes contra los equipos del ministerio de Igualdad. 

Y en esto tiene una gran responsabilidad el director de La Sexta, Antonio García Ferreras. Siempre ha presumido de su amistad con Inda, que siempre ha contado con espacio en su tertulia política 'Al Rojo Vivo' y en 'La Sexta noche' para contar sus "exclusivas". Y, tal y como hemos conocido recientemente a través de las conversaciones filtradas por Patricia López, Ferreras tuvo un papel fundamental a la hora de difundir y legitimar información falsa fabricada por Villarejo y el hampa policial para desacreditar a Podemos. 

Otra periodista a la que se ha relacionado con las cloacas es Ana Rosa Quintana. La periodista intermedió presuntamente para contratar a Villarejo para librar a su marido, Juan Muñoz, y a su hermano, Fernando, de una deuda mediante una operación de chantaje.

Y por último, otro personaje clave en esto es el director de La Razón y directivo de Atresmedia, Mauricio Casals. Casals, apodado por el exdirector de El Mundo David Jiménez como "El príncipe de las tinieblas", siempre ha operado en las sombras. Casals intercambiaba SMS con el ex tesorero del PP Luís Bárcenas y, a pesar de ser conocedor de la financiación irregular del partido, su periódico La Razón decidió no publicarlo. Casals actuó de intermediario entre Rajoy y Villarejo, y prueba de ello son las conversaciones filtradas que lo sitúan junto al excomisario y otros miembros de la cloaca policial.