El debate presupuestario de 2024 es mucho más que una reflexión acerca de cuál es la mejor política económica para el ejercicio anual; es un debate sobre qué modelo de economía regirá la legislatura. Si la envergadura de una negociación de Presupuestos es grande en sí misma, en esta ocasión las dos formaciones que componen el Ejecutivo, el PSOE y Sumar, se juegan el proyecto del Gobierno de coalición en España y en Europa.

En 2020 la pandemia de la covid-19 sacudió el mundo en un terremoto que también tuvo un fuerte impacto en la economía. La Unión Europea abrió un profundo debate acerca de cuál debía ser la salida a esta situación sobrevenida y España apostó por un modelo basado en la economía expansiva y la protección social, familiar y laboral a través de los denominados escudos sociales y de políticas como la de los ERTE.

Europa optó por la suspensión de las denominadas reglas fiscales y puso en marcha un modelo de inyección de fondos comunitarios (los denominados Next Generation) para ayudar a las economías más afectadas y generar oportunidades de transformación de las más frágiles en momentos de incertidumbre.

Casi cuatro años después, la UE protagoniza un nuevo debate sobre cómo poner fin al modelo iniciado en 2020 para recuperar las reglas fiscales suspendidas, y la austeridad que vertebró la salida de la crisis financiera iniciada en 2008 vuelve a aparecer en el recetario.

Es en este contexto en el que el PSOE y Sumar deben decidir qué camino tomará el Gobierno de coalición, y son los Presupuestos de 2024 los que marcarán el camino. No sólo a nivel estatal (el ámbito donde se aplicarán las políticas económicas aprobadas), sino también en el europeo, ya que los PGE mandarán un mensaje a la UE, como en su día sucedió con las cuentas de 2021.

El eterno debate entre ingresos y gastos

Los de Pedro Sánchez y los de Yolanda Díaz iniciarán esta semana la negociación de los Presupuestos, después de que Sumar haya remitido a los socialistas un documento con una serie de propuestas que abarcan desde la política fiscal hasta la puesta en marcha de medidas de cuidados y sanitarias pactadas en el acuerdo de coalición.

Para Sumar, "hay un debate abierto en Europa sobre si va a volver el ajuste o no, y creemos que es el momento de seguir protegiendo a las familias y de que la política económica se siga basando en una fuerte inversión, porque estamos en mitad de una transformación de nuestro modelo productivo".

Los de Díaz son conscientes de que la vuelta de las reglas fiscales europeas es prácticamente una realidad, pero consideran que eso no tiene por qué definir que la política económica que elija el Gobierno a nivel estatal sea de contención del gasto.

"Si Europa pide volver a unos ciertos márgenes, el debate se sitúa en cómo volvemos; en la crisis de 2008 se optó por una austeridad que, además de provocar sufrimiento, se demostró del todo ineficaz desde el punto de vista económico. Ahora toca hablar de que para estar dentro de unos márgenes, por ejemplo de deuda, igual hay que revisar nuestro modelo de ingresos, la fiscalidad y su progresividad", trasladan desde el partido.

Durante la negociación del acuerdo de coalición, los de Díaz ya pidieron hacer permanentes los impuestos extraordinarios a la banca y a las energéticas (que continúan teniendo cifras récord en sus beneficios). Finalmente el documento rubricado por el PSOE y Sumar recoge el compromiso de "revisar y readaptar" los tributos cuando expiren "para que sigan contribuyendo a la justicia fiscal".

El futuro de los impuestos "extraordinarios"

Sobre el otro gran impuesto temporal, el de "solidaridad" de las grandes fortunas, la referencia en el acuerdo de coalición es hacer una "evaluación con el objetivo de avanzar hacia una nueva tributación de la riqueza en el marco del modelo de financiación autonómica para acabar con la competencia fiscal desleal entre territorios".

Los de Díaz creen que el despliegue de los Presupuestos de 2024 es una "gran oportunidad" para poner en práctica estas medidas en materia fiscal y para abrir otros debates como el de la evolución de un impuesto de sucesiones y donaciones que ha perdido mucha capacidad recaudatoria de grandes fortunas (debido a las bonificaciones del PP en los territorios en los que gobierna desde mayo del pasado año); o el de los beneficios de las grandes superficies de alimentación en un contexto de alta inflación.

Europa deberá resolver su debate acerca de la recuperación de las denominadas reglas fiscales, y España marcará su posición como país en la elaboración de los Presupuestos para el 2024. La batalla entre la vuelta a la austeridad y el mantenimiento de una política expansiva que priorice la inversión social se libra en todos los frentes.