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¿Qué dice el informe de los expertos sobre el Acuerdo de Claridad que defiende Aragonès?

El documento plantea cinco posibles referéndums acordados no necesariamente sobre la independencia como vías de resolución al conflicto político, si bien sus autores sitúan como preferencia una votación sólo en Catalunya. Las alternativas son unas elecciones plebiscitarias o un acuerdo político entre las instituciones.

16/10/2023 - Pere Aragonès amb els membres del Consell Acadèmic sobre l'Acord de Claredat.
Pere Aragonès con los miembros del Consejo Académico sobre el Acuerdo de Claridad. Bernat Vilaró / ACN

Medio año después de ponerse en marcha, el consejo académico que asesora al Govern sobre el Acuerdo de Claridad ha terminado su informe, que ha entregado este lunes por la mañana en una reunión con el president, Pere Aragonès. El documento es un ejercicio teórico que bebe de la política comparada de otros conflictos territoriales. Y plantea cinco fórmulas de referéndum acordado -pese que no necesariamente se votaría sobre la independencia, también podría ser sobre un nuevo encaje de Catalunya en el Estado- y dos mecanismos alternativos para resolver el conflicto político. Aragonès ha dejado claro que su apuesta es celebrar un referéndum acordado que pregunte explícitamente sobre la independencia de Catalunya.

El trabajo realizado por el equipo de expertos liderato por el politólogo Marc Sanjaume admite que el encaje jurídico sería uno de los escollos a superar de un hipotético referéndum. En este sentido, recuerda la jurisprudencia contraria a los referéndums secesionistas que ha fijado el Tribunal Constitucional a partir de las propuestas unilaterales vasca y catalana. Y, precisamente, insiste en la necesidad que la solución sea acordada para facilitar una respuesta diferente del TC.

Inspirándose en el precedente del Quebec y Canadá, Aragonès puso encima de la mesa la posibilidad de un Acuerdo de Claridad con el Gobierno español en el debate de política general del Parlament del año pasado, con el objetivo que definiera las posibles condiciones para tirar adelante una votación -referéndum- o alguna otra vía aceptada por las dos partes para resolver el conflicto político. Desde entonces lo ha defendido en múltiples ocasiones, a pesar de que no haya generado apoyos ni entre el resto del independentismo ni en el Partido Socialista, y ahora vuelve a hacer bandera de él en plenas negociaciones para la posible investidura de Pedro Sánchez como presidente español.

Las posibles soluciones

El trabajo académico plantea dos posibles direcciones para la resolución del conflicto: "la acomodación de la demanda de secesión", que "tendría que contar con una posibilidad de expresión institucionalizada en el marco del acuerdo y, por lo tanto, acontecer un horizonte político realizable en el supuesto de que tuviera los apoyos necesarios por parte de la ciudadanía"; y "la acomodación en el seno del estado vigente", que también pasaría por un incremento del autogobierno catalán.

"No hay un único modelo de solución, ni tampoco hay un abanico limitado de opciones"

A partir de aquí, el texto subraya que "no hay un único modelo de solución, ni tampoco hay un abanico limitado de opciones", si bien pone énfasis que "la tendencia en los últimos años ha sido la de considerar preferible un referéndum en algún momento del proceso, como instrumento para dar voz directa a la ciudadanía en la resolución del conflicto". A la hora de mojarse, Marc Sanjaume ha manifestado este lunes en rueda de prensa que el Comité Académico se decanta por un referéndum acordado en que sólo se vote en Catalunya como la mejor vía de solución del conflicto.

Estas son sus propuestas concretas de solución:

-Referéndum de inicio en el territorio subestatal. Consistiría en "consultar a la ciudadanía de Catalunya sobre la conveniencia que el Parlament iniciara un proceso de reforma constitucional que podría contemplar la independencia y/o una nueva acomodación en el seno del Estado".

-Referéndum de ratificación en el territorio subestatal. En este caso se trataría de "consultar a la ciudadanía de Catalunya sobre un acuerdo político previo sobre la independencia o una nueva acomodación en el seno del Estado y que, por ejemplo, se podría hacer en el marco de una reforma del Estatuto de Autonomía de Catalunya".

-Referéndum de inicio en el conjunto del Estado. Consistiría, por ejemplo, "en convocar un referéndum en el conjunto de España en aplicación del artículo 92 de la Constitución, preguntando al conjunto de la ciudadanía española si estaría de acuerdo en que el Gobierno español autorizara una consulta en Catalunya sobre la independencia y/o una nueva acomodación en el seno del Estado". El documento destaca que "este tipo de referéndum permitiría analizar los resultados de manera simultánea en Catalunya y en el resto del Estado", pero admite que "un resultado contrario al resto del estado y favorable en el territorio subestatal comportaría un choque de voluntad democráticas difícil de resolver".

-Referéndum de ratificación en el conjunto del Estado. "Consistiría en aprobar por parte de toda ciudadanía del Estado los términos de la independencia y/o una nueva acomodación en el seno del Estado acordados por los representantes políticos". Es un tipo de consulta previsto actualmente en los procedimientos de reforma constitucional.

-Referéndum en el territorio subestatal y en el conjunto del Estado. La última votación planteada consistiría en "establecer directamente un referéndum doble", es decir, que "de manera simultánea o consecutiva, se podría celebrar un referéndum en Catalunya y otro en España para tener las preferencias de ambas ciudadanías sobre un escenario específico de acomodación con cuestiones diferenciadas". Como la tercera opción, sería una "posibilidad inusual en términos comparados" y "podría atizar todavía más el choque entre mayorías estatales y minorías territoriales" si los resultados fueran divergentes.

Y, además, plantea dos alternativas que no implicarían una votación en referéndum. La primera sería "un acuerdo político entre instituciones representativas" con participación de parlamentos y gobiernos y protagonismo de los partidos políticos. Y la segunda sería la celebración de unas elecciones en el Parlament que "fueran consideradas como plebiscitarias por todos los actores relevantes".

"Consenso" en la aceptación de los resultados

El consejo académico destaca que el referéndum "no es necesariamente la única vía democrática y legítima posible" y añade que "en el marco de un sistema liberal representativo como el nuestro, la capacidad de llegar a soluciones acordadas y aceptables por los actores implicados en un conflicto político es, finalmente, el elemento crucial, tanto para comenzar la vía del referéndum como para otros análogas".

En cualquier caso, subraya que si se optara por la vía del referéndum, haría falta "consenso en cuanto a la aceptación de los resultados" y sobre los efectos políticos que pueda tener, de forma que antes de acudir a las urnas la ciudadanía sepa "cuáles son los pasos subsiguientes en la gestión de los mismos". A nivel de forma, apunta que "la pregunta tiene que ser clara y concreta", mientras que las opciones de respuesta "tienen que ser también claras y muy delimitadas". Concluye con la reflexión que "los procesos que incluyen participación ciudadana y deliberación informada en algún momento del proceso tienen más probabilidades de conducir a una estabilidad a largo plazo".

El informe ha sido elaborado por Marc Sanjaume -presidente del consejo asesor-, Mar Aguilera, Eva Anduzia, Marco Aparicio, Astrid Barrio, Pau Bossacoma, Elisenda Casañas, Lesley-Ann Daniels y Josep Lluís Martí, miembros de la Universitat Pompeu Fabra, Universitat de Barcelona, Universitat Autònoma de Barcelona, Universitat de Girona, Universitat de València, Universitat Oberta de Catalunya, Universidad de Edimburgo, Instituto Barcelona de Estudios Internacionales y Universitat Pompeu Fabra respectivamente.

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