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Crisis Ciudadanos La dirección de Cs ignora las críticas internas y no prevé dimisiones tras el descalabro del 14F

Ciudadanos vive la mayor crisis interna de su historia, con un partido debilitado políticamente y completamente dividido en dos a nivel interno

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, junto a los dos vicesecretarios del partido, Carlos Cuadrado, y José María Espejo-Saavedra.
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, junto a los dos vicesecretarios del partido, Carlos Cuadrado, y José María Espejo-Saavedra. Pedro Ruiz / Cs

Ciudadanos vive la mayor crisis interna de su historia, con un partido debilitado políticamente y completamente dividido en dos a nivel interno. El domingo, tras conocerse la magnitud de la debacle en Cataluña —donde han pasado de ser primera a séptima fuerza, perdiendo 30 escaños y casi 20 puntos—, la formación que dirige Inés Arrimadas convocó una reunión urgente del Comité Ejecutivo en la sede del partido en Madrid para analizar los resultados este lunes. La mayor parte de los dirigentes que han acudido a la cita esperaba dimisiones por parte del núcleo duro de Arrimadas, pero éstas no se han producido. Pasadas las 22:30 de la noche, seguían reunidos.

El Comité Ejecutivo está integrado por los cargos nacionales y autonómicos de la formación —entre ellos, Begoña Villacís, Ignacio Aguado, Toni Cantó etc— hasta un total de treinta miembros, pero no es el órgano que dirige el partido: ese es el comité permanente, al que solo pertenecen seis personas: Arrimadas, Marina Bravo en calidad de secretaria general, Carlos Cuadrado y José María Espejo como vicesecretarios, Melisa Rodríguez en calidad de portavoz nacional y el portavoz adjunto del Congreso, Edmundo Bal.

Según ha podido saber Público, algunos "optimistas" de la Ejecutiva nacional esperaban que se produjeran dimisiones de manera inmediata "al igual que hizo Rivera" el 10 de noviembre: "Si no se asumen responsabilidades, habrá tormenta", pronosticaban a primera hora de la tarde. La principal crítica que se le achaca a la actual dirección es que han 'bunkerizado' el partido. Las fuentes consultadas por este diario aseguran que es Carlos Cuadrado —apoyado de Espejo—quien dirige el partido en la sombra. Y, según esta versión, lo hace de un modo "completamente vertical", sin dar espacio a la crítica y sin impulsar a perfiles propios de Cs. 

Diputados y senadores de Cs exigen dimisiones a la cúpula

A estas críticas se les suma una acción coordinada en redes sociales que ha acabado con cuatro de los siete senadores de Cs y dos de sus diez diputados en el Congreso pidiendo explicaciones a la actual directiva a través de redes sociales, insatisfechos con las explicaciones que ha ofrecido Arrimadas en Onda Cero sobre la debacle de la formación. La presidenta de Cs ha culpado a la 'herencia recibida' del anterior líder del partido, Albert Rivera, de su mal resultado: "Desde el 10-N estábamos en este porcentaje. Esto no se puede comparar con las elecciones de 2017", ha dicho. Arrimadas tampoco ha hecho autocrítica, más allá de reconocer que Cs no ha sabido movilizar a sus votantes.

Uno de los cargos que se han pronunciado a través de Twitter es el senador Fran Hervías, que fue el secretario de Organización de Cs cuando Albert Rivera ostentaba la presidencia y al que Inés Arrimadas no incluyó en la nueva Ejecutiva. Ese alma 'riverista' es la que ha salido en masa a defender a la anterior directiva y ha criticado la falta de asunción de responsabilidades tras la debacle.

Más directo ha sido el senador Miguel Sánchez, exportavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Murcia, que, tras conocer los resultados del 14F, le ha dicho a Cuadrado: "Ahí tienes la puerta". Otros dos miembros del Senado que han exigido responsabilidades son Ruth Goñi y Emilio Argüeso. Según este último, es necesario "abrir un debate interno" y que los afiliados decidan qué estrategia y qué modelo de partido quieren. A ellos se les han sumado decenas de cargos autonómicos, municipales y exmiembros de Cs.

"Si miran más que a su silla, dimitirán", señalaba a primera hora de este lunes uno de estos cargos, que tiene acta en un Parlamento autonómico, a este diario. "Si no lo hacen es porque no tienen vergüenza y acabarán de destruir lo poco que queda", prosigue. "Ellos —en referencia a Cuadrado y Espejo— ya estaban con Albert en primera línea y no dimitieron", señala una segunda fuente. "Vistas las declaraciones de hoy de Inés, decepción absoluta, ha perdido la valentía".

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