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Elecciones catalanas ERC sólo se impone en las encuestas y vive una noche fría y agridulce

El partido, con el encarcelado Oriol Junqueras siempre presente, obtiene sus mejores resultados desde la II República pero se ve superado tanto por Cs como por JuntsxCat. El mantenimiento de la mayoría independentista, no obstante permite a Marta Rovira hacer una valoración relativamente positiva de los comicios.

La número 2 de ERC, Marta Rovira, después de valorar los resultados de las elecciones del 21-D. EFE/Alberto Estévez

MARC FONT

Todo estaba a punto para ERC experimentara una sensación desconocida desde el 20 de noviembre de 1932. Aquel día, de hace 85 años, la formación que lideraba Francesc Macià se impuso, con una sólida mayoría absoluta, en las únicas elecciones al Parlament de Catalunya que se celebraron durante la II República. Y parecía –bastantes encuestas lo apuntaban– que los republicanos revivirían la victoria este 21 de diciembre de 2017. Pero no ha sido así. Las encuestas han vuelto a errar. Todo un clásico. Y Ciudadanos, con 37 diputados y el 25,3% de los votos, ha sido la fuerza más votada, seguida de Junts er Catalunya –la candidatura de Carles Puigdemont–, que ha sumado 34 escaños y el 21,7% de las papeletas. ERC sólo ha sido tercera, una posición que no preveía ningún sondeo. Ahora bien, el partido presidido por Oriol Junqueras no se ha hundido, puesto que con 32 diputados y más de 920.000 votos (el 21,4% de los emitidos) ha obtenido su mejor resultado en unas elecciones al Parlament desde la recuperación de la Generalitat o, dicho de otro modo, desde aquel lejano 20 de noviembre de 1932.

La noche ha sido fría y podríamos decir que agridulce para Esquerra. Que las tres fuerzas independentistas –JxCat, ERC y la CUP– hayan mantenido la mayoría de escaños y, prácticamente, hayan clavado el apoyo del 27-S –con el 47,5% de los votos, apenas han perdido tres décimas respecto a los anteriores comicios– ha sido la alegría, el consuelo que sirve para compensar tanto la victoria de C's como que la lista de Carles Puigdemont también les haya pasado por delante. El espacio escogido para la noche electoral de ERC ha sido la Estació del Nord de Barcelona, un escenario con regusto de victoria. Básicamente porque En Comú Podem vivió allí sus triunfos en las elecciones en el Congreso de diciembre de 2015 y de junio de 2016. Pero no, la victoria no ha llegado. Y la ausencia de Oriol Junqueras, el candidato y líder del partido encarcelado en Estremera (Madrid) desde el 2 de noviembre, se ha hecho presente, muy presente.

"Esta noche el independentismo ha vuelto a ganar las elecciones y las ha perdido Mariano Rajoy. La República ha ganado el 155". Pasaban pocos minutos de las once y media cuando la secretaría general del partido, Marta Rovira, ha comparecido ante los medios, rodeada por la plana mayor de ERC con cara de circunstancias. No, no había euforia. Habían pasado casi tres horas desde que el portavoz de la formación, Sergi Sabrià, había salido brevemente a valorar la participación. "Estas han sido unas elecciones ilegítimas y convocadas de una manera ilegal, pero a pesar de esto los ciudadanos catalanes han demostrado que aman las urnas y han acudido de manera masiva", ha afirmado.

Después de que Sabrià bajara del escenario ha llegado el silencio, cuanto menos por parte de los representantes del partido. El sonido, más allá de los habituales comentarios entre periodistas, se limitaba al que emitía la enorme pantalla gigante conectada a TV3. Durante bastante rato, la principal atracción han sido los bocadillos que han servido para cenar a los numerosos periodistas acreditados, muchos de medios internacionales. A medida que avanzaba el recuento, el más lento de los últimos años, se hacía evidente que C's se impondría y que ERC difícilmente conseguiría superar a JxCat. Y esto explica que ni militantes ni simpatizantes republicanos optaran por acercarse en masa a la Estació del Nord. Los ha habido, pero pocos. Lejos de los que se preveían en la que podría haber sido una noche histórica –85 años justifican el uso del adjetivo– para Esquerra.

Rovira ha salido y ha felicitado al partido de Inés Arrimadas, pero "sobre todo" a JxCat y la CUP –a pesar de que la izquierda independentista ha perdido 140.000 votos y seis de los diez escaños que tenía– porque entre las tres "hemos conseguido recuperar el mandato democrático del 1 de octubre", cuando más de dos millones de catalanes decidieron "decir sí a la libertad y a construir un país más justo y no a la imposición y la dictadura". La número dos de ERC, que debido al encarcelamiento de Oriol Junqueras ha tenido que asumir buena parte del protagonismo de la campaña, ha aprovechado el mantenimiento de la mayoría independentista a pesar de las circunstancias "adversas" para hacer tres exigencias a Mariano Rajoy: "Que retire el artículo 155, que libere a los presos políticos y que respete el juego democrático y se siente en una mesa a negociar como le hemos pedido siempre".

A nivel interno, la prioridad ahora es conformar "el gobierno republicano tan rápido como sea posible", según ha dicho Rovira, en un claro mensaje a la CUP, además de "acabar con el 155", y trabajar para que "los presos políticos salgan de prisión" y los "exiliados vuelvan a Catalunya". Con esto ha concluido y rápidamente se ha vaciado un escenario que esta vez no ha sido talismán. Y noviembre de 1932 cada vez queda más lejos.

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