Las tres principales ciudades de España (Madrid, Barcelona y València) son a día de hoy tres grandes incógnitas electorales que, de momento, ni la demoscopia ayuda a despejar. La batalla por sus alcaldías será una de las más reñidas de los últimos años y, según el último estudio de Key Data para Público, prácticamente todas las posibilidades están abiertas en estos municipios.

Cada ciudad es distinta y también lo es su realidad política. Mientras en Madrid la derecha parte con ventaja en las encuestas y la izquierda afronta un escenario de remontada, Barcelona y València no decantan ninguna mayoría. En todo caso, lo ajustado de las proyecciones demoscópicas traslada una incertidumbre a menos de tres meses de que se celebren las elecciones municipales.

El caso de la capital del Estado es el único en el que uno de los bloques en disputa parte con más opciones que el otro en la carrera para obtener la alcaldía. El PP de José Luis Martínez Almeida se sitúa como primera fuerza en los barómetros (con unos 25 concejales) y podría gobernar siempre y cuando recurriera al apoyo de la ultraderecha de Vox (que se mantiene con cinco escaños como la cuarta fuerza).

En este sentido, Más Madrid pierde la condición de partido más votado (que adquirió en las elecciones de 2019) y se sitúa como segunda fuerza, aunque sigue siendo, con diferencia, la primera de la izquierda con una proyección de 15 concejales. El PSOE mejoraría sus resultados y rondaría los diez asientos y la coalición de Podemos e Izquierda Unida roza la barrera del 5% de votos válidos necesaria para obtener representación (en este caso estos dos partidos volverían al Ayuntamiento de Madrid después de haberse quedado fuera en la actual legislatura).

A tres meses de los comicios, el escenario para la izquierda madrileña es el de la remontada y, de nuevo, el nivel de participación de la ciudadanía será determinante para decantar el resultado. 

Barcelona es, probablemente, el escenario más complejo de los tres. A día de hoy Junts, el PSOE, Barcelona en Comú y ERC tienen posibilidades de gobernar, por lo que las posibilidades son bastante numerosas. El estudio de Key Data da a Xavier Trias (Junts) como favorito y como el primero en votos, aunque estaría empatado en concejales con el PSOE de Jaume Collboni (ambos tienen una estimación de diez).

La actual alcaldesa, Ada Colau (Barcelona en Comú), tendría solo un concejal menos (nueve) y Ernest Maragall, candidato de ERC, conseguiría siete. Todos los candidatos tendrían opciones de gobernar el consistorio de Barcelona porque la diferencia entre ellos se sitúa entre 5.000 y 20.000 votos, por lo que la campaña electoral será decisiva.

Sin embargo, las encuestas apuntan a que cualquier resultado será enormemente ajustado, así que resultará fundamental la capacidad de alcanzar pactos que tenga cada partido y será esto lo que probablemente acabe por definir el gobierno municipal. En Barcelona, el PP tendría tres concejales y la CUP entraría con dos, mientras que la ultraderecha de Vox se quedaría fuera.

El estudio de Key Data apunta a que València se lo juega todo, literalmente, a un concejal. La primera fuerza sería el PP de María José Catalá con 13 concejales (cinco más de los que obtuvieron los conservadores en las últimas elecciones municipales y que vienen, previsiblemente, de un Ciudadanos que perdería sus seis escaños y que se quedaría fuera del ayuntamiento).

El Compromís de Joan Ribó, actual alcalde de la ciudad, lograría aumentar ligeramente sus votos respecto a 2019 y conservaría los 10 concejales que tiene en la actualidad. La clave de la gobernabilidad pasa por la disputa que mantendrían el PSOE y Vox por hacerse con un asiento en el consistorio que sería absolutamente decisivo.

En la actualidad, Compromís y los socialistas gobiernan en coalición con 17 concejales (la mayoría absoluta) de los cuales siete son aportados por el PSOE. Las encuestas reflejan que en las elecciones de mayo el Partido Socialista perdería uno de sus asientos, por lo que este bloque pasaría a tener 16 concejales en el ayuntamiento. Vox sería la última fuerza, pero pasaría de los dos concejales que logró en 2019 y que tiene en la actualidad a cuatro concejales, y sumaría 17 junto al PP para un gobierno de coalición en València.

Las encuestas anticipan una batalla electoral sin cuartel en estas tres ciudades que, al menos a día de hoy, parece lejos de resolverse, por lo que los partidos políticos se volcarán en la precampaña y la campaña para decantar el resultado.