Este artículo se publicó hace 16 años.
Extraña agenda electoral
En 2007, se presentaron en toda España ocho denuncias por poligamia y seis por mutilación genital. El delito más frecuente a los 12 años es "bajar música o películas del ordenador".
El PP está marcando la agenda de la campaña electoral. Cada día lanza una nueva propuesta, a cada cual más polémica y según todos los datos alejada de la realidad. Inmigración e inseguridad ciudadana centran su discurso político algo que no había ocurrido en toda la legislatura, marcada por el debate territorial y la lucha antiterrorista.
Hasta 12 años
La última medida lanzada por el partido de Mariano Rajoy ha sido la de rebajar de los 14 a los 12 años la edad de aplicación de la ley en casos "de especial gravedad o multirreincidencia". Además quieren incrementar las medidas de internamiento y obligar a los jueces a que en los casos extremos envíen a prisión a estos menores al cumplir 18 años.
El PP se apoya en los informes de la Fiscalía General del Estado y en los índices de criminalidad que, según denuncian, muestran que en España se comienza a delinquir cada vez a una edad más temprana. Además, a los conservadores les preocupa el aumento de bandas organizadas con chicos cada vez más jóvenes.
Ignacio Astarloa, secretario ejecutivo de Seguridad del PP, también obedece "a la evolución del pensamiento en la Ley del Menor". El dirigente señala que "se han ido cubriendo etapas" y que su partido consideraba que había llegado el momento de abordar este debate, sobre todo tras la brutalidad de los crímenes cometidos por menores en los últimos años.
Música y calimocho
Es verdad que del asesinato de la catana, el crimen de San Fernando o la terrible muerte de Sandra Palo -que conmocionaron a toda España en los últimos años por la edad de los criminales y su ensañamiento- fueron responsables indiviudos menores, pero ninguno de ellos tenía 12 años. Por eso, la propuesta del PP ha resultado tan chocante.
El debate social en el que se apoyan los conservadores no responde a los hechos, pues el propio Consejo General del Poder Judicial señala en un informe hecho público en diciembre de 2007 que "bajarse música o películas del ordenador" o "consumir cerveza, vino o calimocho" son los dos principales delitos que cometen los adolescentes de entre 12 y 18 años.
Un asesino menor de 13
Según el Ministerio del Interior, de 1.087 homicidios cometidos en 2006, dos han sido ejecutados por niños de 14 años, mientras que en 2007, de 985 asesinatos, sólo hubo un caso de un menor de 13 años denunciado por haber matado. En cuanto a los delitos contra la libertad sexual que contempla el Código Penal, en 2007, de los 6.845 que se cometieron, seis correspondían a chicos de 13 años y menores.
"Inseguridad subjetiva"
Los conservadores se apoyan en los datos del CIS para lanzar sus medidas pro seguridad. Según Astarloa, de todas las encuestas se desprende que, desde que gobierna Zapatero, "se ha incrementado en diez puntos la sensación de inseguridad subjetiva de la gente".
En el tema de la inmigración, el PP observa que es un problema que siempre está entre los cinco primeros para los españoles desde 2005. De ahí que Mariano Rajoy pidiera un "contrato de integración" para que todos los inmigrantes se adapten a los usos y costumbres españolas y respeten las leyes. Tal y como incidió en uno de sus mítines, el líder del PP quiere que estos extranjeros no olviden que en España la mutilación sexual, la poligamia y los matrimonios de conveniencia son un delito.
Poligamia y ablación
Ni la poligamia ni la mutilación sexual son noticia diaria, amén de que ya son dos delitos penados por la legislación española. Los casos son excepcionales y, precisamente por eso, cuando ocurren tienen un eco redoblado. En 2007, por ejemplo, se contabilizaron sólo ocho denuncias por uniones poligámicas y seis casos de mutilación genital. A pesar de los datos, sin embargo, para el PP es motivo de alarma.
La comunidad musulmana española (1.100.000 integrantes) ha acogido mal la propuesta conservadora de prohibir el velo. El PP se metió, además, en un callejón sin salida al querer regular su uso en todas las mujeres y exceptuar a Ceuta y Melilla, las dos ciudades más pobladas de musulmanes.
En España, el uso del velo islámico apenas ha sido considerado un problema, por lo que la medida sí parece crearlo. Ha habido apenas tres casos polémicos: los de dos niñas musulmanas a las que prohibieron entrar en la escuela con el pañuelo en El Escorial (Madrid) y en Girona y el de otras dos en Granada, a las que impidieron hacerse fotos para el DNI con el velo en una comisaría.
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