Qué es y cómo funciona la ley D'hont en las elecciones autonómicas de 2023
La ley D'hont es un método electoral que siempre genera confusión. Te contamos cómo funciona
Madrid-Actualizado a
El 28 de mayo tenemos una doble convocatoria electoral, autonómica y municipal. En España, en todos los comicios el escrutinio se hace siguiendo la ley D'hont, un sistema para repartir los escaños en función de los votos obtenidos por cada partido político.
¿Cómo funciona la ley D'hont?
Cuando llega el momento del recuento, los votos se ordenan por formaciones políticas de mayor a menor y se quedan fuera los partidos que no alcanzan el umbral del 5% en las elecciones autonómicas y municipales (en las generales es del 3%). En dicho orden, se divide el número total de votos de cada formación por el número de escaños que tiene asignada cada circunscripción electoral.
Como resultado de esas divisiones, se vuelve a ordenar de mayor a menor y así se establece cuántos diputados tiene cada partido en cada parlamento autonómico (o cada ayuntamiento o, incluso, el Congreso de los Diputados).
Claves del funcionamiento de la ley D'hont
-No se tiene en cuenta aquellas candidaturas que no obtengan, al menos, el 3% de los votos válidos emitidos en la circunscripción.
- Se ordenan de mayor a menor, en una columna, las cifras de votos obtenidos por las restantes candidaturas.
- Se divide el número de votos obtenidos por cada candidatura por 1, 2, 3, etcétera, hasta un número igual al de escaños correspondientes a la circunscripción, formándose un cuadro similar al que aparece en el ejemplo práctico. Los escaños se atribuyen a las candidaturas que obtengan los cocientes mayores en el cuadro, atendiendo a un orden decreciente.
- Cuando en la relación de cocientes coincidan dos correspondientes a distintas candidaturas, el escaño se atribuirá a la que mayor número total de votos hubiese obtenido. Si hubiera dos candidaturas con igual número total de votos, el primer empate se resolverá por sorteo y los sucesivos de forma alternativa.
- Los escaños correspondientes a cada candidatura se adjudican a los candidatos incluidos en ella, por el orden de colocación en que aparezcan.
Pongamos un ejemplo del funcionamiento de este sistema de conteo. Se eligen ocho diputados en una circunscripción y hay 480.000 votos válidos emitidos. La votación está repartida en seis candidaturas (A, B, C, D, E y F), que han logrado obtener más del 3%. Los resultados son los siguientes: A (168.000 votos), B (104.000), C (72.000), D (64.000), E (40.000), F (32.000). Lo que hay que hacer es dividir el número de votos obtenidos por cada candidatura por 1, 2, 3, etcétera, hasta un número igual al de escaños correspondientes a la circunscripción. Una vez hecha esta operación se distribuyen los diputados según las cifras más altas. La candidatura A obtendría cuatro escaños. La candidatura B, dos escaños, y las candidaturas C y D, un escaño cada una.
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