General Gan Pampols: misión incumplida
Mazón anuncia que el militar abandona el Consell de la Generalitat el 5 de noviembre, cuando aún no se habrá cumplido un año desde su nombramiento.
El vicepresidente para la Reconstrucción ha pasado desapercibido durante todo su mandato y dejará una hoja de servicios discreta.

València--Actualizado a
El humorista Xavi Castillo estrenó en el teatro El Micalet de València su nueva propuesta: Veriueu-ho: especial 'El Ventorro'. Su compañía, Pot de Plom, fue gravemente afectada por la barrancada, y su almacén en Picanya quedó destruido casi por completo. Conociendo la trayectoria de Xavi Castillo, era previsible que la combinación de elementos de la política valenciana que ha arrojado la DANA diera un resultado explosivo. Y no defraudó: más dos horas de risas que no se interrumpieron ni para gritar pidiendo la dimisión de Mazón, puesto que también se hacía entre carcajadas y aplausos.
El espectáculo se cerraba con un Xavi Castillo vestido de militar —después de explicar que su indumentaria se componía de lo poco que había podido salvar y un casco de juguete— para interpretar a un general Gan Pampols recién salido de Apocalypse Now y La chaqueta metálica, a quien el olor del fango —y la mierda— en el barranco de Picanya le sabía a victoria.
Sin duda, la figura del general Gan Pampols en el gobierno de la Generalitat, encargado de una Vicepresidencia creada ad hoc para unas tareas de reconstrucción etéreas y poco concretas, ayuda a explicar unos meses de política errática, contradictoria y más centrada en sobrevivir al caso de Mazón, que a ofrecer resultados satisfactorios.
Gan Pampols finalmente no llegará al año en el cargo. En un anuncio ciertamente extraño, Carlos Mazón ya le ha puesto fecha de caducidad: abandonará el Consell el 5 de noviembre, pocos días después del aniversario de la tragedia. Es decir, Gan Pampols está de prórroga con casi dos meses de antelación.
Así y todo, la salida de Gan Pampols del Consell era un secreto a voces desde hace mucho más tiempo. De hecho, no han faltado las apuestas que se jugaban si llegaría a comerse el turrón en el cargo o lo abandonaría después de que se quemase la última falla. Puede, incluso, que haya habido alguno a quien el anuncio le haya cogido por sorpresa porque daba por supuesto que Gan Pampols ya se había marchado.
Un militar que no aceptaría directrices políticas
El nombre de Gan Pampols saltó por sorpresa el 19 de noviembre, poco más de dos semanas después de la DANA. Hasta entonces, la situación había estado descontrolada prácticamente en cada momento. El anuncio se produjo después del recibimiento en Paiporta a la comitiva real con gritos y lanzamiento de fango, de una manifestación masiva que desbordaba València para exigir la dimisión de Mazón, y de unas semanas de riadas de voluntarios que contrastaban con la ausencia de ayuda y refuerzos, especialmente en los primeros días.
El nombramiento de un militar para un gobierno civil era una pieza bien delicada. Era la primera vez que se daba esta circunstancia después de que Agustín Rodríguez Sahagún substituyera a Manuel Gutiérrez Mellado en el Ministerio de Defensa días después del 23-F.
El objetivo del golpe de efecto de Mazón con Gan Pampols (se llegó a sugerir que había sido una idea proveniente del Palacio de la Zarzuela) era presentar un hombre de acción como una solución para un escenario de catástrofe y que se alejara de las disputas entre administraciones. Las primeras declaraciones de Gan Pampols, antes de su nombramiento, incluso, iban en dicha dirección: "No aceptaré directrices políticas". ¿Un militar en el gobierno sin aceptar directrices políticas?
Cambiar la ley para asumir el sueldo del militar
Si el nombre de Gan Pampols saltó a la opinión pública un 19 de noviembre, no fue hasta una semana después, el 26 de noviembre, cuando se hizo oficial su nombramiento. La tardanza se debió a la primera polémica que protagonizó el militar: había que cambiar la ley que marca el tope salarial de los miembros del Consell para poder llegar a la cifra de Gan Pampols. Así fue. Primero se dijo que el vicepresidente para la Reconstrucción percibiría 84.050,70 euros anuales, pero esta cifra se elevó finalmente a los 101.761 euros. Esto supone unos 10.000 euros más que el propio president de la Generalitat.
La siguiente polémica no se hizo esperar. Si no se había explicado claramente en qué consistirían las competencias de una Vicepresidencia para la reconstrucción, la duda no se resolvería cuando, otra semana más tarde, el 3 de diciembre, se publicara finalmente en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) cuáles eran las atribuciones que le correspondían: “se encargará de los asuntos que el president de la Generalitat le encargue”. Es decir, aquel que asumía el cargo advirtiendo de que no recibiría órdenes solo tenía como competencia recibir órdenes.
Un par de días después, el 5 de diciembre, Gan Pampols, en uno de sus primeros nombramientos, fichaba como Jefe de Gabinete a Vicente Ferrer, veterano político valenciano con pasado militar, vinculado primero a Unión Valenciana y después al PP, cercano a Esteban González Pons. En la hoja de servicios de Ferrer, sin embargo, constaba una condena a ocho meses de presión por conducir ebrio.
Perfil bajo
La estrella Gan Pampols se apagó tan pronto como surgió. Hasta el 2 de diciembre, dos semanas después de surgir su nombre en prensa y una semana después de asumir formalmente el cargo, el general no visitó un municipio afectado por la DANA: Massanassa. Mientras tanto, su agenda oficial consistía en entrevistas en prensa y reuniones del Consell.
Esta ha sido la tónica de Gan Pampols en su mandato, que ha tenido un perfil muy bajo en todos estos meses. Tanto, que las apuestas sobre su salida del Consell han sido constantes. De hecho, la principal acción de Gan Pampols como vicepresidente para la Reconstrucción ha consistido en adjudicar a dedo un contrato de 2,2 millones de euros a la consultora PwC para el diseño del plan que, más adelante, se conocería como Endavant.
El "infiltrado sanchista"
Ello no ha evitado que, a pesar de este perfil público tan bajo que ha exhibido Gan Pampols durante todo este tiempo, no haya protagonizado algunas polémicas bien sonadas. La más jugosa de todas se produjo también en febrero, cuando la Generalitat acusaba al Gobierno de Pedro Sánchez de no haber solicitado fondos europeos para la reconstrucción tras la DANA y Gan Pampols salió públicamente a contradecir la postura del Consell de que forma parte, explicando que era normal que los países agotaran los plazos para solicitar dichos fondos. Esta polémica le valió la calificación de "infiltrado sanchista" por parte de Vox (así se refirió a Gan Pampols en Les Corts el portavoz de los ultraderechistas, José María Llanos).
Otra polémica en que se ha visto envuelto Gan Pampols, si bien esta vez con la oposición, ha tenido que ver con los gastos de caja fija de su Vicepresidencia. Compromís criticó los 6.000 euros que en la primera mitad del año había dedicado su departamento a comidas y cenas. Joan Baldoví, además, afeaba a Gan Pampols que, "con un sueldo de 101.000 euros al año, pase incluso facturas de 2 euros por el café o la Coca-cola que se ha tomado".
La tercera remodelación del gobierno: ¿objetivo 2027?
Esta semana Gan Pampols ha presentado su plan ante las varias asociaciones de víctimas. Eso sí, sin la presencia de Mazón. Las asociaciones aún no se han reunido con el president de la Generalitat porque este no acepta la condición que le ponen las víctimas de permitir que la prensa esté presente.
La salida de Gan Pampols formará parte de una nueva remodelación del Consell que emprenderá Mazón para enfrentar ya la recta final de la legislatura. El president ha ido dejando caer la idea estos últimos días de que se ve con fuerzas para no solo acabar la legislatura, sino también para postularse a revalidar el cargo en 2027.
La versión oficial de Mazón es que su cargo está vinculado al éxito de la reconstrucción. Pero ¿quién determina si es o no es un éxito? En este sentido, la también versión oficial de la salida de Gan Pampols es que ya ha cumplido con la misión encargada. Una valoración que parece discutible, si tenemos en cuenta, por ejemplo, cómo ha empezado esta misma semana el curso escolar en la zona afectada.
Gan Pampols ha declarado que "formalmente, todo lo que se tenía que hacer está hecho" y para justificarlo ha explicado que, de las 343 iniciativas de que se compone su plan de reconstrucción, 10 están acabadas (poco más del 3%), mientras que otras 96 (el 28%) están en curso.
Se tratará de la tercera remodelación de calado que emprenda Carlos Mazón con su Consell. La primera se produjo después de la salida de Vox de todos los ejecutivos autonómicos compartidos con el PP. La segunda, semanas después de la DANA, cuando se cesaron a las conselleres Salomé Pradas y Nuria Montes, así como al secretario autonómico Emilio Argüeso, con lo que se identificaban los responsables y se pretendía pasar página.
Pradas y Argüeso, desde entonces, se enfrentan a la jueza de Catarroja que instruye el caso de la DANA y a quien Mazón evita todo lo que puede, puesto que es la tercera vez ya que se le insta a declarar voluntariamente, sin que el president de la Generalitat acceda a hacerlo. El aforamiento, por ahora, impide que lo tenga que hacer obligatoriamente y como investigado.



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