El Gobierno minimiza el impacto del boicot del PP a los Presupuestos en el Senado
El Partido Popular rentabiliza su mayoría absoluta en la Cámara Alta para rechazar la senda del déficit y entorpecer la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
Madrid-
No es costumbre durante esta legislatura, pero, este miércoles, dos temas han arrebatado espacio parlamentario a la amnistía. Se ha hablado de ella —las negociaciones entre Junts y PSOE para desencallar la ley laten en todo momento—, pero no solo de ella. Las protestas del campo han protagonizado parte del tiempo de la sesión de control en el Congreso, mientras que en el Senado el Partido Popular (PP) ha tumbado la senda de déficit propuesta por el Gobierno.
Así, los populares rentabilizan por segunda vez su mayoría absoluta en el Senado. Ya lo hicieron cuando cambiaron el Reglamento para otorgar a la Cámara Alta la posibilidad de elegir cuándo aplicar la vía de urgencia en la tramitación de una iniciativa parlamentaria, lo que le confiere la posibilidad de entretener la ley de amnistía una vez supere su recorrido en el Congreso, si no hay más giros, y entre en el Senado.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha mostrado muy dura contra el PP. Ya lo anticipó este martes en la rueda de prensa ofrecida tras el Consejo de Ministros. Dijo que la posición de los populares es "absolutamente incomprensible". "Los objetivos de estabilidad son buenos para los gobiernos autonómicos y ayuntamientos gobernados por el PP. ¿Qué argumento tiene el PP para oponerse a que sus administraciones disfruten de mayor margen de gasto?", añadió.
Unas palabras similares a las usadas este miércoles en el Senado. La vicepresidenta ha acusado al PP de "tirarse piedras contra su propio tejado" al votar en contra de unos objetivos que ya han utilizado la mayoría de las comunidades autónomas para elaborar sus cuentas. "No tiene ni pies ni cabeza", ha sentenciado.
El Partido Popular, en boca de su portavoz, Alicia García, ha insistido en que sus propuestas para negociar con el Ejecutivo siguen sobre la mesa. Fundamentalmente, son dos: rebajar los impuestos y dar más margen de déficit a las comunidades autónomas. Las posturas entre Gobierno y oposición están, en estos momentos, muy alejadas.
En la tranquilidad de los pasillos del Senado, que contrasta con el bullicio del Congreso, una senadora socialista, en conversación con Público, ha descargado duramente contra el Partido Popular. "Es ruido y escenificación". Además, ha abundado en el hecho de que existe un cauce previsto para que se puedan aprobar los Presupuestos sin que el Senado dé su visto bueno a la senda de déficit, aunque "es un escenario peor para sus propias comunidades autónomas".
El Gobierno ve difícil reconducir la situación
En el Ministerio de Hacienda no ven margen para reconducir la situación con el PP porque las veces que han explorado este asunto desde sus filas les trasladan condiciones que suponen "una situación inviable", como las reducciones de impuestos masivas. En Hacienda, según las fuentes consultadas, recalcan que la senda de déficit es positiva para todos. "Si vuelven a votar en contra, ellos sabrán, pero estarán perjudicando a sus propios ayuntamientos y Gobiernos autonómicos", reiteran.
Para Moncloa, en las filas del PP están instalados únicamente en "el acoso y derribo" al Gobierno de Sánchez porque creen que "el poder les pertenece" y toda su oposición pasa por poner piedras en el camino aunque en este caso les perjudique de forma directa.
Siguientes pasos
Según señalan fuentes de Hacienda, los escenarios que se abren ahora son los siguientes. Una vez el Senado ha rechazado los objetivos de estabilidad, el Gobierno remitirá un nuevo acuerdo (no necesariamente con objetivos diferentes) al cabo de un mes. Así lo establece la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Si los objetivos son rechazados por segunda vez, la senda de estabilidad será la que estuviera vigente porque hay que recordar que se fijan los objetivos de los tres ejercicios siguientes.
Pero el escenario actual es especial. La última vez que el Senado validó una senda de déficit y un techo de gasto fue en 2020. Los siguientes tres ejercicios se jugaron con unas reglas distintas, habida cuenta de que la Unión Europea (UE) eliminó temporalmente las reglas fiscales para que los distintos estados miembros, acosados por las embestidas de la pandemia de Covid-19, pudieran desahogar sus economías.
En un caso como este, las mismas fuentes del Ministerio de Hacienda apuntan que la Abogacía del Estado deja constancia de que, en caso de que el Senado, como ha ocurrido, vete la senda de déficit, los objetivos de estabilidad serán los que el Gobierno incluyó en el Programa de Estabilidad enviado en abril del pasado año 2023 a Bruselas y que, por tanto, cuentan con el visto bueno de la UE.
Tanto fuentes del Gobierno, como fuentes parlamentarias socialistas insisten, en ese punto, en que el veto popular a los Presupuestos no juega a favor a sus presidentes autonómicos porque se pasaría de un 0,1% de margen de déficit para las comunidades autónomas a un 0%, es decir, equilibrio total entre gasto y ganancia. Bien es cierto que los presidentes autonómicos del Partido Popular también rechazaron, en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera, la propuesta del Gobierno porque piden un margen más elevado que ese 0,1%.
El músculo del Partido Popular en el Senado le sirve, en cualquier caso, para retrasar la aprobación de los Presupuestos, cuya negociación tiene que desarrollarse, todavía, entre el PSOE y sus socios de investidura. En Moncloa respiran porque, según apuntan, Junts no vincula ese diálogo con el de la amnistía. Sin embargo, más allá de los posconvergentes el plan del Ejecutivo tiene que seducir, también, a Sumar, su socio de Gobierno, y convencer a ERC, PNV, EH Bildu, Podemos, BNG o Coalición Canaria. En esta legislatura, todos los votos cuentan.
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