Este artículo se publicó hace 3 años.
El Gobierno rechaza declarar al Valle de los Caídos como un Bien de Interés Cultural
El Ministerio de Cultura considera que el monumento "más allá de su carácter simbólico y político" no tiene suficiente relevancia en el contexto de la producción de la época.
Madrid--Actualizado a
La que fue tumba monumental de Francisco Franco, finalmente, no se convertirá en un Bien de Interés Cultural (BIC). El Ministerio de Cultura, en una carta a la Fundación para la Defensa del Valle de los Caídos, ha explicado que "más allá de su carácter simbólico y político", sus elementos arquitectónicos "no poseen suficiente relevancia en el contexto de la producción de la época".
La asociación, protagonista de numerosas polémicas, solicitó en el año 2014 reconocer al conjunto arquitectónico como un BIC. Cultura, finalmente, se ha tenido que pronunciar al respecto, después de que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) del pasado 16 de junio le obligase a ello.
En la carta, firmada por el director de Patrimonio General y Bellas Artes, Isaac Sastre, se especifica que el Valle no es un monumento importante porque no destaca ni por su planta, ni por la figura del arquitecto, ni por la técnica empleada. El Ministerio, además, ha añadido que la documentación presentada por la fundación se limita a una "descripción básica de algunos elementos que componen el conjunto".
La construcción del monumento, explica Cultura, produjo una alteración notable del entorno natural
La construcción del monumento, explica Cultura, produjo una alteración notable del entorno natural sin haber previsto las consecuencias medioambientales. Tras esta intervención, "se perdieron los valores paisajísticos" del valle de Cuelgamuros.
En su escrito, el Ministerio ha concluido al señalar que se percibe "una ausencia de interés compositivo en cualquier dependencia o espacio alejado de la visión pública". Con todo lo señalado, Cultura no procederá al expediente de declaración BIC, aunque matiza que no pone fin a la vía administrativa. Así, la asociación puede recurrir a esta negativa.
La mencionada sentencia del TSJM obligó al Gobierno a iniciar el procedimiento y notificar una decisión a la asociación recurrente. Este dictamen, por otro lado, considera que muchas solicitudes "supervaloran" obras que, a ojos de los especialistas, no tienen ningún interés histórico-artístico.
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