El Gobierno se resiste a un Kosovo independiente

La independencia de Kosovo está cada vez más cerca, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por que la comunidad internacional escuche sus argumentos contrarios a " las declaraciones unilaterales de independencia", tal y como ha afirmado hoy la vicepresidenta.

De la Vega fue contundente al rechazar las declaraciones del presidente ruso, Vladimir Putin, que ayer se descolgó con una comparación España-Serbia: "La situación de Kosovo no es en absoluto comparable con ninguna de este país. No tiene nada que ver".

El Gobierno de España está visiblemente molesto por las declaraciones del mandatario ruso, pues en la última visita de Zapatero a Putin -acudió a la residencia veraniega del mandatario en Sochi en septiembre del año pasado-, el presidente del Gobierno fue muy claro al rechazar similitud alguna entre el caso español y el kosovar. Y lo hizo en presencia de un Putin que asentía.

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, convocó ayer al embajador ruso, Alexander Kuznetsov, para pedirle explicaciones sobre las declaraciones de Putin. Según fuentes del ministerio, Kuznetsov trasmitió que las declaraciones hechas por el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, no son "una injerencia en los asuntos internos de España".

El Ejecutivo sigue trabajando por que se evite la independencia de Kosovo, pero dada la situación actual en el seno de la aún provincia serbia, reconoce la dificultad de evitarla. Aunque las niega rotundamente, sabe que las comparaciones con el caso Euskadi-España o, incluso, Catalunya-España son inevitables, principalmente, por el uso que los nacionalistas están haciendo de esta ya vislumbrada ruptura.

El Ejecutivo pide que, al menos, según la vicepresidenta, "la solución sea respetuosa con la legalidad internacional" y garantice "la estabilidad regional" en una zona delicada, la de los Balcanes, que ha sufrido mucho.