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Guerra en el PP Ayuso se atrinchera en la Puerta del Sol pese a Casado y a la evidencia de que su hermano cobró por las mascarillas

En menos de 48 horas ha reconocido la existencia de un contrato, adjudicado a dedo, que benefició a su hermano en 55.850 euros y ha presumido de "ejemplaridad".

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso durante la rueda de prensa ofrecida en la Real Casa de Correos de Madrid este jueves.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. EFE

En menos de 48 horas, Isabel Díaz Ayuso ha reconocido que, en el peor momento de la pandemia, su hermano actuó como intermediario entre la empresa de un amigo de la familia y la Consejería de Sanidad para el suministro de 250.000 mascarillas por las que cobró 55.850 euros. Es decir, la Comunidad de Madrid adjudicó a dedo un contrato millonario del que se benefició el hermano y un amigo de la presidenta. Es lo que parece. Menos para Díaz Ayuso, que sigue atrincherada en la Puerta del Sol, sede de la Comunidad, después de romper relaciones con Génova.

"¿Cuando morían 700 personas al día puedes contratar con tu hermana y recibir 286.000 euros?", se preguntaba Pablo Casado a primera hora de la mañana del viernes. Sí, le contestarían horas más tarde la presidenta de la Comunidad y sus consejeros de Economía y Hacienda.

Era la primera vez que escuchábamos a Casado después de la batalla a cuerpo descubierto que se había librado solo un día antes entre Díaz Ayuso y Teodoro García Egea, secretario general del PP.

La presidenta de la Comunidad de Madrid ya había aceptado públicamente que existían "relaciones comerciales" entre su hermano y la empresa Priviet Sportive S.L. Pero no había ido más allá. Hasta que Pablo Casado tomó la palabra en una entrevista en la Cadena Cope y manifestó abiertamente su desconfianza en la transparencia con la que la Comunidad de Madrid habría gestionado el contrato millonario con la compañía del amigo de Díaz Ayuso.

"Yo estoy pidiendo explicaciones que no se me han dado", dije Casado. El líder del PP fue más allá y habló de un "montaje" que se habría diseñado desde el equipo de Díaz Ayuso para "no hablar de lo que yo en privado he intentado recabar". Que no es otra cosa, según él, que la documentación relativa al contrato de las mascarillas. "Transparencia, principios y ejemplaridad", pidió el presidente de un partido que no consigue alejar la sombra de la corrupción.

Pocos minutos después de que terminase la intervención del líder del PP, Díaz Ayuso entraba en directo en la misma emisora para responder al número uno de su partido y dos horas después emitía un comunicado asegurando que su hermano, Tomás Díaz Ayuso, cobró 55.850 euros de ese contrato.

Reconoce otros pagos a su hermano

Muy lejos de ver en ello una mínima irregularidad, la presidenta madrileña presumía de "honorabilidad" y "ejemplaridad" después de hacer pública esta cifra. "Del resto de facturas no tengo que dar cuenta porque no tienen relación con la Comunidad de Madrid y mi hermano tiene derecho a su privacidad", decía. Admitiendo así que hubo otros pagos de la empresa a Tomás Díaz Ayuso.

La presidenta cifraba en 55.850 euros los beneficios que obtuvo su hermano, aunque desde Génova señalaban una cantidad mucho mayor: 286.000 euros.

Ayuso reveló la cantidad que cobró su hermano y, pocos minutos más tarde, Fernández-Lasquetty y Enrique Ruiz Escudero, consejeros de Economía y Sanidad, salieron a dar explicaciones por ella. La defendieron y negaron públicamente a Casado: el contrato es "intachable".

En la sede de la Comunidad de Madrid, ambos repitieron las palabras "transparencia" y "legalidad" para defender la adjudicación a dedo de un contrato millonario que benefició al entorno de su presidenta. Isabel Díaz Ayuso se agarra la presidencia a pesar de la pregunta que le lanzan desde su propio partido: "¿Cuándo morían 700 personas al día puedes contratar con tu hermana y recibir 286.000 euros?".

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