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Guerra en el PP La militancia madrileña clama por Ayuso mientras los poderes territoriales miran a Feijóo para acabar con la guerra del PP

Mientras Ayuso revuelve a su militancia, que pide a gritos la dimisión de Casado y García Egea, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, se deja querer sin saber todavía si es el momento de dar un paso al frente.

Militantes del PP
Militantes del PP se manifiestan ante la sede de Génova para pedir la dimisión de Casado y García Egea el pasado 17 de febrero. Fernando Alvarado / EFE

La mayor parte de los cargos electos del PP en todo el territorio nacional miran con horror el espectáculo provocado por la guerra entre su presidente, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Los gritos de la militancia fiel a Ayuso que llegaban desde los aledaños de Génova este domingo tampoco han ayudado a templar las aguas en la familia popular.

La debilidad de su líder es aún mayor desde que el sábado Casado decidiera cerrar el expediente, que con tanta contundencia anunciara el jueves Teodoro García Egea, tras dar por buena la información recibida de la presidenta de Madrid.

Tal y como adelantara Público, los barones populares exigen para salvar a Casado la cabeza de su secretario general. Pero desde el poder territorial en el resto de comunidades autónomas creen que ha llegado el momento de un congreso extraordinario en el que Alberto Núñez Feijóo dé un paso al frente. El primero en pedírselo ha sido el presidente andaluz, Moreno Bonilla, quien, como el gallego, ve con espanto la posibilidad de que Mañueco gobierne con Vox en Castilla y León.

Fuentes populares confirman desde Galicia que "Feijóo no va a dar un paso al frente si no queda claro que será el único líder y si tiene la certeza de que Ayuso tampoco sale reforzada de esta guerra en el PP en la que la corrupción ha quedado casi como una seña de identidad en el partido".

Feijóo y el salto a Génova

Desde el Grupo Popular del Parlamento gallego también se explica a Público que "o Feijóo tiene todo el poder orgánico, como en Galicia, o hará como en la crisis de 2018, tras la salida forzada de Mariano Rajoy por la moción de censura: esperar un momento mejor para dar el salto a Génova".

Mientras, Casado comenzará la semana con la reunión a las 11.00 horas en Génova de su comité de dirección, a la que asistirán, además de él mismo, su secretario general, Teodoro García Egea, los vicesecretarios del partido y los portavoces en el Congreso, Senado y del Parlamento Europeo.

Para que se celebrara el congreso extraordinario por el que que ya claman algunos barones, como Feijóo, y buena parte del poder territorial del PP, sería necesario que una mayoría de dos tercios de la junta directiva nacional apoyara esta iniciativa.

Congreso extraordinario

Pero para que este congreso extraordinario tuviera lugar, habría que tener la seguridad de que hay un nuevo líder, y nadie ve otra alternativa que la de Núñez Feijóo.

De momento, de no celebrarse ese cónclave extraordinario, sí tendría lugar el congreso ordinario del mes de julio, donde Pablo Casado esperaba revalidar su liderazgo tras ganar las primarias en el 2018. Pocos en el partido creen, sin embargo, que continúe al frente del PP a partir del verano.

Mientras, aunque la organización prefiera olvidarlo, retumban las palabras de Casado el pasado viernes en la COPE: "La cuestión es si cuando morían 700 personas al día se puede contratar con tu hermana (sic…) y recibir 286.000 euros de beneficios por vender mascarillas".

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