La jueza desoye a la Fiscalía y avala que Cuixart salga de prisión para ir a trabajar

La jueza de vigilancia penitenciaria ha rechazado el recurso de la Fiscalía y ha autorizado la aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario al líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, que le permite salir de prisión cinco días a la semana, durante 9 horas y media la jornada, para ir a trabajar.

En un auto, la titular del juzgado de vigilancia penitenciaria número 5 de Catalunya avala la decisión de la junta de tratamiento de la cárcel barcelonesa de Lledoners de flexibilizar el régimen penitenciario del líder de Òmnium al concluir que presenta un riesgo de reincidencia bajo, si bien insta al centro a comunicarle semanalmente la valoración de cómo evoluciona el interno.

El pasado 13 de febrero Cuixart fue el primero de los nueve presos del procés en salir de la cárcel para ir a trabajar unas horas al día en aplicación del artículo 100.2, una medida que también se ha aprobado para los exconsellers Oriol Junqueras, Raül Romeva, Dolors Bassa y Joaquim Forn, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y el exlíder de la ANC Jordi Sànchez.

El fiscal recurrió la decisión de la cárcel de Lledoners, acordada el 6 de febrero, al considerar que su condena a nueve años por sedición también tiene un fin de "intimidación" a la sociedad para disuadir la comisión de delitos y porque el presidente de Òmnium "no asume el carácter delictivo de los hechos que fueron objeto de condena" y, por ello, persiste el riesgo de reincidencia.

Por el contrario, la jueza, como ya hizo cuando autorizó un permiso de 72 horas a Cuixart -también en contra del criterio de la Fiscalía-, insiste en que el líder de Òmnium presenta un riesgo bajo de reincidencia, ha asumido las consecuencias de sus actos y ha mostrado motivación para el cambio. En su auto, la jueza precisa además que no es obligatorio que el interno muestre arrepentimiento para poder obtener este tipo de permisos.

La jueza recuerda que el Supremo desestimó "de forma expresa" en su condena la petición de la Fiscalía para fijar un límite temporal al acceso al tercer grado y al itinerario penitenciario de los presos y afea al ministerio público que ahora intente conseguir lo que no logró en la sentencia a través de una "oposición férrea" a la flexibilización de la situación de los internos.

La magistrada carga contra la pretensión de la Fiscalía, que a partir de la frase de Cuixart "ho tornarem a fer" (lo volveremos a hacer) exigió que realice un programa específico para que se le enseñe a respetar la ley y a que sólo se puede conseguir lo que desea usando los mecanismos legalmente establecidos.

Según la jueza, la frase que Cuixart dijo en su último turno de palabra en el juicio en el Tribunal Supremo -"lo volvería a hacer", que también sirve de título a un libro que ha escrito en prisión-, en ningún momento hace referencia a un alzamiento tumultuario, sino a su voluntad de continuar reivindicando el derecho a decidir sobre la situación de Catalunya de manera "cívica y pacífica".

En este sentido, la jueza rechaza la pretensión de la Fiscalía de que el líder de Òmnium siga un programa en prisión para que cambie o modifique su pensamiento o ideología política, ya que son "legítimos" dentro del ordenamiento jurídico y forman parte del programa electoral de diversos partidos políticos, que no han sido declarados inconstitucionales.

"Tal pretensión del ministerio fiscal de rechazo y de modificación de los principios, pensamientos y voluntades legítimos que tiene el interno ha de repetirse que ni se contemplan en la normativa penitenciaria, ni en la Constitución Española y atentaría contra los más elementales derechos", advierte la jueza.