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La ley de bienestar animal salva por la mínima los vetos del Senado, pero vuelve al Congreso para terminar su tramitación

Los vetos del PP y del PNV se han quedado a un voto de la mayoría absoluta. 

Ione Belarra
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, interviene en la sesión del Senado, este miércoles, durante el debate sobre el proyecto de ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales y el proyecto de Ley Orgánica de modificación del Código Penal en materia de maltrato animal. Fernando Alvarado / EFE

El pleno del Senado ha rechazado los cuatro vetos al proyecto de ley de bienestar animal del que se excluye a los perros de caza, presentados por PP, PNV, Vox y UPN.  Los dos primeros no han salido adelante por un voto (han contado los dos con 132 apoyos) porque es necesaria mayoría absoluta y el respaldo, por tanto, de 133 senadores, para tumbar la iniciativa.

Una vez superados los vetos el pleno del Senado sometió a votación las casi 450 enmiendas parciales presentadas por los grupos a este proyecto de ley que endurece las sanciones por maltrato animal; de no aprobarse ninguna de ellas la norma la ley de bienestar animal hubiera definitivamente aprobada y lista para su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), pero se han aprobado alguna de esas enmiendas parciales –algo muy habitual– y la ley tendrá que volver al Congreso para su aprobación definitiva. 

La ley de bienestar animal está dirigido a animales domésticos y especies silvestres en cautividad y deja fuera del texto a los perros de caza, pero también a los de pastoreo, deporte o los que utiliza la Policía.

Asimismo, incluye un listado positivo de animales de compañía permitidos en los hogares, endurece las sanciones hasta 200.000 euros según la gravedad de la infracción y prohíbe la venta y exhibición de perros en las tiendas de mascotas, entre otras novedades.

Exigirá cursos a los dueños y a las mascotas y obligará a tener a los animales identificados; prohibirá utilizar los animales en peleas y mantener de forma habitual a perros y gatos en terrazas, balcones, trasteros, patios o vehículos y dejar sin supervisión a toda mascota más de tres días consecutivos; no más de 24 horas seguidas en el caso de la especie canina.

Estará prohibida la cría comercial de cualquier especie de animal de compañía, así como cualquier tipo de cría de animales cuya identificación individual sea obligatoria por la normativa vigente, por criadores no inscritos en el Registro de Criadores de Animales de Compañía.

Tampoco estará permitida la comercialización de perros, gatos y hurones en tiendas de animales, ni su exhibición ni exposición al público con fines comerciales: estos animales solo podrán venderse desde criadores registrados.

Al término del debate en el pleno del Senado, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, impulsora de esta normativa, ha dicho que arranca un nuevo camino para acabar con "la impunidad de los maltratadores" y para acompañar desde las instituciones a esas personas anónimas y asociaciones que hasta ahora solas han velado por la protección animal.

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