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Las cloacas de Interior López Madrid recurrió a Villarejo y al magnate David Hatchwell para librarse de la doctora Pinto

El yerno de Villar Mir declara que no pagó a ninguno de los dos, a los que acudió para encontrar una solución a sus problemas con los mensajes intimidatorios que él achaca a la doctora Elisa Pinto. Se defiende así de la acusación de cohecho, de la que está acusado, por contratar a Villarejo para atacar a la dermatóloga en 2014.

Javier López Madrid a su llegada a la Audiencia Nacional.
Javier López Madrid a su llegada a la Audiencia Nacional. EFE / archivo

ANA MARÍA PASCUAL / PATRICIA LÓPEZ

Durante cerca de dos horas, el empresario Javier López Madrid ha declarado este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, en calidad de investigadopor la pieza 24 del caso Tándem por el presunto encargo que el exconsejero de OHL hizo al excomisario Villarejo para amedrentar y agredir a la dermatóloga Elisa Pinto, que denunció dos agresiones con arma blanca, una en presencia de su hijo por parte presuntamente del policía, en 2014. López Madrid se ha desmentido, al asegurar que vio a Villarejo cuatro veces, cuando delante de la jueza del juzgado de instrucción 26 de Madrid afirmó que solo le había visto en una única ocasión, según fuentes judiciales.

El yerno del constructor Juan Villar Mir ha asegurado que "nunca contrató a ninguna empresa de Villarejo ni pagó por ningún encargo". Sin embargo, le pidió al entonces comisario "ayuda  como detective por los mensajes intimidatorios" que recibía "tanto él como su familia". La tesis del empresario es que fue la doctora Pinto quien le amenazaba, pero el asunto está listo para  juzgarse, al haber concluido la instrucción del juzgado 39 de Madrid que acusa a Javier López Madrid de acosar a la doctora Elisa Pinto. Otro juzgado, el 26, investiga la denuncia del yerno de Villar Mir contra la dermatóloga.

Policías a su servicio sin ánimo de lucro

Ha incidido López Madrid en su defensa sobre el presunto delito de cohecho que no pagó ni un euro a Villarejo, quien amasó una fortuna precisamente por prestar servicios de seguridad, en su condición de policía relacionado con las altas esferas del cuerpo. En este sentido, el empresario le ha contado al juez, según ha podido saber Público de fuentes judiciales, que también pidió ayuda  al magnate David Hatchwell, presidente de la Fundación Hispano-Judía y dueño de un conglomerado empresarial dedicado a diversos sectores, entre ellos, el cemento y al sector de la seguridad. A la pregunta de qué le pidió al empresario, López Madrid ha respondido que "ayuda" para que con sus detectives lograran averiguar quién le estaba enviando los mensajes. 

El juez García-Castellón ha permitido que la defensa de López Madrid aportara un dossier de "1.000 folios" , que es el sumario generado en el juzgado de instrucción 26, con las diligencias practicadas ante la denuncia contra Elisa Pinto.  Algo que parece contradictorio, puesto que el delito de cohecho sería más fácil de acreditar con la documentación que consta en el juzgado que tiene imputados tanto a Villarejo como a López Madrid, donde constan conversaciones telefónicas de la causa Púnica, donde Francisco Granados pone de manifiesto su conocimiento de los problemas de su amigo y cómo le aconseja que contrate a su policía de confianza, el comisario Villarejo, organizando incluso una reunión en el hotel Villamagna. 

El exconsejero madrileño Francisco Granados, a su llegada a la sede de la Audiencia Nacional donde presta declaración como investigado ante el juez del caso Púnica, Manuel García Castellón. EFE/Emilio Naranjo
El exconsejero madrileño Francisco Granados, a su llegada a la sede de la Audiencia Nacional donde presta declaración como investigado ante el juez del caso Púnica, Manuel García Castellón. EFE/Emilio Naranjo.

De hecho, lo que no faltan en esta pieza son amigos dispuestos a echarle un cable a Javier López Madrid. A pesar de las conversaciones de Púnica, causa instruida también por el juez Manuel García- Castellón, el empresario se ha desdicho de los declarado en los juzgados de instrucción y ha confirmado lo que declaró su amigo, el ex jefe de Francisco Granados y compañero de oficina del comisario Villarejo en Torre Picasso, Donato González, presidente del Société Générale.  

Se vuelve a desdecir López Madrid. La versión actual es que a Villarejo se lo presentó  Donato González, presidente del Grupo Société Générale en España y Portugal, y así lo ha declarado este lunes. Sin embargo, en el juzgado 39 López Madrid mantuvo que a Villarejo se lo presentó Francisco Granados en el hotel Villamagna.  Según la versión que Donato González dio a Público: "Fueron cinco minutos y luego ellos ya siguieron las conversaciones por su cuenta". Hoy el yerno del Villar Mir, que comparte abogado con el rey emérito ha asegurado que "Villarejo me recomendó que me viera con el comisario Enrique García Castaño y que denunciara ante la Policía los hechos que le relataba". 

Según López Madrid, hubo un último intento previo a la denuncia para acabar con el asunto del supuesto acoso que recibía por parte de la doctora, y que consistió en una visita que le hicieron a su consulta el propio López Madrid y
"Rafael Redondo, el socio de Villarejo"
. Pero, ha añadido, como esa intentona fue infructuosa, decidió interponer la denuncia. Al respecto, ha recordado que García Castaño le puso a su vez en contacto con José Luis Conde, quien fuera jefe de policía judicial de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid. 

Sin embargo, en el juzgado de instrucción número 39 ya ha quedado descartado que fuera Redondo quien en diciembre de 2013 acompañara a López Madrid a la consulta de la doctora Pinto: no fue reconocido en rueda de reconocimiento por la víctima, al ser apuñalada la doctora describió al agresor como la persona que había acompañado al empresario a su consulta ese diciembre y este se ha demostrado que era Villarejo, según el juzgado. Cabe recordar que el Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid ha propuesto juzgar a López Madrid por los presuntos delitos de amenaza y acoso a la doctora Pinto y al comisario jubilado José Manuel Villarejo por "lesiones con un instrumento peligroso". La magistrada Belén Sánchez entiende que "existen indicios suficientes de la participación" de ambos investigados en el apuñalamiento que sufrió la doctora en 2014.

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