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Las Cloacas de InteriorEl 'yo acuso' de Villarejo: difunde una denuncia-comunicado un día antes de su juicio por calumnias al exdirector del CNI
Villarejo es juzgado este viernes por calumnias al anterior responsable de los servicios de inteligencia, Félix Sanz Roldán. De testigos lleva a Corinna Larsen, que asegura que fue amenazada, y al comisario José Luis Olivera, director de crisis de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). De aperitivo ha difundido una denuncia de 105 folios en la que acusa al juez García Castellón de ser amigo de Sanz Roldán, y atiza al presidente Sánchez, al vicepresidente Iglesias, a los ministros Robles y Marlaska y a los fiscales Anticorrupción.
Patricia López
Madrid-Actualizado a
"No sería apropiado que la Opinión Pública no sepa lo que ardo en deseos de declarar y que este juicio popular, que Su Señoría promueve, señalando en autos que el derecho a la información prevalece sobre los demás, no conozca, por tanto, la ciudadanía mi humilde versión, aunque ya esté condenado sin juicio previo que es lo que desde un principio se buscó". Así inicia el comisario Villarejo la denuncia que difundió este jueves, y que parece más bien un comunicado previo al juicio de este viernes, 15 de enero, que puede suponer su primera condena por un delito de calumnias contra el exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán.
Por videoconferencia, el comisario se defenderá a sí mismo de las acusaciones del calumnias contra el jefe de los espías, de quien dijo que había amenazado de muerte a la ex amiga del rey emérito, Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Ésta participará como testigo de Villarejo al igual que el comisario José Luis Olivera, actual director de crisis de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y exdirector del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).
Para ir calentando el banquillo, el preso José Manuel Villarejo ha escrito en la prisión de Estremera una denuncia-libro de 105 páginas, enviada al juzgado de la causa Tándem con la que pretende desmontar el procedimiento y en la que no deja títere con cabeza: pone en duda la imparcialidad del juez Manuel García Castellón, instructor de la causa en la Audiencia Nacional, llamándole incansablemente amigo del general Sanz Roldán; también la del fiscal Miguel Serrano y de su excompañero Ignacio Stampa por su presunta relación sentimental con la abogada de Podemos Marta Flor; carga contra el ex comisario ya jubilado Marcelino Martín Blas; y, dando un paso adelante en su línea habitual de estos comunicados, hace un ataque furibundo a la historia del PSOE y a este Gobierno en particular.
El gran guión del todopoderoso Sanz Roldán
Villarejo ataca a la familia política del presidente Pedro Sánchez; al vicepresidente, Pablo Iglesias; a la ministra de Defensa, Margarita Robles y al de Interior, Fernando Grande Marlaska. Por contra, salva a la fiscal general del Estado, Dolores Delgado; al exministro de Interior Jorge Fernández Díaz, y al ex Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Eugenio Pino, detallando a lo largo de su relato sus porqués.
El entramado que denuncia en su texto sería una presunta conspiración para acabar con él diseñada por Sánz Roldán. Conspiración que, según sus palabras, se inicia en 2013, es denunciada por él ante los tribunales en 2015 y, según pasan los años, a ella se van uniendo más personajes "para saquear el patrimonio familiar obtenido gracias al trabajo en los últimos 40 años" a través de "la desmesurada petición de más de 70 millones de euros de responsabilidad civil".
Relata que después de los intentos de abrir contra él las causas Emperador, Pequeño Nicolás y Doctora Pinto, "el guión de Sanz Roldán" está cargado, al igual que la causa Tándem, de "falta de rigor puesta de manifiesto desde su origen, usando procedimientos perversos y obscenos, espurios, en suma, solo ocurren por la presión e impunidad que garantiza desde su inmenso poder Sanz Roldán y que en cualquier país decente democrática y jurídicamente hablando, anularía toda la causa". Y concluye: "La mayor síntesis que podría hacerse para simplificar esta causa es que la misma se apoya en cuatro patas: ilegalidades, falsedades, propaganda y terror".
Entonces comienza a contar... "Desde el advenimiento de la democracia se mantiene a espaldas de la ciudadanía un enfrentamiento larvado entre los poderes fácticos que siguen manejando el país, delimitándose entre la parte civil y la parte militar que ha perseguido y hasta ahora conseguido monopolizar la información que da el control a su poseedor".
"Esta obsesión por este control ha provocado y sigue haciéndolo los continuos enfrentamientos entre el gobierno legítimo y la cúpula que se nutre de la información que atesora el CNI". Como el gran demócrata en el que se erige en algunas partes del relato —en el que asegura hablar con "un mínimo de conciencia estratégicopolítica"—, Villarejo explica: "De ahí mi afecto a los agentes secretos que integran las filas del servicio secreto de mi país y el rechazo a su cúpula, siempre bajo el control militar que sigue considerando que son los únicos capacitados para manejar esta información estratégica, despreciando por tanto al Ministerio de Interior en la toma de decisiones cruciales".
Para ilustrarlo se remonta a sus inicios en la Policía en los años setenta y en cómo se oculta parte de su currículo, por ejemplo, "la captura de quien transportó los explosivos, al menos parte, que se emplearon en el atentado de Carrero Blanco, ni de los numerosos enfrentamientos con ETA, con resultado de muertos en algunos casos", algo que choca un poco con la versión desenfadada e imaginaria que le dio al periodista Carlos Enrique Bayo en una comida con el comisario.
Defensa e Interior se pegaban por sus servicios en el 93
En un modesto y nada confirmado recorrido por sus supuestas hazañas, Villarejo se atribuye "desde infiltración en redes de tráfico de drogas, armas, comercio con sustancias de especial peligrosidad como Uranio y explosivos, a detección de espías en centrales nucleares, industrias estratégicas como las aeronáuticas (CASA) pasando por infiltración en redes de financiación de ETA, especialmente en el extranjero".
"Por todo ello —añade glorioso—, cuando el exministro Corcuera del gobierno socialista de Felipe González, solicitó en 1993 mi reincorporación a su ministerio por los servicios prestados estando excedente, temí lo que por más que intenté evitar ocurrió, el recelo y posterior enfrentamiento entre Interior y Defensa, entre Corcuera y Serra-Manglano. El negarme a depender orgánicamente del CESID, aunque acepté seguir con mis colaboraciones puntuales, propició grandes tensiones ya que tanto Manglano como el ministro Serra querían en exclusiva las tareas de Inteligencia que realizaba para todos".
Para los escépticos no todo tiene por qué ser mentira. Villarejo asegura que se ha quedado con documentación y audios de estas grandes operaciones y que en estos momentos están siendo ocultados por el juez y los fiscales por orden del CNI, con la excusa de que no han podido ser desencriptados. Por ejemplo, explica que las "tensiones" (...) "tuvieron sus momentos álgidos como cuando informé oficialmente del sistema ilegal de escuchas del CESID que incluso se estaba utilizando con el propio jefe del Estado, lo que propició tanto la dimisión del General Manglano, del Ministro de Defensa y hasta del vicepresidente Serra en 1995, facilitando el cambio de gobierno entre otros escándalos que llevó al PSOE a perder las elecciones en 1996".
En febrero de 2018 Público informaba de que Villarejo y sus "periodistas de investigación", como él les llama, estaban realizando un tercer chantaje a la Casa Real al filtrarse una conversación entre el rey emérito Juan Carlos I y una de sus amigas íntimas durante más de dos décadas, Marta Gayá. Precisamente, las grabaciones estaban realizadas en la época del general Manglano y es el propio Villarejo quien dice estar en posesión de este tipo de material.
Demuestra Villarejo que algunas de las últimas pruebas solicitadas no le han gustado mucho y es que su defensa depende de ellos. Villarejo hace hincapié en que "resulta, por tanto, poco coherente exigir en 2017 la existencia de algún rastro escrito de mi reincorporación en 1993 como miembro de esta unidad de Inteligencia que el ministro Corcuera pretendía crear en Interior, cuando los enfrentamientos con su correligionario Serra por tal cuestión eran continuos y permanentes, lo que llevó primero a uno y después al otro a verse forzados a dimitir". Y es que, como ya ha adelantado este diario en varias informaciones, la estrategia de defensa de Villarejo podría hacerse añicos si el Ministerio de Administraciones Públicas corrobora que el comisario nunca se fue oficialmente de la Policía y que sus supuestos diez años de negocio privado y su vuelta al cuerpo en estupendas condiciones no son más que otra falsedad para librarse del delito de cohecho.
El emérito y Corinna, su obsesión
Comienza a entrar en el barro el comisario del juicio que este viernes le sienta en el banquillo, porque ése es el objetivo de un escrito que no va a tener ningún efecto en la causa Tándem: calentar el ambiente ante la querella que el exdirector del CNI le presentó en su día por las presuntas calumnias que lanzaba contra él.
Villarejo está convencido de que "el amigo de Su Señoría, SANZ ROLDÁN, ha preferido esta dinámica suicida que nos hará daño a todos al no razonar como servidor del Estado. Un general en la reserva, jugando a James Bond, mandando durante años mensajes amenazantes a la expareja sentimental del REY EMÉRITO, con insinuaciones de transferencias y/o movimientos de acaudalados rusos desde cuentas en Chipre a Seychelles, es evidente que no era consciente que esa conducta de advenedizo trasnochado, podía llevarle a la situación que ahora sufre quien debiera haber protegido por encima de cualquier rencilla personal, por muy enconada que esta fuera justificada contra mi persona. Tanto poder y tan poco sentido común para usarlo". Y añade: "Enviar esos mensajes, firmando además como Pau Bon, evidencia el grado de desconocimiento a la hora de reconducir asuntos de una especial sensibilidad como el que desgraciadamente ha terminado por ser más que una más que penosa jubilación de quien tanto debemos los españoles y que parece que ahora todos olvidaron".
Villarejo denomina al exjefe de los espías como "guardián", quizás en un juego de palabras porque el periódico The Guardian es uno de los medios de cabecera de Corinna zu Sayn-Wittgenstein (Corinna Larsen) desde que en 2012 comenzara a publicarse su posible relación con el entonces rey Juan Carlos I. También lo califica de "Lord protector de la Corona", pero le acusa de haberse "guiado por una mentalidad cateta, sin visión amplia y, por supuesto, ni práctica, ni menos aun conciliadora, ante una situación tan comprometida para los intereses nacionales. Ésta sería la única explicación que tendría el contratar a matones de la legión francesa para una operación de acoso y derribo de tal gravedad que los mercenarios se negaron a ejecutar, al menos en suelo europeo y pensar, que lograrían engañar con sus ademanes y comentarios agresivos a que la ex amiga del REY EMÉRITO le entregaría la documentación, especialmente comprometida que guarda".
"Pensar que resultaría fácil llenar baúles herméticos y cajas fuertes y que una persona experimentada como MELISSA HOLLOWAY, asistente personal compartida con el príncipe Alberto de Mónaco, no iba a alertar del saqueo que estaba sufriendo con la excusa de mejora de seguridad de la que tenían autorización, es inconcebible". Y para demostrar que maneja información a pesar de las rejas, añade: "Esta conducta torpe y desafortunada que comenzó en el aciago encuentro en el hotel londinense Connaught, siguiendo con el asalto a principio de año en una mansión en la campiña inglesa, ha provocado el intento del REY EMÉRITO de arreglar tanto entuerto de su "mensajero", reuniéndose en Londres en marzo de 2019".
Villarejo anuncia que el mapa judicial de Juan Carlos de Borbón podría ampliarse de Suiza y España, "presumiblemente en breve" al Reino Unido, algo que, evidentemente, "provocó SANZ ROLDÁN, que se dice amigo, por lo que su majestad no necesita enemigos para sucumbir".
Y asegura que "nada de ello habría tenido lugar, si nunca hubieran visto la luz las grabaciones que el CNI me ordenó realizar (...), tal y como el propio SANZ ROLDÁN reconoció ante la Comisión de Secretos del Congreso en julio de 2018". Aquí nuevamente la prueba de que lo que dice el comisario preso es falso es fácil de obtener. En enero de 2017, el comisario Enrique García Castaño —según una grabación hecha por Público de una conversación con él— era conocedor del viaje que habían hecho meses antes Villarejo y el expresidente de Telefónica Juan Villalonga para ver a Corinna y de que esas grabaciones y documentación se las habían entregado a su amigo Manuel Cerdán para que las publicara cuando estuviera en apuros, como hizo finalmente en agosto de 2018, meses después de revelar las conversaciones con Marta Gayá.
Ese mismo mes de enero de 2017, el socio y amigo del comisario Villarejo y de Juan Villalonga, Adrián de la Joya, también hizo un viaje a la localidad suiza de Gstaad donde se reunió con la actual enemiga íntima de la Casa Real.
Sin embargo, Villarejo quiere dejar claro que "para que Su Señoría no tenga dudas ni tenga la tentación como los fiscales de engañar a la ciudadanía, señalándome a mí como el culpable de la tragedia que afecta a la monarquía y que torpemente provocó quien tenía que protegerla, le hago un recordatorio del calendario de hechos que nos han llevado al estado actual". Procede entonces a relatar todos escritos enviados al juzgado desde el 3 de noviembre de 2017 cuando fue detenido acusado de cohecho, blanqueo de capitales y organización criminal: tres ese mismo noviembre "advirtiendo del contenido incautado, así como del riesgo a altas instituciones del Estado (...). El juez pregunta al CNI y contestan que no hay nada delicado". Hasta quince escritos que se extienden hasta diciembre de 2018 en los que, según Villarejo, advierte de material delicado aunque sin develar nada, pero a la vez se queja de que los fiscales le mandan callar y no le dejan desvelarlo. De ahí estas más de 100 páginas.
"Como verá Su Señoría, sin necesidad de seguir extendiéndome hasta la situación actual, todo el daño reputacional intolerable e inmerecido que sufre el REY EMÉRITO, lo han provocado estos individuos que imprudentemente no son conscientes del riesgo de desestabilización que conlleva para la convivencia nacional". Se refiere al CNI, algunos policías, fiscalía, Podemos y el PSOE.
Como en todo buen escrito, Villarejo no podía quedar fuera de esas amenazas que al parecer Corinna ratificará en el juzgado. Villarejo sube un grado al relatar que "en mayo de 2018 estuve al borde de la muerte al ser envenenado y cínicamente achacarlo a una reacción alérgica a un medicamento que nunca quisieron identificar. A pesar de denunciarlo formalmente, tanto en el hospital como en sede judicial, nunca se hicieron análisis para determinar cuál era la sustancia que casi me mata, salvándome solo gracias al cálculo equivocado de la dosis y a mi determinación de querer vivir". También dice haber sufrido "todo tipo de torturas físicas y psíquicas, cacheos denigrantes, totalmente desnudo, así como las entradas sorpresivas en mi celda". El hombre que persiguió a los terroristas de Carrero, a peligrosos etarras a quienes incluso "ayudábamos a suicidarse", el empleado del torturador Conesa... Él, Villarejo, tiene miedo.
Aunque su conciencia del deber le hace estar más preocupado, por ejemplo, porque "Su Señoría no merezca este triste final para su jubilación, el mismo que pretenden darle [Sánz Roldán] con odio evidente a nuestro REY EMÉRITO. Deberían haberse eliminado del torrente sumarial todas las referencias a entidades, especialmente las relacionadas a partir de 2014, suponiendo una irresponsabilidad lo aflorado sobre vínculos con el sultán de OMÁN, QABUS BIN SAID, máxime cuando a principios de año, acudió a su funeral nuestro rey FELIPE VI".
Su amiga Dolores Delgado y la guerra con la ministra Robles
En esta ocasión, el comisario añade a sus objetivos personas concretas del Gobierno. Describe que "a partir de junio de 2018, he recibido una serie de visitas como emisarios gubernamentales, tanto del PSOE como de Podemos como de los fiscales, ofreciéndome la libertad a cambio de testificar contra adversarios políticos, exculpando a otros afines, sobre hechos que constan en el sumario, esto es, en el material incautado en teoría incorporado a la causa, parte del cual ha desaparecido y/o está ahora en manos de los auténticos chantajistas. Debo reconocer que tales peticiones lejos de sorprenderme han constatado la experiencia que siempre tuve de controladores de todo cuando el PSOE gobernaba a diferencia de la actitud timorata y cobardona del PP cuando lo hacía".
Aunque también encuentra a sus amigos, por ejemplo a la exministra y actual fiscal general del Estado, Dolores Delgado, de quien dice que "el riesgo de cese de la entonces ministra de Justicia a raíz de la filtración de una de las comidas que mantuve con ella frustró los intentos de negociación y la empujó a tener que atacarme públicamente, después de que incluso Podemos pedía su destitución. No la culpo y lejos de abrigar algún resentimiento hacia ella, la sigo considerando una excepcional fiscal y una persona valiente, en el más amplio sentido de la palabra. De nuevo y muy a mi pesar, en medio de una guerra entre facciones de un mismo partido y/o gobierno, repitiéndose el cliché entre dos mujeres, ahora Delgado contra Robles como en época del PP fue entre Santamaría y Cospedal".
Pero si Delgado es su apoyo, "aunque se me ha intentado también presionar para que testifique contra la actual Fiscal del Estado por las gestiones, reuniones y/o comidas celebradas estos años y, muy en concreto, sobre una de las piezas referidas a una extradición frustrada, me mantuve firme una vez más y preferí seguir en prisión"; sus contrincantes son la ministra de Defensa Margarita Robles —con quien guarda rencillas desde que intentara echarle de la Policía en 1995— y el de Interior, Fernando Grande Marlaska.
Señala claramente como intermediadora a Dolores Delgado mientras culpa a Margarita Robles y a Sanz Roldán de ser los filtradores del material no incautado en la causa, al aseverar que: "En estas especies de zombis con apariencia de vida, no debo dejar de mencionar especialmente al portal, panfleto-replicante que es MONCLOA.COM, nacido artificialmente para romper los puentes que la ministra de Justicia me tendió para intentar solucionar el grave conflicto que ahora todos lamentan. Como mero dispensador de bulos, rumores y grabaciones manipuladas, el ex director del CNI con la complacencia de quien más odia a la actual fiscal general del Estado, esto es, de la ministra de defensa, ha utilizado a este troll de MONCLOA.COM, sin haber calibrado el daño a corto-medio plazo que inferiría a la Corona, al mantener artificialmente esta causa general contra mí, en realidad contra el Estado, como queda demostrado".
Para Villarejo, la influencia de Robles en la magistratura es poderosa hasta el punto de haber conseguido colocar al nuevo magistrado auxiliar de la causa Tándem. "No es de extrañar, por tanto, que la plaza de juez de apoyo, precisamente de su juzgado —le señala a García Castellón sobre una vacante en el Central 6 de la Audiencia Nacional del que es titular—, disputada entre los magistrados Abascal y Freire, finalmente se adjudicara al primero, por lo que quien perdió llegaría a aseverar que "el CGPJ, más que un órgano serio y muy riguroso, se parece más bien a un grupo de amiguetes que comparten todo tipo de cuitas en un Club de Golf". Al final, una vez más "la jueza amiga" impuso su poder absoluto y Abascal ganó. Todo lo que estoy refiriendo en el presente escrito, está perfectamente probado documentalmente en los discos duros que "tanto trabajo" cuesta abrir y/o que a Su Señoría ocultan, faltándole el respeto como instructor".
El oscuro Marlaska y la familia política de Pedro Sánchez
En esta ocasión, Villarejo ataca la vida privada de dos altos miembros del Gobierno, el presidente Pedro Sánchez y el ministro de Interior, Grande Marlaska. Sobre este último explica que "desde primeros de año, el ministro Marlaska ha cedido el control de prisiones a Podemos (...) con la condición de contar con su apoyo, incluso en aquellas informaciones comprometedoras que yo he denunciado ante Su Señoría y que he comentado en las grabaciones que me hacen en prisión".
Todo esto obedecería, según el comisario, a que Podemos domina la estrategia y de ahí: "Los intentos desesperados de liberar en la embajada mejicana en Bolivia de financiadores ilegales de Podemos y/o la sustitución del coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos por el comisario Rodríguez, conocido como "Lenin" en la Policía, evidencia la dependencia, casi sumisión del ministro del Interior para evitar todas las pruebas que existen en la causa contra él y que terminarán viendo la luz".
Así que Villarejo echa mano del pasado del ministro y de su vida privada para lanzar graves acusaciones contra él. Y añade: "Fueron años que el ministro Marlaska conseguiría borrar siempre que siga apoyando la estrategia que le marca Podemos, además de ir contra mí, en la difícil situación de actuar, aunque por ahora sea de manera soterrada, también contra la actual Fiscal General del Estado".
Toda esta 'información' estaría guardada en el famoso archivo Jano sobre la Magistratura que estaba en poder de Corinna y que también tiene Villarejo, y del "que ahora gozan en el CNI y el archivo que le afecta de "CONTROL DE TOGAS", le habrán mostrado su historial algo disoluto. Una pena que un buen juez se perdiera por sus excesos".
"Hasta que afortunadamente la sociedad evolucionó hacia la sana tolerancia —prepara así Villarejo su embestida contra el presidente del Gobierno— y a considerar equiparable la heterosexualidad con la homosexualidad, estos ambientes gays eran objeto de control por parte de los servicios de espionaje de todo el mundo y ello no fue precisamente una excepción en España; véase las saunas gays que se vincularon a la familia política del presidente Sánchez. Y no es cierto que participara en la colocación de cámaras y micrófonos en la sauna Adam de la calle San Bernardo, XX. No fue a mí a quien Sabiniano Gómez permitió dicha actuación y deberían preguntar al que dirigía esta Unidad de "fontaneros", ahora testigo protegido en esta causa".
El espionaje a Iglesias y el 11-M
Si hay a quien Villarejo le profesa una inquina equiparable a la que tiene contra Félix Sanz Roldán, éste es el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias. Apunta el comisario que "esta obsesión de espiar –que aún se mantiene–, también afectó al actual vicepresidente Iglesias, por sus excesos en sus relaciones sexuales al considerar que prevalecía su superioridad en el partido para conseguir los favores de sus subordinados, siendo objeto de dicho control por parte del CNI, incluso cuando estuvo en Bruselas, en casa de ex presidente de Ecuador, Correa, y pese a sentirse espiado; como extraña conducta, no lo denunció, al formar ya él parte del CNI".
Como en el caso del exdirector del CNI, "es más que evidente que la obsesión enfermiza del vicepresidente hacia mi persona se enmarca en la preocupación que sintió al verse descubierto por mis trabajos de inteligencia, frustrados porque el PP decidió boicotearlos pensando que potenciando a Podemos, se debilitaba al PSOE". Es decir, es la excelencia de los trabajos del comisario lo que irrita a sus enemigos, que pretenden ocultar mucha de la información incautada y por eso propone ampliar la investigación de Tándem en 25 piezas más, hasta las 54, entre las que se encuentran las más variopintas cuestiones: desde participar en un presunto intento de castración química al rey Juan Carlos I hasta el pago de sobornos a multinacionales como Repsol en Venezuela y otros temas ya juzgados y prescritos como los GAL.
Ahora, por si el juez García Castellón tenía dudas de los trabajos parapoliciales de Villarejo sobre Podemos, que se prolongaron al menos hasta 2018, como ha desvelado Público esta semana, el comisario se autoerige como el conseguidor de la mayoría de los fake contra la formación morada y acusa al juzgado de "ocultar como sea todo aquello que pueda señalar a miembros de este gobierno, en especial ahora al vicepresidente Iglesias y algunos miembros más de Podemos como los informes que conseguí del servicio secreto Venezolano, va a resultar una tarea imposible, por más que se empeñen en ello. Las copias de las actas de las reuniones con dirigentes de ETA, junto con espías venezolanos y cubanos donde se informaba a los miembros de Podemos de los fondos librados para provocar revueltas en aquellos países influenciables como España, se conocerán al final pese a que se oculten con la excusa de que precisamente es esa mitad, la que no se desencriptó, es donde estaría y por eso no las encuentran".
Sobre el caso DINA, asegura que "no existió tal robo, sino la venganza desesperada de una examante despechada que quería desenmascarar el ocultado machismo primitivo de su "macho alfa", esto es, su mentorprotector, Iglesias". Sin embargo, denuncia que "forzarme urgentemente a declarar sobre el falso espionaje a Iglesias en plena campaña de elecciones generales, es sin duda la más perversa y obscena utilización de la justicia con fines políticos que nadie se atrevió a hacer y que Su Señoría permitió, aunque ahora se arrepienta".
Por otro lado, al comisario le "resulta sarcástico que consideraran mi testimonio sobre el 11M como "falto de concreción y superficial" cuando di detalles de mis reuniones con Abu Abbas en Argel, André Azoulay y los generales Laanigri, Harcan, Himma, Bembrahim y Dris Basri, entre otros, en Marruecos y las grabaciones de esos encuentros que estaban en mis archivos han desaparecido y, tal vez, incluso destruidos para siempre. Deberían hacer una sincera introspección para que se expliquen así mismos las razones por las que no quieren llegar a descubrir los inductores. Informaciones de un enorme valor conseguidas por miembros de la familia Hariri en el Líbano, Michael Bennecorse, Zin Zhidi, Lezme Cooreand y otros en Francia, el general Shawkat y Al Kassar en Siria. Así como los más influyentes príncipes de la Casa Saud, reinante en Arabia, se están ocultando a la opinión pública con la excusa de ser información clasificada que me sustrajeron durante mis registros, pero nunca constó en el sumario." Aunque esto no debería significar ningún problema, ya que el comisario Villarejo se jacta en diferentes conversaciones grabados por él mismo antes de ser detenido, incluso en esta misma denuncia-libro, que sólo se han incautado de un 20 o 30 por ciento de las copias que tenía de su archivo.
Asegura que la información sobre Podemos la pudo contrastar con Hugo Carvajal, militar venezolano y presunto cabecilla del Cártel de los Soles, con relación con la pareja de la fiscal general del Estado y amigo del comisario Villarejo, el exjuez y dueño del bufete que lleva la defensa del resto de mandos policiales, Baltasar Garzón. Según Villarejo: "Ni siquiera esta proliferación de datos, por cierto, contrastados con el general jefe de inteligencia venezolana, Hugo Carvajal, con el que coincidí en prisión, le debió parecer suficiente a Su Señoría para indagar lo que un año y medio después, sí está haciendo un juez de instrucción en Madrid, que sí parece habérselo tomado más en serio. No me extraña que dicho espía venezolano, –con ayuda del CNI– se diera a la fuga al ser puesto en libertad. Y, mientras a mí se me mantiene en prisión con la excusa de riesgo de fuga, cuando tuve ocasión de hacerlo cuando en 2016 ya me advirtieron que iba Su Señoría a organizar este sumario contra mí por hacerle un favor a su amigo SANZ ROLDÁN, pese a que la referida denuncia anónima no se instrumentalizaría en 2017, justo un año después".
Emperador, la doctora Pinto y el pequeño Nicolás... ahí empezó todo
Villarejo da a entender en su libro-denuncia que el jefe de los espías no podía con su eficacia, así que su caída "obedeció a un elaborado plan para desprestigiar con la destrucción de mi imagen, denostar la eficacia demostrada por las tareas de Inteligencia que venían realizando las unidades de la Guardia Civil con escaso contenido, y la Policía, mucho más eficaces que los informes siempre "técnicos" que venía confeccionando el CNI últimamente".
¿Por qué? "La doctrina impuesta por Sanz Roldán fue aparentar, más que resolver. De ahí los grandes fracasos durante su etapa, por más que la auto propaganda los trataría de enmascarar. La obsesión desde el primer momento de Sanz Roldán, más que solucionar problemas, era acaparar información como método para amasar el máximo poder". Sin embargo, "Sanz Roldán que contaba con el apoyo de la vicepresidenta que así creía conseguir sustituir a Rajoy cuando este dimitiera por la sentencia de la Gürtel, tenía como aliado en Interior al propio director Cosidó que se sentía merecedor de mejor cargo.
Cosidó había nombrado a Pino como DAO (Director Adjunto Operativo) por saber de su lealtad al mando y por sus vínculos con el SPP, sindicato mayoritario entre los mandos policiales".
Entonces entra en acción otro de sus objetivos, el comisario de Asuntos Internos ya jubilado, Marcelino Martín Blas, que empezó a investigarle cada vez que su nombre aparecía en una investigación de crimen organizado. Y la primera fue la Operación Emperador contra la mafia china. Según Villarejo, pese a "la presión del exministro Acebes, no nombró DAO al que sí hizo enlace con el CNI y Jefe de Asuntos Internos, Martín Blas porque carecía de la mínima formación universitaria y por el historial de fracasos en los anteriores destinos, pese a ser de un bajo rango como Comisario de distrito. Tanto Cosidó como Martín Blas se sintieron víctimas de la acción impositiva de la Secretaria General del PP, Mª Dolores Cospedal, al ministro para que nombrara Secretario de Estado a Francisco Martínez después de haber sido su jefe de gabinete. Martínez terminó intentando mantener la equidistancia entre la vice y Cospedal, lo que en política supone desconfianza en ambos contactos; y esa fue su mayor equivocación, como se ha visto después. En política, los neutrales se quedan en tierra de nadie".
Asegura en su relato que pese a "estas maniobras de ofuscación que le llevaron en la mayoría de las ocasiones a fuertes enfrentamientos con el ministro y el secretario de Estado de Interior, incluso ante la presencia del presidente Rajoy, Sanz Roldán activó una serie de operaciones de desprestigio hacia la imagen de la Policía, contando con la complicidad de Martín Blas y de Cosidó y ante la pasividad de la mayoría de los mandos policiales; que salvo Pino, los demás creían que no iba contra ellos. Filtraciones de actuaciones de la Fiscalía con versiones sesgadas incluso de conversaciones privadas del ministro sobre Cataluña y otras cuestiones sensibles, propiciaron la desconfianza y el aumento de un estado de tensión que ya se mantendría hasta que el PP perdió definitivamente las labores de Gobierno".
Según Villarejo, "como fracasó el intento de implicación en el caso Emperador", se activaron dos nuevas causas conocidas como Pequeño Nicolás y la doctora Pinto, "donde se elaboraron informes falsos al dictado de Sanz Roldán sin que hasta el día de hoy, ningún juez ni fiscal actúe pese a ser conocedores de ello" y donde también entró en acción la actual ministra Margarita Robles, ya que según Villarejo la titular de Defensa es "paciente de la dermatóloga". Según ha podido confirmar Público, esto fue así hace más de 15 años y en la actualidad no mantienen ninguna relación.
También hace alusión al segundo juicio que le espera este 2021, el de la grabación ilegal al CNI y a Asuntos Internos, donde también está acusada su mujer Gema Alcalá. Se queja de que se le acusa de "haber empleado un programa espía que había puesto el DAO Pino y el Comisario García Castaño en el teléfono de Martín Blas para grabar una conversación con miembros del CNI sobre el sumario secreto que investigaban, demuestra el grado de desprecio a la verdad que impera en un país, en teoría con un garantista estado de derecho. Al final, aunque no había programa cuando analizaron el teléfono, se me ha imputado como inductor de la colocación del programa "fantasma" y no se persiga a los autores en teoría materiales que según dicen fueron quienes instalaron y que nunca fueron imputados".
Y parafrasea unas declaraciones de los servicios de inteligencia cuando advirtieron del peligro en que se estaba convirtiendo Villarejo: "No era cierto lo que repetía Sanz Roldán de que "o el Estado acaba con Villarejo o es Villarejo quien acaba con el Estado", a menos que llegase a creer que el "Estado era él, ya que el CNI era un Estado dentro del Estado"; esas eran siempre sus palabras".
Los buenos, Fernández Díaz y Eugenio Pino; los malos, los fiscales y Podemos
Con el PP todo es diferente. Ahí están los buenos. O así lo recuerda Villarejo. "El 10 de marzo de 2015, el por entonces ministro de Interior, Fernández Díaz, declaró en el Senado, no solo la importancia de mis actuaciones, sino el resultado de un expediente oficial para determinar si incurrí o no en incompatibilidad, determinándose fehacientemente que jamás usé medios y/o informaciones que conocí por razón de mi cargo para los trabajos privados con los que financiaba la estructura empresarial que precisamente luego usaba en beneficio del Estado y/o del gobierno de turno".
Entre los buenos, también está el ex Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía, Eugenio Pino. Según escribe el comisario desde prisión: "Después de oír al DAO Pino, Su Señoría se ha dado cuenta de que le han engañado y ha sido utilizado, de ahí su comentario de que esta declaración dinamitaba todo el sumario "panorama devastador", ya que el propio Sanz Roldán frecuentemente reconoció al máximo mando policial que en ocasiones yo trabajaba para el CNI y que el propio presidente Rajoy se interesaba por el trato que recibía ante el ministro Fernández Díaz". Algo que no es estrictamente lo que Pino declaró, ya que reconoció que las relaciones entre Villarejo y el CNI no eran buenas, pero sí lo eran entre Villarejo y el Gobierno del PP.
El comisario tiene aprecio a pocas personas y menos en la Fiscalía Anticorrupción, en concreto a los de la causa Tándem. A Miguel Serrano, quien ejerce de titular tras la salida del caso de Ignacio Stampa, le llama "un vulgar palanganero", consentidor de las "proezas" del "pichabrava". Posiblemente del Ministerio Público, según su escrito, sólo le tenga cariño a la fiscal general Dolores Delgado y al ex fiscal anticorrupción que tuvo que cesar por tener una sociedad en Panamá, Manuel Moix. De él dice: "Atrás quedó el intento del ahora fiscal Moix del Tribunal Supremo, cuando intentó como jefe poner fin al uso político podemita de una Fiscalía Anticorrupción de la que se le forzó a marcharse".
Al juez García Castellón le deja un aviso con tono de consejo: "Posiblemente, perturbado por la creencia de sentirse protegido por el respaldo de su amigo SANZ ROLDÁN y quienes tiene este chantajeados, Su Señoría no es consciente que no van a poder salirse con la suya y presentar esta instrucción como legal y ajustada a derecho, cuando todos los autos y decisiones están plagados de mentiras y despropósitos, así como de falsedades".
Y concluye con un vaticinio geoestratégico tras el paso del general Félix Sanz Roldán por el CNI: "Mucho me temo que en el banquete del mundo de la Inteligencia no va a resultar fácil encontrar un sustituto, una vez que han visto la suerte que he sufrido y como se me ha eliminado cruelmente, tan solo por haber protestado por la calidad de cierta comida".
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