El inspector jefe de la Policía Nacional Ricardo Ferris, destituido por el ministro del Interior como responsable de la comisaría Centro de València tras afirmar en un acto público convocado por Vox que la "práctica totalidad de detenidos" son extranjeros, ha pedido su pase a segunda actividad.

Ferris, en una carta de despedida a sus compañeros del sindicato policial Jupol a la que ha tenido acceso EFE, asegura sentirse "sereno" ante su decisión, al tiempo que afirma que no es una "víctima" ni tiene "vocación de mártir". No obstante, ha cargado contra el ministro Fernando Grande-Marlaska y "todo su entorno decadente", a los que ha aprometido "hacer frente" y responder "a todos y cada uno de sus ataques y difamaciones con toda la contundencia que merece".

Fuentes del sindicato Jupol han manifestado a EFE que Ferris pasará a desempeñar tareas en segunda línea, como si fuera una especie de "reserva", una opción a la que pueden acogerse los policías antes de la edad de jubilación si han cumplido un periodo de actividad determinado.

El sindicato Jupol anunció que acudirá a los tribunales para denunciar el cese de Ferris, que fue destituido tras conocerse estas declaraciones que hizo en un acto público.

"Hace unos cinco años que no trabajamos con delincuentes nacionales", aseguró, al tiempo que bromeó al señalar que cuando detienen a algún español "en vez de llevarlo al juzgado" deberían trasladarle "al centro de especies protegidas de El Saler".

Marlaska, tachó de "xenófobas" estas opiniones y la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, las tildó de "despreciables, reprobables y falsas".

Ferris hizo estas declaraciones el pasado día 14 en el Ateneo Mercantil de Valencia en el marco de un acto sobre Inmigración y Ciudadanía organizado por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes) y el grupo parlamentario de Vox en Les Corts Valencianes.