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Navantia devuelve a España al ranking mundial de grandes vendedores de armas al calor de sus negocios con Arabia Saudí

Un nuevo informe del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) sitúa al astillero en el puesto 91 del 'Top 100' de empresas del sector militar a nivel mundial. Sus operaciones de este tipo en 2021 superaron los 1.000 millones de dólares.

Entrega de corbeta
Ceremonia de entrega de la tercera corbeta construida por Navantia para Arabia Saudí, celebrada el pasado domingo en Cádiz. Nacho Frade / EUROPA PRESS

La industria de la guerra riega de millones a Navantia. En 2021, la empresa pública española volvió a ocupar un renglón en el listado de las 100 principales empresas armamentísticas del mundo, y todo indica que nada le moverá de ese ranking: pocos días antes de que el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) publicara este ranking, Navantia cerraba un nuevo acuerdo con la dictadura saudí que se traducirá en otros cinco barcos de guerra.

Según consta en el informe del SIPRI al que ha tenido acceso Público, el astillero español –perteneciente a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que controla el 100% de su capital– realizó ventas de armas en 2021 por un valor de 1.080 millones de dólares, lo que le sitúa en el puesto 91 de este top 100.

Las ventas de material armamentístico por parte de Navantia ascendieron a los 1.080 millones de dólares, lo que supone un incremento del 17% respecto a las operaciones efectuadas en 2020, cuando se había quedado a las puertas de acceder a ese ranking elaborado por el SIPRI. 

Entre los principales clientes de esta empresa española se encuentra la dictadura saudí. En 2018, el régimen de Salmán bin Abdulaziz –involucrado desde 2015 en los ataques contra Yemen– encargó a Navantia la construcción de un total de cinco corbetas en el astillero gaditano de San Fernando. El importe del acuerdo llegó a los 1.800 millones de euros. Según la compañía, se generaron 6.000 puestos de trabajo entre empleos directos e indirectos.

En una carta enviada hace algunos días al Gobierno, Amnistía Internacional advirtió que estas operaciones implican una vulneración del Tratado de Comercio de Armas (TCA), que impide la venta de materiales de este tipo a países involucrados en guerras. 

La organización de derechos humanos reclamó al Ejecutivo que "revoque las licencias en vigor a la coalición encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, en particular las de aeronaves, piezas y componentes, munición y corbetas como las que Navantia tiene pendiente entregar a Arabia Saudí en los próximos meses, hasta que la coalición internacional ponga fin al bloqueo naval y aéreo de Yemen y la impunidad por los crímenes de derecho internacional cometidos".

Reclamó además que "suspenda el suministro de armas, municiones y material de defensa asociado a la coalición encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos mientras siga habiendo un riesgo sustancial de que podrían emplearse para cometer o facilitar violaciones graves del derecho internacional". Para "mitigar el impacto económico de esta decisión", AI instó al gobierno a crear "un Grupo de Trabajo sobre conversión de la industria de defensa". 

Sin embargo, la lluvia de millones no se detendrá. Hace algunos días, la agencia oficial de noticias de la dictadura saudí y Navantia daban a conocer de forma simultánea que el régimen de Salmán bin Abdulaziz había encargado a la empresa española la construcción de otros cinco buques de combate multi-misión. 

El acuerdo fue firmado el pasado miércoles 30 en Riad en presencia de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y el ministro de Defensa saudí, Mohamed bin Salman. "Los buques se construirán conjuntamente entre Navantia, en el astillero de San Fernando, y un astillero en Arabia Saudí", afirmó la empresa en un comunicado.

Aumento mundial

A nivel global, el informe publicado por el SIPRI señala que "las ventas de armas y servicios militares de las 100 mayores empresas del sector alcanzaron los 592.000 millones de dólares en 2021, lo que supone un aumento del 1,9% respecto a 2020 en términos reales".

Este incremento "supuso el séptimo año consecutivo de aumento de las ventas mundiales de armas". "Sin embargo, aunque la tasa de crecimiento en 2020-21 fue más alta que en 2019-20 (1,1%), siguió siendo inferior a la media de los cuatro años anteriores a la pandemia de Covid-19 (3,7%)", señala el informe publicado en Estocolmo y difundido en España por FundiPau.

El documento destaca que en 2021 "muchos sectores de la industria armamentística siguieron viéndose afectados por las interrupciones en las cadenas de suministros mundiales relacionadas con la pandemia, que implicaron retrasos en los envíos mundiales y escasez de componentes esenciales".

"Se podría haber producido un crecimiento aún mayor de las ventas de armas en 2021 si no hubiera habido problemas persistentes en la cadena de suministro", afirma Lucie Béraud-Sudreau, directora del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del SIPRI.

En esa línea, "la invasión de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022 ha añadido más obstáculos a los de la cadena de suministro para las empresas de armas, sobre todo porque Rusia es un importante proveedor de materias primas utilizadas en su producción", apunta el estudio.

Presencia europea

En cuanto al ranking, el SIPRI apunta que las empresas estadounidenses dominan ese top 100. "Las ventas de armas de las 40 empresas estadounidenses de la lista ascendieron a 299.000 millones de dólares en 2021", afirma.

Asimismo, en 2021 hubo 27 empresas con sede en Europa que se situaron en ese Top 100. "Sus ventas de armas en conjunto aumentaron un 4,2% en comparación con 2020, alcanzando los 123.000 millones de dólares", indica el informe.

"La mayoría de las empresas europeas especializadas en el sector aeroespacial militar declararon pérdidas en 2021, que achacaron a las interrupciones en la cadena de suministro", señala por su parte Lorenzo Scarazzato, investigador del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del SIPRI.

Por el contrario, "los constructores navales europeos parecen haberse visto menos afectados por las consecuencias de la pandemia y pudieron aumentar sus ventas en 2021", agregó Scarazzato. Es el caso de Navantia, la única compañía española en el ranking armamentístico.

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