Este artículo se publicó hace 3 años.
Nueva crisis en Podem justo en el relevo del vicepresident valenciano
Dimiten siete miembros del Consejo Ciudadano Valenciano justo una semana después de la renuncia de Martínez Dalmau. Desde Podem consideran que es "ruido" para tapar la ilusión generada por la entrada de Héctor Illueca al Consell
Joan Canela
València-Actualizado a
Siete representantes del Consejo Ciudadano Valenciano, máximo órgano del partido a escala autonómica, anunciaron este martes su dimisión irrevocable en protesta por lo que consideran "una deriva imparable" de la organización tras la llegada de Pilar Lima a la Secretaría General, hace poco más de un año. En un duro comunicado, estos siete ya exconsejeros acusan a la actual dirección de "llevar el partido a la inanidad, provocando el desencanto de la militancia". Aunque su memorial de agravios se remonta, sobre todo, a la sustitución de Naiara Davó como portavoz parlamentaria el pasado enero, la sustitución de Rubén Martínez Dalmau como vicepresident y conseller de Vivienda ha sido la gota que ha hecho colmar el vaso. Según este mismo escrito, esta decisión ha generado "un daño irreparable para la unidad, la fortaleza y la reputación de nuestro partido".
Ainhoa Alberola, una de las firmantes del comunicado, ha acusado a la dirección, en conversación telefónica con Público, de "censurar el debate interno" y de "expulsar a la mitad de la militancia" que en las primarias de hace un año optó por apoyar a Davó. Una actitud que habría generado un fuerte descontento interno, además de aumentar la desafección entre los colectivos locales, ya tocados por el desastre de las elecciones municipales, donde quedaron sin representación en importantes municipios del País Valencià, incluida la capital. Alberola no ha querido detallar si además del órgano de dirección dejarán también el partido o que rumbo tomarán. "Eso depende ya de cada uno", ha sostenido.
Desde el sector oficialista, se ha hecho hincapié en que las personas que han dimitido son una minoría: "Los números son los que son, o sea siete personas de un órgano de 42 que, además, validó con más del 80% de los votos la sustitución de Martínez Dalmau por Illueca", aseguran estas fuentes, por lo que piden "no entrar en la estrategia del ruido" de los dimisionarios. Desde la dirección no se percibe ni el desgaste ni la falta de transparencia que denuncia el sector crítico, sino una enorme ilusión por la entrada de Illueca en el Consell, una figura que, aseguran, "genera un gran consenso entre todas las corrientes".
Historial de inestabilidad
A pesar del optimismo oficialista, personas próximas a Podem confirman a este periódico el ambiente "caliente" entre los grupos de debate internos, con amenazas de nuevas purgas incluidas y la marcha de mucha gente más crítica o incluso no tan alineada con la actual dirección. Fuentes parlamentarias cuentan además de una cruda batalla por el control del grupo parlamentario, con una mayoría de diputados "que ni se hablan" con su secretaria general y portavoz, Pilar Lima. "La situación ha llegado al punto de bloquearse las contrataciones del personal de apoyo al grupo".
Un conocedor de la vida interna de Podem asegura que la actual tensión viene forzada por una estrategia de control del partido orquestada desde Madrid: "A diferencia de otros territorios, en el País Valencià, Podem nunca ha sido muy estable, con muchas corrientes y cambios constantes de liderazgo. Y es cierto que el equipo de Davó tampoco consiguió estructurar el partido. Por lo que, desde Madrid, se optó por tomar el control, pero lo han hecho entrando a saco y sin tener en cuenta la realidad ni la idiosincrasia valenciana", aseguran esta persona. Aunque también pide poner en contexto estas tensiones: "Podría ser comprensible por la necesidad de conseguir un blindaje férreo ante los constantes ataques de las cloacas que recibe Podem".
Sea por los motivos que sea, el resultado es que, desde 2015, Podem ha tenido, en el País Valencià, cuatro secretarios generales y cinco portavoces parlamentarios, además de cambiar de candidato en cada contienda electoral. Si en 2015 fue Antonio Montiel y en 2019 Rubén Martínez Dalmau, muchas voces colocan a Héctor Illueca como cabeza de cartel para 2023 —y que esto explicaría la presión para forzar su entrada en el Consell—, aunque desde la dirección recuerdan que todo dependerá del obligatorio proceso de primarias.
Pero parece que la inestabilidad de Podem no afectará la del Govern. O al menos en esto coinciden todas las fuentes consultadas. "Todo el mundo es muy consciente que es o Botànic o barbarie — asegura alguien próximo a la coalición gubernamental —, aunque sí que ahora pueden cambiar las correlaciones internas, con un conseller de Podem menos proclive a aliarse de forma sistemática con los socialistas".
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