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OPERACIÓN LEZO Ariza, convencido de que González buscaba perjudicar a Rajoy y se inventó el chantaje

El presidente del Grupo Interconomía, en conversación con 'Público', insiste en la falsedad de que chantajeara al presidente del Gobierno, cree que el exjefe del Ejecutivo madrileño sabía que le grababan y cree que, aunque el audio sobre la Caja B del PP existe, esa grabación es ilegal y, por tanto, impublicable.

Julio Ariza (i) y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, juntos en un acto. EFE


Julio Ariza ha negado hoy a Público haber chantajeado a Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno, con una cinta que contendría una conversación de Ildefonso de Miguel, en prisión por la operación Lezo de corrupción vinculada al Canal de Isabel II, y un empresario gallego que confesaba haber entregado dinero al extesorero del PP, Álvaro Lapuerta, para financiar al partido en negro. La existencia de la cinta se ha conocido a través de las conversaciones entre el expresidente madrileño, Ignacio González, y el exministro Eduardo Zaplana recogidas en el sumario de Lezo y desveladas por El Español.

"Es absolutamente y rigurosamente falso. El propio Gobierno ha salido a decir que era completamente falso y hasta Bárcenas me ha dejado un mensaje hace una hora diciéndome "Dilo dónde quieras, eso es totalmente mentira", ha remarcado Ariza en conversación telefónica con este periódico.

"No podíamos publicar legalmente esa conversación entre dos personas"

El presidente del Grupo Intereconomía cree que Ignacio González sabía que estaba siendo grabado cuando contó a Zaplana lo de la cinta y el chantaje al presidente del Gobierno por parte de Ariza, por lo que (aunque la grabación existe) lo que pretendía el expresidente de la Comunidad de Madrid era perjudicar al líder del PP contando una mentira. "La vimos el jefe de investigación de La Gaceta y yo, llamamos al empresario y le preguntamos si confirmaba que ésa era su voz y si él había tenido esa conversación. Nos dijo que no, y después de eso ya no pudimos hacer nada".

Según cuenta Ariza, el empresario gallego que salía presuntamente en la grabación "decía que no era su voz, que no era él y que él no había hecho nunca eso. Lo negó todo. Era un señor jubilado que no trabajaba desde hacía años, no quería meterse en ningún lío". Por tanto, La Gaceta optó por no publicar la grabación, primero, porque "uno de los personajes desmentía en la grabación y, segundo, porque nosotros tampoco podíamos publicar legalmente una conversación entre dos personas". Es decir, que Ariza sospechaba que, en cualquier caso, esa grabación no era legal porque había sido obtenida por un tercero.

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