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La petición de Junts a Aragonès de someterse una cuestión de confianza desata la enésima crisis en el Govern

Aragonès ha suspendido su agenda y mantendrá varias reuniones en el Palau de la Generalitat para estudiar los escenarios que se abren ahora.

27/09/2022 - El vicepresident del Govern, Jordi Puigneró, i el president, Pere Aragonès, en el debat de política general d'aquest dimarts.
El vicepresident del Govern, Jordi Puigneró, y el president, Pere Aragonès, en el debate de política general de este martes. Job Vermeulen / ACN

La pequeña tregua entre ERC y Junts per Catalunya que aparentemente había permitido a los dos socios del Govern llegar al debate de política general del Parlament con menos tensión que hace unas semanas  ha durado muy poco. La propuesta de Junts de que el president de la Generalitat, Pere Aragonès, se someta a una cuestión de confianza si no aporta "garantías y concreciones" para cumplir el pacto de gobierno ha disparado de nuevo las tensiones internas.

Hasta el punto de que un Aragonés claramente molesto ha suspendido su agenda pública de este miércoles y mantendrá varias reuniones en el Palau de la Generalitat para abordar la situación. El president tenía programadas visitas a Osona y Berga. Posteriormente, el vicepresidente y dirigente de Junts, Jordi Puigneró, también ha suspendido su agenda.

A la espera de comprobar cómo se resuelve la enésima crisis del Govern, fuentes de presidencia apuntan a que Aragonès no piensa convocar una cuestión de confianza, pero que el simple hecho de plantearla -como ha hecho Junts- "supone retirar la confianza en el Govern y en el president". Aragonès estudia los distintos escenarios que se abren ahora.

En cualquier caso, ambos grupos tendrán que pronunciarse sobre el tema como tarde la próxima semana, ya que en el próximo pleno del Parlament se votará una moción de la CUP en la que justamente se reclamará una moción de confianza a Aragonès.

Según establece el artículo 44 de la Llei de Presidència de la Generalitat i del Govern, solo el president del Govern puede convocar una cuestión de confianza sobre su programa, sobre una declaración de política general o sobre una decisión de excepcional trascendencia.

La votación debe realizarse al menos 24 horas después de que la cuestión haya sido presentada y el president mantendrá la confianza del Parlament si obtiene la mayoría simple de los votos emitidos. Si no lo consigue, es cesado y la cámara debe escoger a un nuevo president de la Generalitat. Hasta ahora, el Parlament solo ha votado una cuestión de confianza, que fue superada en septiembre del 2016 por Carles Puigdemont.

Junts quiere "garantías" del cumplimiento del acuerdo

Aunque formaba parte del acuerdo entre la CUP y ERC para investir a Aragonès, la convocatoria de una cuestión de confianza había desaparecido del horizonte político desde que los republicanos habían dejado de sentirse comprometidos con ella después de que los anticapitalistas votaran el año pasado contra los presupuestos de la Generalitat.

Pero este martes por la noche reapareció en la intervención de Albert Batet, el presidente del grupo parlamentario de Junts, en el debate de política general. Batet defendió que su formación pediría a Aragonès que se someta a ella si no aporta "garantías y concreciones" para cumplir el pacto de Gobierno.

Junts reclama la revisión de tres puntos para que se cumpla el acuerdo, que son el establecimiento de la dirección estratégica del independentismo, la coordinación de la actuación en Madrid y el replanteamiento de la mesa de diálogo entre gobiernos para que se aborden realmente cuestiones como la amnistía y la autodeterminación.

"Necesitamos claridad y garantías del cumplimiento del acuerdo", insistió Batet. "No voy a entrar en ningún juego que suponga la inestabilidad de las instituciones y ponerlas en riesgo", replicó Aragonès durante el debate, tras comprometerse a "avanzar" en los tres puntos que Junts pide revisar, "adecuándoles a resultados razonables".

En medio de este escenario, la próxima semana el Parlament votará una moción de la CUP pidiendo a Aragonès que se someta a una cuestión de confianza. Lo ha anunciado la portavoz del grupo parlamentario de los anticapitalistas, Eulàlia Reguant.

Reguant considera que la cuestión de confianza a Aragonès supone "higiene democrática"

"Este Govern que es de ERC y Junts se ha alejado sistemáticamente del marco que entendíamos que se había dibujado con los resultados electorales y el acuerdo de investidura y era de higiene democrática que el presidente Aragonès se sometiera a una cuestión de confianza", ha dicho en una entrevista en TV3 desde Madrid, antes de comparecer en el Tribunal Supremo donde se le juzga por desobediencia por negarse a responder a Vox en el juicio del Procés.

El precedente de Puigdemont

En una entrevista en Catalunya Ràdio, este miércoles Albert Batet ha asegurado que una cuestión de confianza puede ser "una oportunidad" para dar "más garantías y estabilidad al Govern". El dirigente de Junts ha recordado que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ya se sometió a ella y reivindicó que dio lugar al referéndum y a la declaración de independencia.

"Fue un éxito, creamos una cadena de confianzas que dio más fuerza", ha asegurado. Batet ha insistido en que es "una cuestión de radicalidad democrática". Puigdemont se sometió a una cuestión de confianza en septiembre del 2016, que salió adelante gracias al apoyo de su grupo —Junts pel Sí, la coalición formada por la antigua CDC y ERC— y la CUP, a raíz de su compromiso de convocar un referéndum de autodeterminación, que sería el 1-O de 2017. Posteriormente la CUP también avalaría los presupuestos del Gobierno de 2017.

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