Este artículo se publicó hace 3 años.
El Gobierno salta la primera valla en la carrera presupuestaria, aunque sigue lejos de cerrar un acuerdo con sus socios
El Ejecutivo salvará previsiblemente el próximo jueves los siete vetos presentados a las cuentas públicas por parte de PP, Vox, Cs, Junts, CUP, Foro Asturias y Coalición Canaria. No obstante, esta es solo la primera prueba de fuego ante una carrera llena
Pilar Araque Conde
Madrid-
La decisión de ERC, PNV y EH Bildu de no presentar una enmienda a la totalidad al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022 allana el camino para la aprobación de las cuentas públicas. Tras cerrar varios acuerdos in extremis con estos partidos, el Gobierno salvará la próxima semana con toda probabilidad la primera gran prueba de fuego del proyecto presupuestario, aunque esta condición no exime al Ejecutivo de seguir negociando para que los Presupuestos lleguen a buen puerto.
Así lo han trasladado este mismo viernes los portavoces de estas fuerzas parlamentarias, imprescindibles para la aprobación del proyecto legislativo. Más aún ante los siete vetos presentados (los mismos que cosecharon las actuales cuentas) por parte de PP, Vox, Cs, Junts, CUP, Foro Asturias y Coalición Canaria.
"Esta es una primera fase de la negociación, luego viene el meollo de la negociación, que son los Presupuestos en sí. Tenemos una serie de reivindicaciones sociales, fáciles de asumir para un Gobierno que se denomina progresista", ha explicado el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, cuyo grupo ha alcanzado un acuerdo con el PSOE para fijar una cuota mínima de producción audiovisual en catalán en el marco de la futura Ley Audiovisual, entre otros asuntos.
Su homólogo del PNV, Aitor Esteban, cuyo grupo había tensando la cuerda en las últimas semanas respecto a la posibilidad de vetar las cuentas, ha remarcado que su pacto con el PSOE para asumir la gestión íntegra del Ingreso Mínimo Vital (IMV) "restablece la confianza y nos permite avanzar hacia una nueva etapa que se abre ahora de negociación del presupuesto y de enmiendas parciales, permitiéndonos contemplarla con optimismo". En todo caso, ha querido dejar claro que el pacto presupuestario "está lejos de cerrarse".
EH Bildu, que se inclinaba más por no vetar las cuentas en esta primera fase aunque dejando esta posibilidad en el aire hasta el último momento, ha rechazado presentar una enmienda de devolución en aras de "dar continuidad" a las conversaciones de las últimas semanas. Si bien, su portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurua ha advertido que esta decisión no supone un cheque en blanco. "Que nadie piense que por no presentar una enmienda plenaria, el Gobierno tiene asegurado nuestro apoyo. El Gobierno tendrá que ganar nuestros votos".
La negociación presupuestaria es una carrera de obstáculos. Esta carrera se acentúa cuando la aritmética parlamentaria empuja al Ejecutivo a buscar los avales en el amplio bloque de la investidura para cualquier iniciativa. En esta línea, una vez superado el tramo más duro de la pandemia y ante el escenario de que los Presupuestos del próximo curso podrían ser los últimos de la legislatura, los grupos harán "sudar" al Gobierno para cerrar un acuerdo que implique avances sociales.
El BNG vuelve a acercar posturas
De cara a la negociación para esta primera prueba de fuego, el Gobierno también ha logrado un importante y simbólico avance después de que el BNG, que se descolgó del bloque de la investidura el pasado año al registrar una enmienda a la totalidad, haya rechazado vetar las cuentas de 2022 al considerar que las inversiones previstas son mejores que las del 2021 y que existe margen para negociar partidas que modernicen la red ferroviaria en Galicia, con cercanías en áreas metropolitanas o para el rescate de la AP-9.
En cuanto a los vetos registrados, el Gobierno se ha topado casi con los mismos grupos que pidieron la devolución del proyecto presupuestario para este año. Así, con respecto a la anterior negociación, Ciudadanos ha quedado al margen de los contactos estrechos que ha mantenido el PSOE en los últimos días, toda vez que la geometría variable parece estar cada vez más lejos de los planes de los socialistas en aras de lograr acuerdos con los grupos progresistas.
Con todo, el Gobierno se lanza a reeditar la inédita mayoría con la que se aprobaron las cuentas del Estado en 2020, avaladas por 189 diputados. En cuanto al debate de totalidad, comenzará el próximo miércoles 3 de noviembre con la intervención de la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, que defenderá el proyecto de presupuestos que contempla unos ingresos del Estado de 279.316 millones, un 10,8% más que en 2021, de los que la gran mayoría, 232.352 millones, provendrán de impuestos.
Tras la intervención de la ministra, el pleno se retomará a las 15 horas para que empiecen a intervenir los grupos parlamentarios que han presentado los vetos de mayor a menor. El Pleno se retomará el jueves y al finalizar la intervención de todos los grupos, se producirá la votación que el Gobierno conseguirá salvar con todo probabilidad para dar paso al segundo tramo de la negociación.
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