Este artículo se publicó hace 2 años.
El PP de Moreno arrasa en Andalucía y gobernará con mayoría absoluta
Juan Espadas lleva al PSOE a sus peores resultados en Andalucía y la izquierda alternativa, dividida, se deja 10 escaños con respecto al 2018. Vox sube, pero no será relevante para gobernar. Ciudadanos pierde 21 escaños y desaparece del Parlamento Andaluz
Madrid-Actualizado a
Se consolida en Andalucía un cambio de ciclo político que afecta a todo el Estado. No son solo las encuestas, ni Castilla y León. La tendencia alcista de las derechas se refuerza en estas elecciones andaluzas, la región más poblada del país. Victoria histórica del PP al mismo tiempo que Vox aumenta los votos y escaños, aunque será irrelevante de cara a conformar Gobierno.
Al mismo tiempo, las formaciones progresistas evidencian una crisis. El PSOE obtiene el peor resultado de su historia en un territorio que hasta hace cuatro años era su feudo histórico. Las izquierdas alternativas, divididas en dos candidaturas, Por Andalucía y Adelante Andalucía, han empeorado mucho los datos de los anteriores comicios.
Moreno arrasa y el PSOE se hunde
Juan Manuel Moreno Bonilla arrasa en Andalucía, rompe las previsiones y consigue una mayoría absoluta histórica. El PP logra más del millón y medio de votos, más del 40% de los emitidos en total, lo que se traduce en 58 diputados en el Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla, sede del Parlamento andaluz, donde la mayoría absoluta se sitúa en los 55.
Los populares consiguen, en estas elecciones, algo que era impensable para Andalucía hace unos años. Estos son, además, los primeros comicios con Alberto Núñez Feijóo al frente del partido conservador. Y el PP de Andalucía saca adelante la obsesión que no pudo materializar Pablo Casado: consolidarse como la fuerza hegemónica de las derechas españolas. Moreno, por un lado, absorbe en su totalidad a Ciudadanos y, al mismo tiempo, frena el ascenso de Vox.
En las sedes socialistas, tanto en la de la sevillana calle de San Vicente como en la madrileña de Ferraz, la preocupación es evidente. Catastróficos resultados de Juan Espadas que arrastra al otrora todopoderoso socialismo andaluz al peor resultado de su historia. El PSOE obtiene menos de 900.000 votos, no llega al 25% de los apoyos andaluces y 30 escaños (tres menos que en 2018, su suelo hasta ahora).
La ultraderecha, tercera fuerza
La ultraderecha se consolida, también en Andalucía, tal y como ha hecho en el Congreso y en diferentes parlamentos autonómicos, como la tercera fuerza política. Sin embargo, la candidatura de Macarena Olona ha quedado muy por debajo de lo que le daban los sondeos en la primera mitad de la campaña electoral. Vox obtiene cerca del medio millón de sufragios, un 13% del total y 14 representantes en el Parlamento andaluz, dos más que hace cuatro años.
Los ultras, con estos resultados, no son imprescindibles para que Moreno pueda ser investido y gobernar. Varapalo para la estrategia de Santiago Abascal de ir obligando a entrar en gobiernos de coalición a los populares. Las estridencias de Olona durante las últimas semanas no han gustado a la ciudadanía andaluza y han empeorado los resultados previstos para los ultras en la demoscopia.
Batacazo de las izquierdas alternativas y adiós de Ciudadanos
La izquierda alternativa al PSOE obtiene también unos pésimos resultados. Iba dividida a estas elecciones. Por un lado, Por Andalucía, candidatura liderada por Inma Nieto y conformada por la confluencia de IU, Más País, Equo e Iniciativa y apoyada por Podemos y Alianza Verde. Por otro, Adelante Andalucía, liderada por Teresa Rodríguez. La ciudadanía andaluza ha penalizado los conflictos internos de las izquierdas durante los últimos años.
Por Andalucía ha conseguido 275.000, menos de un 8%, y cinco diputados. Por su parte, Adelante Andalucía ha conseguido en torno a 165.000 apoyos, un 4,5% del total y dos representantes. La legislatura pasada se presentaron todos en una única candidatura, también bajo la marca Adelante Andalucía, y obtuvieron 17 escaños.
Ciudadanos desaparece del Parlamento de Andalucía. La formación naranja continúa con su debacle comenzada por Albert Rivera en las generales de noviembre de 2019 y continuada por Inés Arrimadas desde que llegó a la presidencia del partido en marzo del 2020. El batacazo es de traca. De 21 diputados a ninguno.
Juan Marín ha hecho una campaña electoral correosa y ha lo ha dado todo para intentar no dejar el marcador a cero. Ha fracasado, no ha sido suficiente. Ciudadanos no llega a los 120.000 sufragios, algo más de un 3% del total. Los naranjas se despiden de la política autonómica andaluza perdiendo la friolera de 21 diputados en cuatro años.
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