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El PSOE aspira a gobernar seis comunidades que pasan por pactos con Podemos

Pedro Sánchez tiene el camino despejado para ser candidato a La Moncloa. Susana Díaz no presenta batalla y, salvo sorpresa, el líder del PSOE será designado en apenas veinte días.

Foto de familia tras el Comité Federal del PSOE. /EFE

MADRID.- Salvo sorpresa de última hora, Pedro Sánchez tiene despejado el camino para ser el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales. Susana Díaz, aunque acudió al Comité Federal , no planteó batalla en una cita clave y vino a decir que no estaba entre sus planes nada relacionado con ese proceso.

De esta forma, aunque se abrirá oficialmente el proceso de primarias el próximo 5 de junio, todo apunta a que Sánchez será el único candidato, y así será proclamado de hecho dieciséis días después, el 21 de junio. Sánchez anunció durante el cónclave socialista su intención de presentarse como candidato y recibió una ovación cerrada de todos los barones del partido que, posteriormente, en sus intervenciones, no pusieron objeción alguna a quien será el cartel del PSOE en las generales con mucha probabilidad.

Previamente, Sánchez hizo un discurso en el que fijó la estrategia del PSOE en cuanto a los posibles pactos para hacer posible la gobernabilidad en comunidades autónomas y ayuntamientos. El líder socialista indicó que la ciudadanía ha dado un giro a la izquierda y busca “gobiernos progresistas”, y que el PSOE debe liderar dicho cambio.

Facilitar gobiernos de progreso sin entrar en ellos

Sánchez espera que el PSOE gobierne en hasta seis comunidades autónoma y, además, que facilite gobiernos de progreso en otras, pero sin entrar a formar parte de ellos

Indicó que el PSOE no ha cambiado y sigue siendo un partido de izquierda y socialdemócrata, y bajo sus políticas y sus principios está dispuesto a llegar a acuerdos con otras fuerzas afines. Con dichos pactos, dijo, espera gobernar en hasta seis comunidades autónoma y, además, facilitar gobiernos de progreso en otras, pero sin entrar a formar parte de ellos.

Y la propuesta fue bien acogida por los barones, que tienen manos libres para esta negociación. Algunos pidieron que tengan confianza en ellos, y que harán acuerdos razonables en base a principios y programas socialistas, pero se ratificaron en que hay que desalojar a la derecha de las instituciones.

El más partidario de ellos fue el líder de la corriente socialista, Pérez Tapias, quien reclamó un acuerdo estratégico de la izquierda, que el PSOE lo hiciera sin complejos, y se preguntó en la reunión: “¿Quién ha hecho más daño a la democracia, Podemos o la derecha?”. Susana Díaz, que llegó tarde al Comité Federal, sólo insistió en que haya prudencia y que “el PSOE tiene que buscar la centralidad”.

Pero poco ocupó el debate sobre los pactos en la reunión, más inquietó el análisis electoral de lo ocurrido el pasado domingo. Curiosamente, los que pueden gobernar pero perdieron las elecciones fueron muy triunfalistas con su balance del 24-M; y los que ganaron en votos fueron los que pidieron prudencia, es decir:

Susana Díaz, Guillermo Fernández Vara y Javier Fernández advirtieron del fracaso en las grandes ciudades y que siguen por detrás del Partido Popular en número de votos

Los tres advirtieron del fracaso en las grandes ciudades y que siguen por detrás del Partido Popular en número de votos, pese a todo lo que ha pasado en este país durante los últimos tres años. El que fuera candidato a la Secretaría General del PSOE, Eduardo Madina, tomó la palabra por primera vez en esta reunión interna para aliarse con estas tesis, y aseveró que los socialistas han perdido las elecciones y no hay motivo para la euforia.

Sánchez, en la respuesta final, admitió que el PSOE tiene que seguir trabajando duro para recuperar la confianza de la ciudadanía, y anunció que le ha encargado al secretario de Organización, César Luena, un plan para reestructurar la organización en las capitales grandes de aquí a las generales, en busca de la recuperación del voto perdido.

Fue un Comité Federal mucho más plácido de lo que se preveía. En Ferraz sólo hay sonrisas. Insisten en que les va a “ir bien” en los acuerdos para gobernar y en la generales pero, sobre todo, están convencidos de que Pedro Sánchez se ha consolidado tras el encuentro de hoy. Las llamadas de atención para contener tanta euforia, parece que no han tenido mucho eco.

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