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Puigdemont exige 7.500 millones extra para las arcas catalanas y critica que se "ahoga" a la Generalitat

El presidente de la Generalitat tiene voluntad de bajar el IRPF a las rentas bajas y no subirlo a las altas

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (i), y el presidente del Círculo de Economía, Antón Costas (d), durante la inauguración de la XXXII Reunión del Círculo de Economía.- EFE/Andreu Dalmau

AGENCIAS

BARCELONA.- El presidente del Gobierno catalán, Carles Puigdemont, ha reclamado este jueves una mejora del sistema de financiación autonómico que aporte 7.500 millones de euros extra a las arcas de la Generalitat, y ha criticado que el modelo actual "ahoga" las finanzas de la administración catalana.

Ha dicho que una nueva financiación debería aportar 2.500 millones extra al año a la Generalitat; y, como el sistema lleva tres años caducado, considera que ya hay pendientes 7.500 millones --2.500 por tres--.

Ha reiterado que no tiene ninguna intención de liderar un frente común de comunidades que reclame una mejora de la financiación, pero que eso no le impedirá reclamar esta mejora cuando se forme un nuevo gobierno tras las elecciones generales.

Bajar el IRPF a las rentas bajas y no subirlo a las altas

El presidente de la Generalitat además ha anunciado su voluntad de bajar el IRPF a las rentas bajas y no subirlo a las altas, una medida que quiere introducir en el Presupuesto de este año en el trámite parlamentario, iniciado esta semana.

Las cuentas que el Gobierno catalán presentó el martes en la Cámara no incluían ninguna medida de este tipo, y --aunque Puigdemont no lo ha detallado-- fuentes del Ejecutivo catalán han explicado que las cuentas se modificarán con una enmienda que presentará JxSí.

Esta propuesta de Puigdemont puede acercar un acuerdo con la CUP --de cuyos votos depende la tramitación de las cuentas--, aunque no colma todas las demandas de los anticapitalistas, ya que también exigen subir el IRPF a las rentas altas.

El presidente ha recordado que rebajar el IRPF a las rentas bajas también estaba contemplado en el programa electoral con el que JxSí ganó las elecciones autonómicas.

"La medida tendrá un impacto en las cuentas públicas en tres años"

Puigdemont descarta subir el IRPF a las rentas altas y asegura que bajarlo a las rentas bajas es posible ya que no tendría un impacto en las cuentas públicas hasta dentro de "tres años", ya que es cuando la Generalitat liquida el impuesto con el Estado.

"La medida no es imprudente ni pone en riesgo los Presupuestos de la Generalitat porque no se verían afectados hasta dentro de tres años", y ha añadido que está por ver si la rebaja se materializa modificando el tipo impositivo o a través de las deducciones.

Así, Puigdemont sostiene que esta bajada de los impuestos tendría un impacto en las cuentas públicas dentro de tres años, cuando ha pronosticado que el "contexto" económico será mejor y, por lo tanto, podría soportar esta medida tributaria.

"En Cataluña pagamos muchos impuestos", ha lamentado Puigdemont, y ha dicho que el principal problema catalán es su financiación, ya que, a su juicio, Cataluña genera muchos recursos de los que luego no puede disponer al no tener una hacienda propia.

También ha dicho que el nivel de los precios en esta CCAA es superior a la media estatal, lo que también supone pagar más impuestos en este sentido, y ha pedido que el próximo sistema de financiación tenga en cuenta esta peculiaridad.

"El Estado está obligado a dar una respuesta política a Catalunya"

Carles Puigdemont también ha asegurado que el Estado "está democrática y políticamente obligado a dar una respuesta política" al desafío soberanista que le plantea Catalunya, y se ha comprometido a dialogar y a no levantarse nunca de la mesa de negociación.

A las puertas del inicio de la campaña para unas nuevas elecciones generales, el presidente catalán ha pedido al Estado español abandonar el "laissez faire, laissez passer" (dejen hacer, dejen pasar) y "la resistencia al cambio" para dar un giro a la manera en que ha enfocado hasta ahora la reclamación soberanista que se plantea desde Catalunya.

"El Estado español está democrática y políticamente obligado a dar una respuesta política sabiendo que es hora de dar una respuesta al mandato de las urnas", en referencia a los dos millones de votos que sumaron en las últimas elecciones al Parlament de Catalunya las formaciones que llevaban en su programa la reclamación de la independencia.

Puigdemont ha subrayado que su gobierno "hará del diálogo una bandera" y que "siempre" les encontrarán "al otro lado de la mesa". "No nos levantaremos nunca de la mesa y siempre habrá un plato puesto en la mesa para la negociación", ha dicho.

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