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La repetición de elecciones atará las manos a Rajoy para proponer leyes o dictar recortes durante seis meses

Parte al Congreso y al Senado

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La bancada del PP en el Congreso aplaude a Rajoy.- EFE

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MADRID.- La era de austeridad y recortes de Mariano Rajoy ha durado cuatro años, y podría prolongarse al menos medio año más, si tras las elecciones del 20-D las fuerzas que vertebran el nuevo Congreso no logran formar Gobierno. De hecho, la normativa que regula la actuación de cualquier gobierno en funciones no establece ningún plazo temporal, por lo que técnicamente esta situación podría perpetuarse aún más en el tiempo, con un Ejecutivo maniatado que no puede proponer nuevas leyes ni tampoco retocar o derogar las que están en vigor.

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Sin embargo, todos los expertos consultados reconocen que el Ejecutivo interino podría encargarse de los “asuntos ordinarios”, por lo que, en palabras de Tajadura, supondría una “parálisis” de la administración que la situación se prolongase en un país en el que hay “mucho por hacer”, aunque tampoco “sería una hecatombe”, como no lo fue en Bélgica.
“La gestión cotidiana está garantizada, la continuidad del funcionamiento de las instituciones también, pero está parada la toma de decisiones políticas”, explica Aranda.

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Parte al Congreso y al Senado


El Ejecutivo siempre debe jugar dentro de estas reglas: en ciertos casos tiene que dar parte a la Comisión Permanente del Congreso –que sigue en activo cuando se disuelve la Cámara– y en otros, al Senado, en el que el PP de Rajoy sí ha revalidado su mayoría absoluta en su segunda legislatura. En opinión de los expertos tampoco podría nombrar magistrados del Constitucional o cargos de confianza, ni decretar ciertas extradiciones, cuando no sean consideradas urgentes. “Tiene funciones súper limitadas: no puede desarrollar funciones de dirección política, sólo de dirección administrativa y con limitaciones”, explica Aranda. “Sus potestades están limitadas para no condicionar al futuro Gobierno que se pueda nombrar, sobre todo cuando puede tener un signo ideológico distinto”, apunta Tajadura.

"El Gobierno en funciones no puede desarrollar funciones de dirección política, sólo  de dirección administrativa, y con limitaciones"

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Con todo, la interpretación de una normativa que tardó casi 20 años en desarrollarse, como recuerda García Roca, en ocasiones ha estado sembrada de polémica. En 2004, durante el traspaso de poderes del segundo Ejecutivo de José María Aznar al socialista José Luis Rodríguez Zapatero,- por entonces, presidente en funciones y el líder del PSOE, a punto de convertirse en presidente, respectivamente- tuvo lugar un mediatizado intercambio de cartas sobre el relevo de los militares españoles en Irak, que Aznar decidió suspender, granjeándose una dura crítica de Zapatero.

"Si Mas no sale con tanques a la calle, no se puede aplicar el artículo 155 de la Constitución en Catalunya"

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La prueba de que esta Ley suscita múltiples interpretaciones es que los expertos no se ponen de acuerdo, por ejemplo, sobre si el Gobierno en funciones podría aplicar el Artículo 155 de la Carta Magna para quitar competencias a Catalunya, como ha amenazado en varias ocasiones el Ejecutivo del Partido Popular.

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