¿Cuál es la posición del PP sobre sobre el Sáhara? El Partido Popular critica con dureza las formas del Gobierno pero no aclara si apoya el plan de autonomía bajo la soberanía marroquí o si está a favor de un referéndum de autodeterminación que incluya la opción de la independencia. "Estamos de acuerdo en que sea una solución negociada entre ambas partes y que se produzca en el marco de las resoluciones de la ONU", dijo la coordinadora general del partido, Cuca Gamara, este martes en el Congreso. Sin apostar por ninguna vía en concreto, Gamarra es hasta el momento la líder popular que más ha explicitado la postura de los conservadores.

El PP elige la ambigüedad y a los mandos está Alberto Núñez Feijóo, presidente de facto de partido a falta de que el 1 de abril se convierta en oficial. Feijóo ha acusado a Pedro Sánchez de gobernar de forma "déspota" y "autista", pero no ha entrado en el fondo de la cuestión. ¿Apoya el líder de la oposición la autodeterminación del pueblo saharaui? Esto es lo que la hemeroteca dice del PP y, sobre todo, de su próximo presidente.

"Neutralidad activa"

En abril del año 2008, cuando todavía no era presidente de la Xunta de Galicia, Núñez Feijóo participó en la 'XII Conferencia de los Intergrupos Parlamentarios Paz y Libertad para el Pueblo Saharaui' que se celebró en el parlamento gallego. De ese encuentro salió una declaración conjunta en la que se instaba a la ONU a celebrar "sin mayor dilación" un "referéndum de autodeterminación en el que el pueblo saharaui pueda decidir libre y democráticamente su futuro".

Durante las dos jornadas que duró la conferencia, Feijóo intervino como presidente del PPdeG para defender que España "no debe abandonar al pueblo saharaui" y defendió que la mejor postura era la de la "neutralidad activa". Feijóo criticó entonces el "viraje" del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: es "preocupante", aseguró. El expresidente socialista fue el primero en apoyar públicamente la propuesta de la "amplia autonomía" del Sahara que presentó Marruecos en el año 2008 y que ahora Sánchez considera la solución más "realista" al conflicto.

En ese momento era Mariano Rajoy quien lideraba el Partido Popular a nivel nacional. "Feijóo siempre respetaba la línea del presidente del PP pero luego en Galicia, con sus presupuestos y con ayuda a través de la sociedad gallega, apoyaba la causa del pueblo saharaui", reflexiona para este periódico José Ignacio Algueró, profesor y autor del libro El Sahara y España.

Cuatro años después, en abril de 2012, el Parlamento gallego, con mayoría absoluta del PP, volvió a pronunciarse en favor del derecho de autodeterminación del Sáhara a través de una declaración institucional. "Reafirmarnos en el manifestado en las sucesivas declaraciones aprobadas hasta la fecha en el referente al legítimo derecho del pueblo saharaui a su autodeterminación mediante referéndum, como final del proceso de descolonización en el que está inmerso, e instar al Gobierno de España a mantener un compromiso firme con la búsqueda de una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable que prevea la autodeterminación del pueblo del Sáhara occidental en el marco de las Naciones Unidas", resolvió el Parlamento.

Y dos años más tarde, en noviembre de 2014, la Xunta de Galicia envió una delegación al campamento de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia). Era la segunda legislatura como presidente de Alberto Núñez Feijóo, y liderando a esa comitiva gallega estaba el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda Valenzuela. Rueda es uno de los hombres de máxima confianza de Feijóo y su nombre suena ahora como candidato a sucederle al frente del gobierno gallego.

Una de las causas a las que se refería José Ignacio Algueró es el programa de acogida 'Vacaciones en Paz' para niños y niñas saharauis que, hasta la llegada de la pandemia, venían a España en los meses de verano. "Sabemos en las condiciones en las que vivís, sabemos los problemas que tenemos sin resolver desde el punto de vista internacional y sabemos que tenemos deudas pendientes sin resolver", les dijo entonces Feijóo a los 330 pequeños que regresaban de Galicia al Sáhara. 

Desde que el pasado viernes Marruecos hiciera público parte del contenido de la carta remitida por Pedro Sánchez, Feijóo se ha limitado a reprochar al presidente que diese ese paso de forma "déspota", sin contar con nadie, y le acusa de haber dado un "volantazo" y "roto el consenso de política exterior que España había construido en los últimos 40 años". El líder del principal partido de la oposición no ha entrado a valorar si apoya ahora la autodeterminación del pueblo saharáui.

Casado rompió la postura histórica del PP

"Se ve clarísimamente que la postura de los partidos depende de la situación en la que se encuentren en cada momento, si están en el gobierno o en la oposición", apunta el profesor Algueró. "Como presidente, Aznar no recibió al líder del Frente Polisario, pero sí lo hizo estando en la oposición", destaca. Siendo expresidente del Gobierno, José María Aznar se reunió en 2005 con Mohamed Abdelaziz, antecesor de Ghali en la presidencia de la RASD.

No fue el único dirigente del PP reunirse con altos cargos del Frente Polisario. El exministro José Manuel García-Margallo también despachó en 2012 con representantes del Polisario. Nueve años antes, en 2003, la ministra de Exteriores Ana Palacio se había reunido con Abdelaziz.

En este sentido, también hubo manifestaciones de apoyo al Sáhara de cargos relevantes como el eurodiputado Esteban González Pons, entre otros. "Lo que toca es defender los derechos humanos por encima de cualquier tipo de interés", señaló en 2010 el entonces vicesecretario de comunicación. Pons es en este momento uno de los rostros más visibles del PP como presidente del Comité Organizador de Congreso extraordinario de Sevilla y la sintonía entre él y Feijóo es evidente.

La postura del PP, aunque tibia, parecía unánime hasta que Casado utilizó la crisis con Marruecos para confrontar con el Gobierno. Un ansia por batallar contra Sánchez en todo que le llevó a reunirse con el líder del partido Istiqal, Nizar Baraka, que defiende que "la integridad territorial del Reino quedará incompleta sin recuperar todas las tierras marroquíes ocupadas, incluidas Ceuta y Melilla".