Este artículo se publicó hace 2 años.
Sánchez insiste en que no hay giro con el Sáhara sino "un paso más" para solucionar el conflicto pese al rechazo del Polisario
El presidente del Gobierno dedica poco más de 10 minutos a explicar "las nuevas relaciones con Marruecos". El Gobierno tiene "la firme voluntad de abrir una nueva etapa" con el país vecino, según ha insistido el líder del Ejecutivo.
Madrid-Actualizado a
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece este miércoles en el Congreso de los Diputados a petición propia. Lo hace para tratar temas tan diversos como el Consejo Europeo celebrado en Bruselas el pasado viernes junto a la cumbre de la OTAN, las medidas del plan de recuperación y el cambio de posición sobre el Sáhara Occidental. O dicho de otro modo, "las nuevas relaciones con Marruecos". El líder del Ejecutivo ha despachado el asunto saharaui en poco más de 10 minutos, insertado en un discurso de una hora y cuarto de duración. Sánchez ha insistido en que no hay giro y que en todo caso se trata de "un paso más" para solucionar el conflicto.
El presidente considera que todo debe estar en el marco de la ONU y ser aceptado por ambas partes. Pero el plan de autonomía marroquí que apoya ahora Moncloa es rechazado de plano por el Frente Polisario, representante legítimo del pueblo saharaui. Sánchez ha reiterado los argumentos de que su partido y su Gobierno no han cambiado de posición. Unas explicaciones que, atendiendo a los documentos y declaraciones realizadas desde 2007, son cuestionables, como publicó este medio.
"Las relaciones con Marruecos exigen una política de Estado. El Gobierno tiene la firme voluntad de abrir una nueva etapa en las relaciones con Marruecos", ha señalado Sánchez mientras insistía que este acuerdo va a permitir cerrar una crisis entre ambos países. Consideran desde Moncloa que este nueva etapa tiene como objetivo "defender los intereses de España".
Sánchez ha apelado en varias ocasiones a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Y ha afirmado que "no hay desinterés ni desatención" al pueblo saharaui sino contribución para solucionar el conflicto. Ha reconocido el presidente que el asunto ha movido muchas "sensibilidades". Algo que también ocurrió en su propio partido, el PSOE.
Este viernes, el ministro de Exteriores José Manuel Albares viaja a la capital marroquí, Rabat. En la agenda se incluyen iniciar de nuevo los protocolos para la reapertura de las fronteras con Ceuta y Melilla. "Reivindico el camino que hemos tomado, el de la política real y de sentido de Estado", ha afirmado.
Entre las justificaciones de Sánchez se encuentran también las posiciones mantenidas por países como Francia, Alemania o EEUU. "Todas las resoluciones del consejo de seguridad de la ONU acogen con beneplácito los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos", ha destacado Sánchez. El Gobierno de España va mucho más allá de la ONU y considera la autonomía como "la base más seria, realista y creíble". La ONU solo acoge con beneplácito pero no se decanta.
"No le estoy restando importancia a la decisión tomada. Es un paso adelante", ha añadido Sánchez. El actual presidente ha destacado que todos sus antecesores han entendido siempre la "enorme complejidad" de la cuestión del Sáhara. "Les pido que valoren esa complejidad", ha señalado hacia el resto de grupos parlamentarios.
Para el Gobierno, "acaba de abrirse una ventana de oportunidad, porque las partes pueden alcanzar una solución al conflicto, o al menos abrir la negociación". El presidente ha reiterado su apoyo al enviado especial de la ONU, Stefan De Mistura. "El conflicto ha condenado a demasiadas generaciones de saharauis a la pobreza. Confío en que en la ONU se pueda avanzar en las negociaciones", ha añadido poco antes de concluir una intervención sin referencias a los Derechos Humanos.
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