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Sánchez confía en que se imponga el “voto útil” entre los partidarios de Patxi para ganar

Díaz centrará gran parte de la campaña oficial fuera de Andalucía, tras perder en diez federaciones

El precandidato a la secretaría general del PSOE Pedro Sánchez durante un acto celebrado en Jerez de la Frontera (Cádiz), dentro de la campaña para las primarias del partido. EFE

MANUEL SÁNCHEZ

Haya o no candidatura conjunta entre Pedro Sánchez y Patxi López –lo que ha rechazado tajantemente el ex lehendakari-, el equipo del ex secretario general fija ahora sus esperanzas en que entre los partidarios del dirigente vasco se imponga finalmente el “voto útil” a favor del ex secretario general del PSOE.

Las fuentes consultadas basan esta posibilidad en que hay muchos más puntos en común entre los proyectos que presentan Sánchez y López para el PSOE, que el que representa Susana Díaz.

En este sentido, destacan que son proyectos más de izquierdas que el de Díaz, con mayores coincidencias en temas claves como el modelo territorial, la participación de la militancia o la búsqueda de un nuevo y novedoso proyecto socialdemócrata de futuro, no anclado en el pasado.

A esto se une que casi todo el equipo de López, incluido el propio candidato, estuvieron con Sánchez hasta el final de su mandato, y también defendieron el error que suponía abstenerse para que Mariano Rajoy siguiera al frente del Gobierno.

De hecho, hasta que López decidió presentarse, los principales colaboradores del equipo del ex lehendakari eran los hombres más fieles a Sánchez, como Óscar López o César Luena, o hasta el propio alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, que siempre fue un aliado del ex secretario general hasta que, para sorpresa de muchos, decidió dar su apoyo al dirigente vasco.

También piensan las fuentes consultadas que, entre los partidarios de Patxi López, es mayor el rechazo que provoca la candidatura de Díaz que el de Sánchez para estar al frente del PSOE, lo que también puede ser un factor determinante para que el voto vaya en el último momento al ex secretario general. Por su parte, la candidatura de Susana Díaz piensa centrar sus esfuerzos en la campaña ya oficial fuera de Andalucía, tras haber perdido en avales en diez comunidades autónomas frente a Sánchez.

Aunque la presidenta andaluza no descuidará su feudo andaluz –del que consiguió más del 43% del total de los avales que presentó-, hay preocupación en su equipo por los pobres resultados obtenidos en otras federaciones socialistas, sobre todo, teniendo en cuenta que los “barones” o los principales secretarios provinciales le daban su apoyo. De hecho, Díaz perdió en avales en diez comunidades autónomas, ganando por la mínima en otras dos, lo que parece indicar que su figura no termina de generar tanto entusiasmo en las filas socialistas de otras federaciones como lo hace en su comunidad.

También apuntan fuentes cercanas a Díaz que intentará combatir en la recta final la imagen de ser la candidata de la derecha política y mediática, algo que se considera que la está perjudicando notablemente. Por ello, reforzará un discurso más izquierdista en cuanto a medidas sociales, pero no tanto en el modelo territorial ya que considera que el que mantiene hasta este momento, está mejor visto entre la militancia del PSOE que el de sus rivales.

No obstante, a falta de quince días para la votación, todo apunta a que las estrategias de unos y otros van a dar sorpresas durante la campaña, y todas las candidaturas ya están pensando en el que, tal vez, sea el momento cumbre del proceso: el debate entre los tres candidatos.

Aunque todavía no hay fecha fijada –se habla del próximo 16 de mayo- los equipo de los candidatos creen que el desarrollo de dicho debate, a menos de seis días para la votación, podría ser decisivo en la elección definitiva de la persona que se haga con la secretaría general del PSOE.

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