Sánchez Gordillo, un mito de la izquierda jornalera
El histórico alcalde de Marinaleda deja tras las próximas municipales la alcaldía a la que accedió en 1979.
Ser un mito en vida no es tarea sencilla. Juan Manuel Sánchez Gordillo, maestro de profesión, de 74 años de edad, lo es. El alcalde de Marinaleda –una localidad de la Sierra Sur de Sevilla, de 2.579 habitantes, un símbolo jornalero, rojo y altermundista– desde las primeras elecciones democráticas, en 1979, ha decidido dar un paso al lado, enfermo y maltrecho como está –un ictus y problemas de salud mental lo tienen a maltraer– y dejar como heredero a Sergio Gómez. 44 años de utopía –y de desgaste final: en las últimas elecciones municipales salvó la alcaldía por un puñado de votos– sobre la faz de la tierra dan para ríos de tinta y muchas interpretaciones.
Hay una que predomina ahora entre quienes le tienen afecto en lo político, pero no son de su núcleo duro –estos no querían dejarlo marchar–: su retirada tenía que haberse producido antes. "Es un referente cargado de sombras", dice un dirigente político de la izquierda andaluza que prefiere no dar su nombre para esta crónica. Luego, añade: "Hay quien tiene al Gran Poder, nosotros a Sánchez Gordillo". Y con esta frase se puede resumir el significado del mito.
Un mito de barba de inspiración marxista –de Karl– y palestina en el cuello, que el capitalismo y las grandes multinacionales, en este caso H&M, trataron de absorber en los años posteriores a la caída de Lehmann Brothers. Después de las sonadas "expropiaciones" de carros de supermercado que acabaron en manos de quienes peor lo estaban pasando, la empresa lanzó en septiembre de 2012 una línea de camisetas, cuyo nombre comercial era No.34 - Robin Hood de España, con la leyenda Food to the people. No world hunger. Juan Manuel Sánchez Gordillo (Comida para la gente. Un mundo sin hambre. Juan Manuel Sánchez Gordillo), que enmarcaba un puño cerrado que apretaba una mazorca de maíz y una zanahoria. Tres días después, H&M la retiró del mercado y pidió disculpas si alguien se había sentido ofendido.
"Juan Manuel Sánchez Gordillo ha sido un líder excepcional en Europa occidental. No hay algo parecido ni en Francia, ni en Gran Bretaña, ni en Portugal, ni en Italia. Esto tiene que ver con los componentes agrarios y comunitarios de la sociedad andaluza, que la acercan a la latinoamericana, de una sociedad muy polarizada y con un componente popular y religoso de base. Liderazgos de este tipo se han dado en Cuba, en el movimiento de los sin tierra o en las luchas zapatistas", analiza Javier García Fernández, miembro de Adelante y del SAT y profesor de historia contemporánea en la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona.
"Yo soy un líder espiritual, si quiere llamarle así, o alguien que coordina, porque se fían de mí. Nunca he pertenecido al Partido Comunista de la hoz y el martillo, pero sí me siento comunista, o comunitarista, como sí creo que se sintieron el Cristo, Ghandi, Marx, Lenin y el Che. Una mezcla de todo eso", dejó dicho Sánchez Gordillo sobre sí mismo en una lúcida entrevista del año 2009, publicada en Diario de Sevilla.
Además de alcalde, Sánchez Gordillo también ha sido diputado andaluz y ha protagonizado sonoros desencuentros con la dirección de IU, partido en el que ha estado integrada la CUT, su corriente, sobre todo, a cuenta del cogobierno en la Junta de Andalucía con el PSOE (2012-2015), que él rechazó. A la Cámara llevó su modelo de lucha, con encierros incluidos. Para Óscar Reina, secretario general del SAT, "Juan Manuel es un compañero histórico, irrepetible, insustituible, legendario y ejemplar". "Para mí es un honor conocerlo, aprender con él y compartir lucha a su lado", añade.
"Juan Manuel ha creado una cultura política. La lucha de Marinaleda dio una proyección internacional y una profundidad ideológica a un movimiento jornalero que venía languideciendo después de la crisis que supuso la falsa ley de Reforma Agraria del PSOE en 1984 y el Plan de Fomento de Empleo Agrario conocido como PER. Le da a la CUT y al al SOC un marco ideológico, lo proyecta en un nuevo ciclo de luchas jornaleras durante los años 90. Juan Manuel será fundador en 1994 de la organización Vía Campesina Internacional y en 2007 es también fundador de SAT. Juan Manuel ha sido ideólogo y dirigente", analiza García Fernández.
Ocupaciones de fincas, cortes de vías de tren han formado parte de sus estrategias. "La gente me quiere mucho o me odia. Conmigo no hay términos medios. He molestado al Gobierno siempre. ¡He hecho de todo! He estado metido en la Moncloa y nos ha sacado la Policía, con Felipe [González] dentro. En Doñana lo rodeamos hasta que se comprometió a recibirnos en Madrid. Hemos estado en el Banco de España, hemos…¡Es que es la única forma de que te escuchen! Así hemos conseguido cosas para Marinaleda y el movimiento jornalero", dejó dicho Sánchez Gordillo en esa misma entrevista de 2009 con la periodista Charo F. Cotta.
"El tema de la no violencia es parte de su vida. Es un revolucionario", afirma Joaquín Recio, editor de Atrapasueños. "Se movía sin dinero en el bolsillo y sin DNI. Es el más anarquista de toda la familia del SOC, en el sentido libertario, de asambleas. Siempre fue original en todo. Capacidad de oratoria. Ha sido una persona excepcional, es parte de una Andalucía que ya se pierde, pero también de lo que necesitamos reivindicar. El problema del uso de la tierra y propiedad es fundamental", añade. Sobre si su liderazgo era masculino, Recio afirma: "La lucha de Marinaleda no se entiende sin las mujeres. El sindicato de Marinaleda es el sindicato de mujeres".
Marinaleda
Para el historiador de la Economía Carlos Arenas, Sánchez Gordillo representa "la Andalucía autogestionada que pudo haber sido y no fue". "Un epígono del cantonalismo andaluz. El legado dependerá de que ese símbolo esté arraigado en su pueblo", añade.
Su vida casi entera la ha dedicado en efecto a Marinaleda, que ha estado en el radar de la izquierda, no solo por los carros de supermercado –aventura que, como tantas otras en contra de las fuerzas del sistema, acabó en juicio y condena– sino por su modelo de gestión municipal, construido y consolidado durante cuatro décadas y muy cuestionado por la oposición.
"La gestión municipal como Alcalde tampoco ha tenido parangón. Sabemos de las limitaciones de los Ayuntamientos. En Marinaleda, Juan Manuel promovió un movimiento popular que acompañaba a la gestión municipal, en las ocupaciones de tierra y en la creación de cooperativas agrícolas. También cooperativas de vivienda. El ayuntamiento compraba el terreno, lo recalificaba y lo cedía a las cooperativas de vivienda, en un modelo de vivienda social pública a través de cooperativas de vivienda. La gestión del ayuntamiento estaba acompañada de un pueblo muy compacto y con mucha implicación popular", afirma García Fernández.
Para Joaquín Recio, "Sánchez Gordillo ha significado para Andalucía lo que ha podido significar un movimiento revolucionario. Marinaleda ha dado empleo a toda la comarca. Ha pasado de no tener cultivos a tener cultivos variados, incluso fábricas que enlatan los cultivos. Es parte de la historia de Andalucía en la construcción de un hecho aislado: Marinaleda se debe a la lucha colectiva y a una persona. Marinaleda tiene pleno empleo desde hace 40 años".
Sánchez Gordillo ha sacado pecho siempre de su gestión municipal. Ahí quedan afirmaciones como estas: "En Marinaleda no hay Policía porque no es necesaria. Si todos los vecinos ayudamos a plantar árboles no va a venir luego ninguno a arrancarlo"; no digo que Marinaleda sea el paraíso terrenal, pero se acerca a lo que queremos hacer".
Crepúsculo
Sus últimos años han tenido un tono crepuscular, con episodios desagradables incluidos. Se ha cuestionado, también, su personalismo y sus maneras de mandar, tachadas por sus adversarios de "caudillistas", con denuncias de la oposición, por no convocar plenos. "Juan Manuel ha sostenido un liderazgo muy fuerte, pero muy apoyado por su comunidad, por su pueblo y por sus organizaciones, tanto la CUT como el SOC siempre han cerrado filas con el. Ha sido una persona muy comprometida, y entregada a las luchas, por lo que siempre se ganó la confianza de sus vecinos. Además tiene una inteligencia muy intuitiva y un liderazgo muy carismático. Todo el mundo sabe que con su marcha se cierra una etapa, pues difícil que surja otro liderazgo igual. El modelo de Marinaleda las últimas décadas cambiará, pues era un modelo de gestión muy vinculado a Gordillo. Pero su proyecto ideológico y su modelo quedará, tanto en Marinaleda como en muchos otros sitios a través del nacionalismo andaluz de izquierdas que él potenció a través de la CUT, del SOC y del SAT", analiza García Fernández.
Sobre el liderazgo de Sánchez Gordillo, añade el profesor García Fernández: "Lo cierto es que Juan Manuel pertenece a una generación de líderes políticos andaluces que no supo entregar a los jóvenes las organizaciones de izquierda. Ni Julio Anguita, ni Diego Cañamero, ni Isidoro Moreno ni Alejandro Rojas Marcos han sabido entregar a los jóvenes organizaciones nacidas en los años setenta. Hoy hay nuevas organizaciones y nuevos liderazgos, también femeninos, que han tenido que construirlo casi todo de nuevo, salvo las ideas, que sí se heredan porque no pertenecen a su dueño".
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