Sánchez se mantiene firme en dialogar con Junts pese a la presión de la vieja guardia del PSOE
Voces como las de Felipe González y Alfonso Guerra tratan de presionar al líder socialista al rechazar la amnistía que pretenden los partidos independentistas catalanes. Ferraz rebaja la relevancia de "opiniones personales de militantes".
Madrid-Actualizado a
La hoja de ruta es clara. El método, también. Los límites, la Constitución Española. Falta la concreción. Pero el PSOE, con Pedro Sánchez a la cabeza, se mantiene firme en la vía del diálogo con Junts para sacar adelante la investidura. Cuenta con el aval de las urnas y el trabajo realizado con Catalunya desde que llegaron al Gobierno.
Es la argumentación principal que llevan trasladando desde hace semanas en Ferraz. Ni las críticas de Alberto Núñez Feijóo ni las presiones que ejercen de forma externa algunos integrantes de la vieja guardia socialista parece que vayan a desviar al PSOE de objetivo.
A nadie sorprenden ya en la dirección socialista las declaraciones de personas como Felipe González o Alfonso Guerra. Ambos han criticado de forma recurrente algunas decisiones de Sánchez, especialmente su política de alianzas con partidos como ERC o EH Bildu. Ahora se suma a la ecuación las exigencias del expresident de Catalunya.
El expresidente del Gobierno fue el primero que abrió fuego contra la voluntad de explorar la ley de amnistía que piden las fuerzas independentistas. "En el marco de la Constitución no cabe ni la amnistía ni la autodeterminación, y a partir de ahí empezamos a hablar", destacó en una entrevista realizada el martes en Onda Cero.
Más vehemente fue este jueves el exvicepresidente socialista Alfonso Guerra. "Primero fueron los indultos, luego el delito de sedición, después rebajamos el de malversación, ahora es la amnistía, después vendrá la autodeterminación y finalmente, el referéndum. Así es como se va destruyendo la sociedad construida democráticamente en 1978", destacó en la Cadena COPE. "Me rebelo ante eso", añadió.
A la palestra se han sumado también otros nombres durante las últimas horas como los exministros Ramón Jaúregui, Jordi Sevilla o Virgilio Zapatero, entre otros. De actuales integrantes activos del partido solo ha levantado la voz, como suele ser habitual, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
En su caso, desde las filas del PP han apelado directamente a los diputados castellano manchegos del PSOE invitándolos en la práctica a ser tránsfugas de su partido. Page fue tajante. "Sería un fraude con el voto. Hay algunos populistas que se meten de lleno en este asunto. No voy a jugar a ser independentista en mi partido", dijo en una entrevista.
Ferraz rebaja la relevancia de las críticas
En Ferraz rebajan la relevancia de las críticas. "Tres opiniones, de tres personas afiliadas al PSOE", señalan a Público en la dirección socialista en referencia a González, Guerra y Page. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, fue claro ante los medios de comunicación. "Lo que estamos haciendo forma parte de la mejor tradición socialista", destacó.
En los territorios, la sensación de los dirigentes socialistas es que las declaraciones de este tipo no afectan mucho. "Hay que escucharles con atención y respeto pero el proceso tiene que avanzar y tratar de establecer los límites más sensatos posibles", señala un dirigente autonómico al respecto.
El exalcalde de Valladolid y actual diputado, Óscar Puente, fue duro también con las críticas de la vieja guardia. "Busco declaraciones de González o Guerra sobre la subida del SMI o las pensiones, cuestiones que fueron atacadas por la derecha. Sobre vivienda, desigualdad…No encuentro nada. Hace mucho tiempo que dejaron de ser un referente progresista para convertirse en lo que son hoy".
Esos "límites" los han dejado claros en las filas del PSOE. La Constitución Española (CE). Y en última instancia, lo que decida el Tribunal Constitucional (TC). Fuentes del Gobierno remarcan que en la CE cabe "la convivencia" y que el TC ya tiene sentencias que avalan ese marco.
En las filas del PSOE confían en la "audacia" que mencionó Sánchez el pasado lunes en el acto de apertura del curso político. "Seguro que se llega a una solución sensata y acorde con el momento que vivimos", destaca un dirigente de la Ejecutiva. La "poca confrontación" que vieron desde el PSOE en el discurso de Puigdemont del pasado martes es otros de los factores que despierta optimismo en el partido.
"Su Gobierno, su presidencia y su estrategia ha sido avalada por las urnas. Y eso incluye también los pactos parlamentarios que ha hecho", señalan en el núcleo duro socialista. La "discreción" es otra de las máximas en el PSOE estos días. Una estrategia diferente a la que tienen, por ejemplo, sus futuros socios de Gobierno de Sumar, según señalan en las filas socialista. "Es lo que nos ha funcionado", apuntan.
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