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El discurso de Puigdemont allana la investidura de Sánchez

El PSOE considera que las palabras del expresident de Catalunya no han sido de "confrontación" y que habló "en el marco de la Constitución". Para los socialistas, ahora es el momento del diálogo con Junts, a la espera del fracaso de Feijóo. 

El eurodiputado de Junts y expresident de Catalunya, Carles Puigdemont, durante su intervención de este martes en Bruselas.
El eurodiputado de Jxcat Carles Puigdemont interviene en la conferencia inaugural de la jornada interparlamentaria de su formación en Bruselas. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

No cambia nada pero podía haber sido peor. Es una de las sensaciones que tienen en el PSOE y Moncloa tras escuchar el discurso realizado este martes por Carles Puigdemont en Bruselas. La determinación de Pedro Sánchez para lograr la investidura sigue siendo la misma que manifestó públicamente el lunes. Incluso mejor, al comprobar, según fuentes socialistas que Puigdemont no tuvo una actitud de confrontación abierta. 

La expectación hacia las palabras que pudiera decir o no el expresident de Catalunya era máxima, por razones obvias, en las filas socialistas. De momento, a pesar de las exigencias de Puigdemont, el PSOE y Sánchez respiran más tranquilos. Cierto es que de forma pública Moncloa ha remarcado un mensaje este martes: "nuestras posiciones están en las antípodas"

Pero, al mismo tiempo, insisten en que ahora es el turno del diálogo. Los socialistas destacan que el líder de Junts haya realizado un discurso de "no confrontación" con el Estado español. Algo que en pasadas intervenciones no ocurrió, recurriendo de forma habitual a criticar la "represión" vivida por el independentismo. 

"Se ha dirigido también a su gente", destacan también fuentes de Moncloa sobre algunos recursos discursivos usados por Puigdemont que sí sonaron a confrontación. Como el hecho de reivindicar la legitimidad del 1-O y no renunciar a la unilateralidad "para hacer valer los derechos de los catalanes"- 

Los socialistas son conscientes de que las negociaciones se llevarán al límite por la liturgia habitual en este tipo de procesos. Todos los partidos "quieren tener su protagonismo especial" en este proceso de investidura complejo, según destacan las fuentes socialistas consultadas. Y todas esas fuerzas "empezarán con peticiones de máximos". 

La apelación del PSOE al marco de la Constitución Española es constante. La línea la lleva marcando el propio Sánchez desde hace tiempo. También lo dejó claro este lunes. "Pasar página" pero con "audacia" y "política". Al tiempo que agradeció la "altura de Estado" de todos los partidos dispuestos a entenderse con PSOE y Sumar. Eso incluye, como es obvio, a Junts. 

"Lo importante es que ha hablado de en el marco de la Constitución y es el momento del diálogo", señalan fuentes de la dirección socialista en Ferraz. Puigdemont apeló en concreto a un referéndum para el que, según señaló, "no existen impedimentos constitucionales". También mencionó que ninguna de sus condiciones "es contraria a la Constitución ni a los Tratados europeos". 

Ahora, por tanto, "es el momento del diálogo", señalan las mismas fuentes, a la espera del presumible fracaso de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. En Moncloa ven al líder del PP desnortado en sus peticiones de reuniones y lo ven moverse sometido a las presiones de su propio partido, en relación a los giros que ha tenido respecto a Junts. 

Desde las filas del PSOE consideran que el conflicto de Catalunya está amortizado para una gran parte de la población. Y que la ciudadanía tanto catalana como en el resto del Estado también ha pasado página. La decisión de indultar a los implicados en el Procès abrió un camino por el que se quiere seguir transitando desde el PSOE. 

"Nadie se cree ya lo de que viene el lobo o que se rompe España. Basta de meter miedo a los españoles", destacó en este sentido la ministra portavoz en funciones, Isabel Rodríguez, durante la rueda de prensa celebrada en Moncloa tras el Consejo de Ministros. Un mensaje "de tranquilidad" que concuerda con cómo ha decidido Sánchez manejar el conflicto catalán desde que llegó al Gobierno pese a las fuertes críticas de PP y Vox.  

El Tribunal Constitucional y su papel decisivo

La ley de amnistía es uno de los puntos clave en este camino. Los socialistas, al contrario que sí han hecho de manera rotunda con el referéndum de autodeterminación, no han negado en los últimos tiempos la posibilidad de que salga adelante. Lo que falta por concretar es el encaje en el marco jurídico y constitucional. 

Fuentes del Ejecutivo remarcaron este martes el papel que deberá tener el Tribunal Constitucional (TC) en este asunto. En este sentido recordaron que en la CE está demostrado que "cabe la convivencia". Y que hay sentencias del TC que "avalan" esa "convivencia", un concepto que funciona casi como un mantra ya en Moncloa a la hora de hablar de Catalunya. 

Una convivencia que, insisten en las filas del PSOE, ha sido avalada ampliamente por la ciudadanía tanto española como catalana. Primero, por la aplastante victoria del PSC en las últimas elecciones generales del 23 de julio. Segundo, por el apoyo en las urnas a las políticas emprendidas por Sánchez y el Gobierno de coalición, así como sus alianzas. 

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