Este artículo se publicó hace 2 años.
Una sangría demográfica de 35 años en Castilla y León
Desde 1987, Castilla y León ha perdido 200.000 habitantes. A esta disminución de población, hay que sumarle que, de los 2,3 millones de personas que viven en la región, más de 600.000 son mayores de 65 años. Los jóvenes, sin trabajo ni infraestructuras, huyen de la comunidad.
Isabel de la Calle Fernández
Actualizado a
Los que defienden la tranquilidad y calidad de vida de los pueblos se cansaron hace años de luchar para equilibrar la balanza de las circunstancias que tienen en contra. ¿Quién querría vivir en un pueblo si hay que recorrer -por carreteras de mala muerte- decenas de kilómetros al día para llevar a los niños al colegio, otros tantos para hacer la compra, o para ir al médico, o al gimnasio, a la biblioteca, a recibir clases particulares…?
Los fríos datos son concluyentes: Desde 1987, cuando el PP comenzó a gobernar en Castilla y León, se han perdido 200.000 habitantes. Pero la realidad es más dura aún: "La Junta ha claudicado. Ha dicho: es imposible, son demasiados municipios y han planteado sin cortarse un pelo medidas como las de la fusión forzada de pueblos o una reforma sanitaria que desmantela la sanidad rural".
Así lo afirma al menos Fernando Rubio, alcalde socialista de la localidad salmantina de Juzbado desde 2007, que ha logrado aumentar poco a poco la población de su municipio en medio de una corriente contraria. Más datos: Castilla y León es la comunidad autónoma más extensa de España con 90.000 km2 y, según los datos del INE de 2021, su población es de 2,38 millones de habitantes. Estos datos cruzados ofrecen la menor densidad de población del país junto a Extremadura y Castilla La Mancha (26 habitantes por km2, lejos de los 97 de Andalucía o los 91 de Galicia, por ejemplo. Desde 1987, Castilla y León ha perdido 5.900 personas al año, 490 al mes o 16 al día.
Pero a esta sangría poblacional, hay que añadir que los que se van son, en su gran mayoría, jóvenes. Por esta razón, de los 2,3 millones de habitantes de la región, 615.000 tienen más de 65 años, por los 171.000 niños de 0 a 9 años o 328.000 jóvenes de 20 a 34 años.
Juan José Asensio, perteneciente a la lista de candidatos de La España Vaciada por Burgos, Despoblación lamenta que "tengamos jóvenes muy preparados, pero sin posibilidades de desarrollar su profesión en estas provincias. Por eso perdemos población joven, porque somos el geriátrico más grande de Europa". "Por ejemplo, Burgos es la quinta ciudad más industrializada de España, pero la media de edad de los trabajadores es de 55 años. Dentro de poco, tendremos un grave problema", añade Asensio.
"Los datos son brutales", se lamenta también el primer edil de Juzbado. "Es cierto que el territorio de Castilla y León es el más disperso que hay a nivel nacional, existe una inmensa fragmentación territorial, pero está alentada desde los poderes públicos, sobre todo por la Junta de Castilla y León que es quien tiene las competencias esenciales de Educación y Sanidad", añade.
"No me puedo creer que sea una cuestión de mala gestión porque llevamos 35 años así, sufriendo la política más lesiva de los últimos tiempos", lamenta Fernando Rubio.
Política del coste unitario
"La Junta lleva a cabo una política que yo llamo 'del coste unitario', es decir todo lo hacen según lo que les cueste por persona", asegura el alcalde de Juzbado.
Fernando Rubio vive la cuarta legislatura como alcalde en la localidad salmantina. Allí ha logrado pasar de 150 habitantes (con muchos de ellos sin residencia en el pueblo) a superar los 200 de forma sostenible, sin la creación de urbanizaciones que aprovechen los apenas 22 kilómetros de distancia a la capital.
Preguntado desde Público por el secreto del aumento de población de su localidad, Rubio asegura: "Para luchar contra la despoblación se necesita trabajo e infraestructuras (carreteras, internet…), pero también servicios básicos", dice.
"Muchas personas trabajaban en el pueblo, pero buscaban un piso en Salamanca ¿Por qué sucede esto? Porque en el medio rural no pasa nada. Y nosotros quisimos que pasaran cosas: dar opciones a la gente para que haya vida dentro del pueblo. Por eso ofrecemos servicios desde la biblioteca como manualidades, educación física, clases de inglés… servicios básicos", asegura.
"Además, tratamos de llevar a cabo una política de embellecimiento del pueblo para generar un mínimo de autoestima. Nuestra opción es la de tratar de crear espacios de encuentro, que el único lugar donde estar no sea el bar. Así generamos un calendario cultural potente, movemos nuestras redes sociales… tratamos de contratar gente que nos ayude con el desarrollo y no tanto con la pavimentación de las calles, por ejemplo", expone el alcalde de Juzbado.
Y es que conocer la realidad del mundo rural en Castilla y León es fundamental para luchar contra la plaga de la despoblación. La región cuenta con 2.248 municipios, de los que solo 60 aglutinan más de la mitad de la población total (1,6 millones de habitantes). En cambio, la franja de localidades que cuenta de 101 a 500 habitantes es la que suma un mayor número de pueblos: nada menos que 1.081 en la comunidad.
Así, con este panorama, "no se puede permitir que se ordene a los médicos que no vayan a localidades si no tienen más de 50 cartillas, o que cierren colegios que momentáneamente no cumplen con el cupo mínimo de alumnos", recuerda Fernando Rubio.
Y es que esta 'política del coste unitario' está dando la puntilla a los intentos de frenar la despoblación, que necesita empleos dignos y servicios públicos de calidad, además de un plan del retorno del talento para que los jóvenes que se han tenido que marchar puedan volver a la comunidad.
Reconversión del territorio para La España Vaciada
La España Vaciada, nuevo partido formado por un gran número de colectivos para luchar contra la despoblación, señala al respecto: "Solo podemos retener a las personas más preparadas invirtiendo en I+D+i e insistiendo en la nueva industria como en las energías renovables", apunta. "Pero es que además somos la última comunidad en tener Estatuto de Autonomía, lo que hace que no tengamos modelo de comunidad; hace falta una reconversión del territorio, para lo que proponemos una comarcalización como la de Aragón o Catalunya. Las cabeceras de comarca tendrían más importancia y darían servicios a los habitantes", proponen desde la España Vaciada.
Por último, Juan José Asensio describe pequeñas acciones para llevar a cabo más vinculadas al territorio como "hacer bancos de viviendas o viviendas sociales para que los jóvenes tengan mayor acceso a la vivienda. Y por supuesto potenciar los servicios públicos: Sanidad y Educación en el mundo rural. Recibimos financiación por número de habitantes y es algo que hay que reajustar porque no se tiene en cuenta la extensión", asegura.
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