Vox se la juega en la moción contra Sánchez
La ultraderecha ya ha presentado en el Congreso la moción de censura. Es la segunda que registran en esta legislatura, aunque la elección del candidato, teniendo en cuenta su recorrido, arroja dudas sobre el desarrollo de la cita.
Pilar Araque Conde
Madrid-Actualizado a
La segunda moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez arroja un abanico de posibilidades en torno a su desarrollo en el Congreso, dentro y fuera de él. Si hay algo claro es que la nueva celebración de dicho procedimiento parlamentario para forzar un cambio en la Moncloa, contemplado en el artículo 113 de la Constitución, no contará previsiblemente con el visto bueno de la mayoría absoluta del hemiciclo. Lo que no está tan claro es en qué deparará la cita ni a quién beneficiará.
A tenor de los expertos consultados por este medio, este escenario impredecible tiene su razón de ser en el candidato, Ramón Tamames. El casi nonagenario (89 años) economista, historiador y exmiembro de la cúpula del PCE (entre otros cargos bajo esta y otras siglas) es la propuesta del partido de extrema derecha para liderar la oposición frente al Gobierno de coalición, aunque lo hace como figura independiente. Y es que Tamames lleva retirado de la primera línea política varias décadas.
Desde que su nombre comenzó a sonar para esta moción, que Vox ha registrado este lunes en el Congreso, las reacciones políticas giraron en torno al personaje y su papel y no al hecho de la moción en sí. "Despropósito", "esperpento", "mal chiste" o incluso, en palabras del propio líder de la oposición, el conservador Alberto Núñez Feijóo, "poco respeto a la figura de la moción de censura", han sido algunos de los calificativos pronunciados estos días por los representantes de las diferentes fuerzas del arco parlamentario.
Así, después de que Vox confirmara a Tamames como candidato el pasado miércoles, la duda sobre si esta elección desvirtúa una herramienta constitucional tan importante, que permite tumbar un Gobierno y elegir un nuevo presidente sin necesidad de pasar por elecciones, está sobre la mesa. También, sobre sus posibles efectos, las interpretaciones y la altura política de la misma.
El factor Tamames, determinante
Ante estas cuestiones, varios politólogos reflexionan sobre esta cita y coinciden en señalar que su desarrollo y repercusión dependerá de la actitud del candidato propuesto por la ultraderecha. Lluís Orriols, doctor por la Universidad de Oxford y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, defiende que las mociones de censura también sirven para "visibilizar la oposición y la alternativa".
Aunque el objetivo por el que Vox ha pulsado por segunda vez en esta legislatura este botón no es derribar al Gobierno, ya que los números no dan, este politólogo no cree que "se desvirtúe por el mero hecho de que no sea viable". Si bien, "lo que es potencialmente complicado es poner como candidato alternativo a una figura que no es de la formación ni del grupo, sino un outsider". Por tanto, "por el candidato en sí se corre el riesgo de que la moción se convierta en un circo. Hay ingredientes para que esta moción salga regular", explica.
Aída Vizcaíno, socióloga y politóloga, considera que la bautizada "moción de Tamames" es un "matiz interesante" que puede actuar, incluso, como "invisibilizador del partido proponente", la ultraderecha. En todo caso, a su parecer, la utilización de este mecanismo debería "desvincularse del rifirrafe político-electoral y circunscribirse a situaciones de máxima envergadura política que afecten a la estabilidad de un Estado, no a la percepción partidista sobre un gobierno". Por ende, critica el uso de Vox de esta herramienta: "Se desprende cierta banalización de una de las garantías de la estabilidad y funcionamiento democrático".
Sobre los resultados de la moción, la profesora de Ciencias Políticas en la Universitat de València determina que Sánchez "puede fortalecer su liderazgo frente al envite de la ultraderecha y la ausencia parlamentaria de Feijóo respecto al electorado de centro que tiene dudas". Ahora bien, añade que Unidas Podemos podría arrebatar parte de los beneficios "en ese proceso de ensanchamiento de la base también hacia la izquierda" gracias a las medidas de gestión de la crisis pandémica y bélica.
Una moción que puede volverse en contra de Feijóo
Pablo Simón, profesor titular de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid, también critica el uso que Vox ha hecho de la moción en esta ocasión, pues "la ha convertido en una suerte de casting para la selección de un candidato, pero no va a servir para articular una censura que tenga un fundamento político que haya podido pasar por las urnas previamente".
Asimismo, entiende que con esta cita el Gobierno saldrá bien parado por el mero hecho de que conseguirá "cambiar la agenda", actualmente enfocada en las discrepancias en el propio Ejecutivo en torno a la reforma de la ley del solo sí es sí. Por otro lado, la convocatoria de la moción con el candidato Tamames convertirá al PP "automáticamente en la posición responsable" y deja a Vox al albur del desarrollo de "esta aventura".
La politóloga Cristina Monge también pone el foco sobre el economista para analizar el devenir de un debate parlamentario poco común. "No sé cómo este intelectual defenderá una moción de censura liderada por Vox", cuestiona para después rematar: "Todo dependerá del discurso que articule. Si mantiene su solidez intelectual, será interesante, pero si se desliza por otros derroteros, será un esperpento".
No obstante, ante la posibilidad de que haya grupos que no intervengan, la presidenta de la iniciativa ciudadana +Democracia alerta de que esta moción, para la que pide "máximo respeto", tiene que ser "un ejercicio de confrontación de ideas y de discursos". "Si la respuesta está a la altura de las circunstancias, gana el PSOE y pierde el PP, que se queda en tierra de nadie", pues entiende que su anunciada abstención evidencia que "está entre la espada y la pared, por lo que es una moción contra Feijóo".
Por último, Carlos Fernández, profesor de Derecho Constitucional de la UNED, hace una defensa férrea del uso de este importante instrumento más allá de "la interpretación o la altura política" que pueda tener el uso del mismo por parte de Vox. En esta línea, como suele pasar en la mayoría de mociones de censura, cree que beneficiará al PSOE al "agitar el fantasma de la ultraderecha", mientras que el PP saldrá "desgastado" en la estrategia de moderación que busca Feijóo.
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