Cómo identificar a un sociópata

La sociopatía o trastorno de personalidad antisocial (TPA) lleva décadas frustrando a la comunidad médica por las dificultades para diferenciar sus síntomas de otros trastornos psicológicos, así como para elaborar tratamientos eficaces.

Caracterizado esencialmente por su componente autodestructivo, falta de conciencia y frecuente voluntad delictiva, el sociópata suele mostrar un carácter poliédrico que agudiza el enigma que rodea su personalidad.  

Síntomas que revelan a un sociópata 

Frecuentemente vinculado a la psicopatía, el sociópata suele mostrar un componente agresivo, pero de reacción ante una situación, mientras que el psicópata dirige su violencia hacia la consecución de un objetivo, aunque ambos trastornos se vinculan frecuentemente dificultando el diagnóstico. A continuación, señalamos los principales síntomas asociados al trastorno de personalidad antisocial o sociopatía. 

• Falta de conciencia. Dificultad para diferenciar el bien del mal desde un punto de vista moral y desprecio por la vertiente más sensible de la personalidad. 
• Violación y falta de respeto hacia los derechos de los demás. El sociópata suele mostrar insensibilidad hacia el prójimo sin sentir arrepentimiento cuando hace daño. 
• Arrogancia y sentido de superioridad. El sociópata puede ser una persona narcisista, que tiende a verse a sí mismo como alguien extraordinario frente a la supuesta mediocridad de su entorno. 
• Falta de empatía. El sociópata no está interesado en comprender a los demás, los rechaza deliberadamente desarrollando una gran confianza en su propia forma de proceder. 
• Dificultad para tener relaciones sentimentales y/o amistosas. Las personas con TPA no suelen estar interesadas en mantener una vinculación afectiva con los demás, solo mostrando disposición a entrar en contacto social para obtener un beneficio concreto. 
• Dificultad para soportar un mínimo nivel de estrés o para tolerar el aburrimiento, de forma que los sociópatas tienden a actuar de forma impulsiva, generalmente con violencia, como reacción a situaciones de estrés o apatía. 
• Carácter delictivo. El robo, la agresión, el acoso o la destrucción de bienes son tendencias habituales entre los sociópatas. 
• Evidencias de la presencia de trastornos de la conducta antes de los 15 años. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales señala que buena parte de las personas diagnosticadas con TPA han mostrado evidencias de trastornos de la conducta en la adolescencia. 

Sociopatía: causas y factores de riesgo 

Tal y como señala el psiquiatra Stephen H. Dinwiddie en su estudio sobre la historia de la sociopatía, se trata de un trastorno que muestra una gran dificultad nosológica: la comunidad médica ha debatido durante décadas sobre la descripción, diferenciación y clasificación de la sociopatía sin llegar a conclusiones unánimemente aceptadas. De cualquier forma, algunas de las posibles causas y factores de riesgo que explicarían la aparición de un comportamiento sociópata son las siguientes: 

• Predisposición genética. Diferentes estudios han analizado las estructuras neuroanatómicas implicadas, así como el funcionamiento neurofisiológico que se altera con el trastorno con el objetivo de establecer patrones genéticos comunes. 
• Maltrato infantil. Según algunos estudios, el abuso físico infantil ha proporcionado un predictor sólido de inclinaciones sociópatas. 
• Diagnóstico de trastorno de conducta infantil. Como hemos mencionado, si a lo largo de la niñez y/o la adolescencia se han diagnosticado trastornos de conducta o de personalidad, la posibilidad de desarrollar a posteriori comportamientos sociópatas es mayor. 
• Inestabilidad agravada y/o violencia en la vida familiar. En la misma línea, se considera que una situación permanente de inestabilidad y/o violencia en el entorno familiar podría repercutir en una conducta sociópata desarrollada en la adultez. 
• Abuso de drogas. Así mismo, las investigaciones sobre el origen de la sociopatía también vinculan este trastorno con el consumo de drogas, el cual podría acelerar la complicación de este trastorno de personalidad. 
• Presencia de otros trastornos de salud mental como esquizofrenia o bipolaridad. Algunas investigaciones han establecido relación entre los pensamientos primitivos dominados por el impulso presentes tanto en la esquizofrenia como en el comportamiento sociópata.  

Prevención y tratamiento de la sociopatía 

La clínica Mayo insiste en la mencionada dificultad en la comprensión de los diferentes componentes que dan como resultado un comportamiento sociópata, de forma que la prevención también supone un reto para la comunidad médica. En este sentido, se señala que, teniendo en cuenta que la conducta sociópata puede tener sus raíces en la infancia, son los padres, profesores y pediatras los que deben detectar estas señales tempranas.  

Así, el mayor desafío para la comunidad médica es tratar de forma preventiva el TPA en la infancia y la adolescencia, cuando la posibilidad de reconducir este comportamiento es mayor. La manipulación, el engaño constante, la arrogancia, la impulsividad, la falta de empatía, la insensibilidad o la falta de conciencia e interés por diferenciar el bien del mal pueden indicar un temprano comportamiento antisocial que debe ser valorado por un psicólogo infantil.  

Tal y como señalan algunos especialistas, el problema de diagnosticar la sociopatía usando el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales es dar una etiqueta a un patrón de síntomas que a menudo esconde un comportamiento más complejo y difícilmente descifrable por lo que establecer un tratamiento genérico a los sociópatas funciona en pocos casos. En esta línea, se recomienda realizar un estudio concreto de cada caso para establecer un tratamiento exclusivo. 

De cualquier forma, teniendo en cuenta que buena parte de los sociópatas no sienten remordimientos por su conducta, no consideran que sufran un problema, por lo que no buscan ayuda. Y suele ser un suceso grave y violento el que termina por apuntar una personalidad sociópata. 

El encanto del sociópata en la ficción

Pese a que la sociopatía es un trastorno extraordinariamente delicado, la ficción a menudo nos presenta esta clase de personalidad despertando fascinación entre lectores y espectadores. Personajes como Alex DeLarge de La naranja mecánica, Jack Torrance de El resplandor, Jean-Baptiste Grenouille de El perfume o el propio Joker se han convertido en iconos sociales decorando paredes, camisetas y chapas. 

Y es que el carácter indómito, radical, impulsivo y rabiosamente individualista de estos personajes activan el lado oscuro del lector que, incluso, los termina idolatrando. ¿Por qué seducen los sociópatas en la ficción? De alguna forma, y pese a ser conscientes del devastador impacto social de una persona con un trastorno de este tipo, se admira su inquebrantable autoestima, ingenio y capacidad para torpedear el convencionalismo social.

En última instancia, sentimos deseos de descifrar el enigma que siempre plantean esta clase de personalidades insondables. Ahora bien, seguro que no querríamos vivir puerta con puerta con Patrick Bateman, no vaya a ser que tengamos una tarjeta de presentación más sofisticada que la suya… y se lo tome mal.