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Seis ideas para aumentar tu dopamina

No solo es el único neurotransmisor cuyas publicaciones científicas han aumentado desde 1960, sino que hasta la música pop o la astrología se han interesado por él. Y es que un apelativo con gancho puede convertir un oscuro, complejo y aun parcialmente desconocido neurotransmisor en tema de conversación en tertulias de bar: “la hormona del placer”. 

Pero tal y como han demostrado los numerosos estudios científicos recientes sobre este neurotransmisor, las funciones de la dopamina en el sistema nervioso central exceden con mucho las vinculadas al placer o a la motivación, estando además asociado a numerosas enfermedades como el párkinson o la esquizofrenia

A continuación, te explicamos qué es la dopamina, cuáles son sus funciones principales (conocidas), así como seis ideas para aumentarla de forma natural, además de una referencia al (peligroso) exceso de este neurotransmisor que se trata de rebajar con el controvertido “ayuno de dopamina”. 

¿Qué es la dopamina? Mucho más que la hormona del placer  

Vacaciones - Fuente: Pixabay
Vacaciones – Fuente: Pixabay

La dopamina es el neurotransmisor catecolaminérgico —hormona que se vierte en el torrente sanguíneo, como la adrenalina— más importante del Sistema Nervioso Central de los mamíferos participando en la regulación de diversas funciones como la afectividad, la emotividad, la motivación o la conducta motora, así como la comunicación neuroendocrina.  

Este artículo de varios investigadores españoles es uno de los muchos que abordan de forma integral los avances en el estudio de la dopamina definido como un “neurotransmisor involucrado en cualquier acción ejecutiva superior” expresándose sus receptores en casi cualquier célula del sistema inmunológico donde la dopamina también regula diversos procesos como “la presentación de antígenos, la activación de células T y la inflamación”. 

Y es que, aunque la dopamina actúa como neurotransmisor, también es un compuesto que ayuda a mantener la homeostasis, el conjunto de fenómenos de autorregulación que intentan mantener equilibradas las composiciones y las propiedades del organismo. 

En este sentido, las funciones de la dopamina son tan amplias que “asusta” a los profanos: desde su influencia en la formación de la personalidad, hasta la creatividad, pasando por la regulación de la memoria, o las propias funciones motoras: cuando nos levantamos de la cama, necesitamos que intervenga la dopamina para “motivarnos” a hacer ese movimiento. 

Y sí, la dopamina también está vinculada al placer como vimos a la hora de explicar el proceso cerebral que tiene lugar en el uso de redes sociales como Tinder. Y es que el olor de comida dispara los niveles de dopamina, como lo hace cuando “olemos” la posibilidad de ligar: es la recompensa impredecible en la que interviene la motivación.

Así, la dopamina es un neurotransmisor que activa nuestra motivación, es la hormona que nos mueve a hacer cosas, ya sea por placer, o por la propia “homeostasis”, la pulsión de establecer un equilibrio en nuestro organismo, también en la faceta psicológica. 

El peligroso desequilibrio de dopamina  

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Niño frente al televisor/Foto: Pixabay

Pero la dopamina también tiene su lado oscuro cuando su presencia en el organismo está desequilibrada, cuando no generamos la cantidad adecuada de este neurotransmisor que afecta a todas esas funciones ya descritas.

Por eso los enfermos de párkinson hacen esos movimientos o tics motores, por el déficit de dopamina: “La enfermedad de Parkinson, resultante de la muerte de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra, se caracteriza por síntomas motores, que incluyen temblores en reposo y dificultad para realizar movimientos”.  

Y por eso las personas que padecen esquizofrenia, psicosis o trastorno bipolar pueden tener alucinaciones o fases maníacas, por probable exceso de dopamina: “La hipótesis dopaminérgica propone que la esquizofrenia se produce a consecuencia de un exceso de actividad en la sinapsis dopaminérgica del cerebro y que los fármacos neurolépticos controlan los síntomas mediante el antagonismo de la dopamina en los receptores sinápticos”.  


Y por eso, también, el desequilibrio dopaminérgico se asocia a las conductas adictivas: más placer (o promesa de placer, es decir, deseo), más consumo o intento de consumir, hasta que se puede llegar a inhibir los receptores de dopamina apareciendo la tolerancia: cuando el cerebro se acostumbra a una elevada dosis diaria de dopamina, esta ya no puede provocar la misma respuesta de recompensa, lo cual provoca tolerancia, un fenómeno típico de las adicciones. Paradójicamente, sustancias como la cocaína o la nicotina incrementan el deseo, pero no el placer, de ahí el síndrome de abstinencia.  

Seis ideas para aumentar la dopamina 

Mujer corriendo
Mujer corriendo/Foto: Pixabay

Teniendo en cuenta las funciones que cumplen la dopamina, aumentar sus niveles en el organismo puede ser algo bastante sencillo si actuamos con sentido común, empezando por realizar actividades que nos motiven y que nos proporcionen un placer moderado, nunca excesivo y constante porque se puede alcanzar el peligroso estado de tolerancia. 

Haz algo que te guste 

Desde jugar un videojuego, a ver una serie, quedar con tus amigos, o tejer un jersey. Todos tenemos aficiones y actividades que nos motivan porque obtenemos placer y/o nos proporcionan equilibrio físico y emocional. Realizar estas actividades de forma moderada, sin excederse, aumenta los niveles de dopamina desde el mismo momento que sentimos las ganas y el impulso de hacerlas.  

Haz ejercicio 

No hace falta ser científico para entender que el ejercicio físico provoca un “chute dopaminérgico” y de otros neurotransmisores que explican ese estado de bienestar que sentimos cuando terminamos una sesión deportiva, ya sea corriendo o tras un partido de fútbol: estamos cansados pero felices, hemos segregado dopamina. 

Duerme lo necesario 

Paradójicamente, dormir más de lo necesario puede reducir los niveles de dopamina, provocando que nos sintamos “cansados” o deprimidos. Al contrario, dormir menos de lo necesario puede aumentar los niveles de dopamina en exceso, ya que el cerebro intenta hacer un sobreesfuerzo para hacer frente a las labores del día segregando más dopamina de lo habitual y “agotando el depósito”, razón por la cual sentimos falta de concentración e incluso coordinación motora cuando llevamos demasiado tiempo sin dormir. Así que debes dormir lo que tu cuerpo necesite para lograr el equilibrio hormonal. 

Escucha música 

La música tiene un sorprendente impacto en la salud de las personas, cambiando el desarrollo del cerebro y regenerando las neuronas, además de ofrecer una recompensa química lo que explicaría el instantáneo placer que sentimos a la hora de escuchar música, incluso aunque esta sea triste

Evita las conductas adictivas 

Como hemos visto, la adicción a cualquier sustancia o actividad placentera tiene el efecto contrario al buscado, reduciendo el placer a medida que crece la adicción: es la paradoja que conocen todas las personas que han sufrido algún tipo de adicción a sustancias, incluido el tabaco o el café. Cuanto más se toma, más se necesita tomar para sentir los mismos efectos, hasta que llega un momento en el que el placer es tan solo la promesa del placer, es decir, el deseo. Por lo tanto, no caigas en ninguna adicción, ni siquiera a las series.  


Enamórate 

Puede que sea contradictorio en relación a la idea previamente esbozada, porque el amor también puede ser “adictivo”, pero uno de los arrebatos emocionales (y químicos) más extraordinarios de la vida humana es el amor, que transmite una ingente cantidad de sensaciones positivas en nuestro organismo producto de la actividad de numerosos neurotransmisores como la dopamina. Desde luego, enamorarse no es tan sencillo como salir a correr o tejer un jersey, pero te asegura elevar los niveles de muchas cosas, también de dopamina.   

¿Ayuno de dopamina contra los excesos de placer inmediato? 

Clase de yoga (retiro)
Clase de yoga/Foto: Unsplash

Como dirían algunos de nuestros comentaristas habituales en redes sociales, el ayuno de dopamina producto de un exceso de chutes dopaminérgicos sería otro de esos “problemas” (psicológicos) del primer mundo que pueden sonar presuntuosos en otras latitudes. De hecho, cuentan que el ayuno de dopamina se comenzó a poner de moda entre ejecutivos de Silicon Valley, siempre tan activos y envueltos, al parecer, en una nube de frenética y estimulante actividad que desconocemos los curritos a este otro lado del mundo.

Este ayuno de dopamina estaría justificado por el exceso de placeres inmediatos, muchos de ellos vinculados al contacto con Internet y redes sociales, pero también a los contactos sociales directos o incluso el exceso de satisfacciones gastronómicas. Estar con la dopamina por las nubes permanentemente, como vimos, tiene efectos contraproducentes y este ayuno de dopamina, supuestamente, vendría a equilibrar el organismo. 

¿Y cómo hacerlo? Reduciendo al máximo el placer instantáneo, desde las redes sociales a la propia música o el contacto con contenido audiovisual que ofrece esa clase de placeres inmediatos.

Pero este ayuno no convence a los científicos, así que mucho cuidado con seguir, también en esto, las costumbres más o menos revolucionarias de los gurús de Silicon Valley: “Desafortunadamente, la industria moderna del bienestar se ha vuelto tan lucrativa que la gente está creando títulos atractivos para conceptos antiguos“, dice Peter Grinspoon, instructor de Harvard.

Funcione o no este ayuno de dopamina, lo cierto es que los estudios científicos recientes siguen investigando las consecuencias del exceso de dopamina, producto del estrés, el abuso de drogas o fármacos, la falta de sueño, el abuso de determinados alimentos o la propia genética. Y es que, como hemos visto, el exceso de dopamina, muchas veces de raíz genética, puede ser la causa de enfermedades como la esquizofrenia, como ha vuelto a poner de actualidad un estudio reciente publicado en Nature.  



1 Comment

  1. Esperaba este tema de la ezquizofrenia como agua de Mayo, la razón es revindicar más investigaciones. Una sugestiva hipótesis sobre la ezquizofrenia es que se trata de un trastorno autoinmune.Heath subrayó que en el esquizofrenico se producen anticuerpos que dañan su propio tejido nervioso.Sin embargo ,no se ha podido demostrar que la sangre u orina de esquizofrenicos,al administrarlas a animales experimentales,produzcan algún efecto notable sobre la desorganizacion de la conducta.
    Finalmente las revisiones efectuadas por McGugfin y Crowe sobre la relación entre esquizofrenia y HLA ofrecen resultados contradictorios.
    Gracias .

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