El pasado 23 de julio, el resultado electoral apuntó al partido fundado por Carles Puigdemont, que ha puesto encima de la mesa dos elementos para facilitar un nuevo gobierno de Pedro Sánchez: el derecho a la autodeterminación y la amnistía.

Pero ¿dónde situamos a esta agrupación? ¿En la izquierda o en la derecha? En primer lugar, podemos decir que Junts es un partido monotemático, ya que su acción política se basa en la consecución de un objetivo: la independencia de Catalunya.

No obstante, en su manifiesto, tratan de definirse como un partido transversal, ya que ponen énfasis tanto en la libertad individual como en la lucha contra la desigualdad.

También se definen como un partido europeísta: “Una Cataluña profundamente comprometida con el proyecto de una Europa de derechos y libertades, con una Unión Europa que los garantice de forma efectiva”.

Sin embargo, muchos de los representantes que conforman la formación, incluido el propio Puigdemont, proceden de la antigua Convergencia Democrática de Catalunya, una formación catalana abiertamente de derechas.

A lo que hay que añadir otros perfiles que se han unido al proyecto que abogan por políticas económicas de derechas.

De hecho, son partidarios de reducir la presión fiscal, de potenciar la educación concertada, de una menor regulación del turismo o de la ampliación de grandes infraestructuras, como el puerto o el aeropuerto de Barcelona, pese a la crisis climática.