Ocho africanos comparten una 'cama caliente' ocupada en un piso patera en Lleida

publicado el 17 de Julio de 2020

Han transcurrido meses desde que llegaron los primeros grupos de jornaleros a la capital del Segriá y todavía siguen durmiendo grupos de ellos por las calles. La influencia combinada de la extensión de la pandemia y la precaridad de estos trabajadores extranjeros ha originado situaciones indeseables como la aparición de nuevas “casas-patera” o el hacinamiento de muchos de los jornaleros en habitaciones subarrendadas u okupadas.

El diario Público ha pasado varios días investigando las terribles condiciones de vida de los africanos. La pandemia es un inmejorable caldo de cultivo para la picaresca y el abuso. En una de estas llamadas “camas-calientes” o compartidas por turnos han llegado a dormir, simultáneamente, “entre seis y ocho personas”, según el arrendador rumano del piso. Al decir de este inmigrante, le han “okupado” un cuarto contra su voluntad y a punto están de echarle de su propia casa.

Entre tanto, está a punto de cumplirse dos semanas desde que la Generalitat cerró supuestamente el perímetro de Lleida para hacer frente al coronavirus, y todavía continúan llegando africanos de todos los lugares del país en busca de un empleo. Ni siquiera tienen que burlar ningún control porque, muy frecuentemente, los accesos a Lleida se hallan expeditos.