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El 70% no es suficiente: controlar la covid pasa por poner todas las dosis disponibles y vacunar al máximo de la población

Alcanzar el 70% de población vacunado supone un gran hito pero aún queda mucho camino por recorrer y los expertos recomiendan olvidarse de porcentajes y de la inmunidad de grupo. Hay casi ocho millones de dosis sin administrar por las comunidades autónomas y el nuevo curso requiere de un acelerón para llegar a toda la población posible.

Punto de vacunación masivo instalado en el Wizink Center de Madrid, el pasado 24 de agosto de 2021.
Punto de vacunación masivo instalado en el Wizink Center de Madrid, el pasado 24 de agosto de 2021. Chema Moya / EFE

El entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, avanzó en diciembre de 2020 en una entrevista con Público que el 70% de la población estaría inmunizado a finales de verano y que se pasaría entonces a un estadio muy distinto de la pandemia. Su previsión se ha cumplido a medias: se ha logrado ese porcentaje este 31 de agosto (70,3% según el último informe del Ministerio de Sanidad), pero no se ha conseguido la esperada inmunidad de grupo. La situación ha cambiado por la evolución de las variantes del virus y los expertos apuestan por olvidarse de porcentajes: el objetivo real tiene que ser vacunar a toda la población posible. Un nuevo reto que conlleva, además, un acelerón para poner todas las dosis que hay disponibles y llegar a inmunizar a las personas más reticentes a las vacunas.

¿Por qué se dejan a un lado los porcentajes para llegar a la inmunidad de grupo? En primer lugar porque es algo muy difícil de calcular. Jorge Carrillo, vocal de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), explica que varía según la eficacia de las vacunas —cambia incluso entre las dosis que se administran contra la covid— y las variantes. "Tener un dato exacto es irreal. Es muy importante que hayamos llegado al 70% de vacunados y, a partir de ahora, hay que llegar al máximo posible", explica el experto a este medio.

Los postulados para la inmunidad de grupo se cumplen "de forma bastante baja" con la covid-19

El epidemiólogo y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), Pedro Gullón, coincide en la idea de dejar atrás los porcentajes aunque va más allá al señalar que el concepto de inmunidad de grupo está basado en los postulados de Fox y que estos se cumplen "de forma bastante baja". Estos postulados son cuatro condiciones que se deben dar para que se elimine la transmisión de un patógeno: que el virus tenga un único huésped (solo afecte a humanos), que se transmita por contacto directo, que la inmunidad que se genere contra él sea sólida y que se distribuya aleatoriamente entre la población.

Gullón expone que estas asunciones no se cumplen, exceptuando la condición de la transmisión por contacto directo: "Sobre la primera, no hay muchísimos huéspedes intermedios sobre todo en entornos urbanos, pero sí se ha visto que la transmisión en fábricas de visones tuvo su importancia. En segundo lugar, no sabemos cómo va a ser la inmunidad de las vacunas y, además, las vacunas son muy eficaces para prevenir la enfermedad pero no la infección. Por último, la transmisión no es aleatoria porque está demostrado que afecta más a determinados grupos sociales y de edad".

José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y ex secretario general de Sanidad, también cree que hay que "olvidarse" de la inmunidad de rebaño para tener un único objetivo: vacunar al máximo de población posible. "Igual que hemos llegado a casi el 100% de inmunizados con la población mayor de los 70 años, ahora hay que conseguirlo con el resto de población susceptible a recibir una dosis. Si no es así va a ser muy difícil porque aún no se ha aprobado ninguna vacuna para menores de los 12 años", argumenta a este medio.

Casi ocho millones de dosis sin administrar

Pese al éxito de llegar al 70% de población vacunada, agosto no ha sido un buen mes para la vacunación. El problema no es que falten vacunas: hay 7.820.762 dosis sin administrar, según el informe de vacunación del Ministerio de Sanidad de este 1 de septiembre. Las comunidades que tienen más vacunas sin utilizar son las que no han conseguido llegar a este porcentaje y son Baleares, Catalunya, Madrid y las dos ciudades autónomas Ceuta y Melilla. Todas ellas se han quedado en un 67% de población inmunizada o menos.

Aunque la ralentización de este proceso ha sido general en toda España. Martínez Olmos cree que el principal motivo es que las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad no fueron capaces de crear un sistema eficaz que permitiera que las personas pudieran vacunarse en un lugar diferente al que residen. En segundo lugar, cree que la idea que se ha transmitido sobre la inmunidad de grupo y el 70% ha podido provocar que los más reticentes a las vacunas hayan optado por no recibir ningún pinchazo.

Por este último motivo, Gullón cree que hay que renovar la estrategia de vacunación aún más de lo que lo han ido haciendo las comunidades autónomas. "Si la gente no va ya de forma masiva a vacunarse, le toca al propio sistema sanitario perseguir a la gente. Que el ciudadano tenga que hacer por no vacunarse y no al revés", argumenta. En este punto cree que será fundamental Atención Primaria, el servicio sanitario más cercano a la población. De hecho, la estrategia de la Comunidad de Madrid de privatizar la inmunización y dejar a un lado a los centros de salud expone que es el motivo por el que esta región siempre ha estado a la cola de la lista de comunidades con más dosis administradas.

¿Cuándo se pasará de estadio?

Y, con todo esto, ¿cómo se notará que pasamos de estadio? Carrillo señala que se verá claramente en la reducción de las infecciones, de los ingresos y de los fallecidos. "Hay menos muertes que en las pasadas olas, pero aún hay más de 100 fallecidos diarios por lo que tenemos que ir hacia una reducción mucho más significativa que, además, llegará la disminución de la infección y, algo después, de la mortalidad, pero irán de la mano", explica el experto. Gullón cree que en la próxima ola posiblemente ya se vea un efecto en los datos de la transmisión, como se ha visto en la quinta ola en los datos de fallecidos —menores de los que ha habido en otras olas con los mismos contagios—. "Si todo continúa igual, será más difícil que la transmisión alcance estos niveles", concluye.

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