¿Cómo actuar ante un diagnóstico de mpox o viruela del mono?
Los expertos ponen el foco en la vacunación para frenar la expansión de nuevos contagios. Ésta debe administrarse en los cuatro días siguientes al contacto con alguien que tenga el virus y hasta dos semanas después si no hay síntomas.
Madrid-Actualizado a
El Ministerio de Sanidad aclaró hace varios días que no existe un riesgo elevado de contagio de mpox o viruela del mono en España, donde todavía no se han registrado casos de la nueva variante más agresiva, denominada clade 1. Por ello, a pesar de que la OMS ha declarado la emergencia sanitaria internacional debido a la proliferación de contagios en el continente africano, Sanidad descarta por el momento imponer restricciones de forma preventiva.
No obstante, desde el Consejo General de Enfermería (CGE) han aconsejado una serie de medidas en caso de contagio por este virus que ya ha dejado a su paso un total de 18.910 casos y 541 muertes en 12 países africanos en lo que llevamos de 2024. Susana Montenegro, enfermera en esta entidad sanitaria, hace especial hincapié en el aislamiento como forma de evitar contagios. Desde la OMS instan igualmente a las personas infectadas permanecer separadas del resto hasta que todas sus lesiones cutáneas se hayan curado.
Este contacto debe evitarse sobre todo cuando la persona se halla cerca de otras inmunodeprimidas, niños o mujeres embarazadas, ya que estos grupos son especialmente vulnerables al virus y sufren sus efectos de manera más severa que el resto de la población.
De igual manera, Montenegro ha subrayado la importancia de comunicar de inmediato el contagio a los contactos estrechos, llevar a cabo estrictas medidas de higiene de manos y desinfección de los objetos personales evitar tocar las lesiones "ya que puede aumentar el riesgo de transmisión", ha explicado la enfermera. Además, para poder abordar la transmisión de la enfermedad desde la prevención, la sanitaria incide en la relevancia de educar en el conocimiento del virus: "Las campañas de concienciación en comunidades de alto riesgo pueden ayudar a detectar y controlar los brotes rápidamente", ha destacado.
Los expertos han detallado en los últimos días que el mpox no se trata únicamente de una enfermedad de transmisión sexual. De hecho, cualquier persona si mantiene un contacto físico estrecho, y no necesariamente tiene que ser sexual con la persona infectada, puede contagiarse. Sin embargo, las autoridades sanitarias explican que se deben tomar precauciones a la hora de tener relaciones sexuales de riesgo.
Asimismo, la puesta en disposición de equipos de protección para los profesionales sanitarios que se exponen al virus en su día a día es fundamental. Así lo apunta el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, quien afirma que "hay que hacer un llamamiento a las administraciones sanitarias para que tengan disponibles los equipos de protección personal (EPP) que deben utilizar los profesionales a la hora de tratar y cuidar de estas personas". Asimismo, Pérez Raya añade que "los trabajadores de la salud deben usar guantes, mascarillas y protectores faciales cuando atienden a pacientes con sospecha o confirmación de viruela del mono".
La vacuna como pieza imprescindible contra el mpox
Todos los expertos sanitarios coinciden en que es vital extender la vacunación contra este virus para frenar el número de contagios en todo el mundo. La OMS y otras organizaciones internacionales han recomendado la vacunación "preexposición" al personal de salud con elevado riesgo de exposición, al personal de laboratorio que trabaja con orthopoxvirus, y al personal de laboratorio que realiza pruebas de diagnóstico para la viruela del mono.
"En estos momentos disponemos de una vacuna y debemos hacer uso de ella. Las enfermeras y enfermeros, como ya hemos demostrado frecuentemente, estamos a disposición de los pacientes para explicarles y asesorarles sobre esta enfermedad también", ha aseverado Pérez Raya.
Según datos del Ministerio de Sanidad, solo la mitad de los 40.000 vacunados en España completaron la pauta completa, por lo que desde el CGE se anima a las otras 20.000 a acudir a sus centros de vacunación para que les administren la segunda dosis.
La OMS establece que la vacuna debe administrarse en los cuatro días siguientes al contacto con alguien que tenga viruela símica (hasta dos semanas después si no hay síntomas) y los pacientes que la padecen deben ser atendidos de forma separada a los demás. En Europa ya se comercializa la vacuna con la marca IMVANEX, mientras que en Estados Unidos se emplea la JYNNEOS y ambas están disponibles y pueden utilizarse indistintamente.
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