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Agentes marroquíes cruzaron la valla de Melilla y golpearon a migrantes en suelo español para devolverlos en caliente

Varias imágenes a las que ha accedido 'Público' en exclusiva muestran a gendarmes y miembros de las fuerzas auxiliares marroquíes cargando, junto a policías y guardias civiles, contra varios migrantes que lograron cruzar del todo el vallado. Al menos 37 personas murieron el viernes en este intento de salto, la mayor tragedia registrada en esta frontera.

Un miembro de las fuerzas de seguridad marroquíes conduce desde suelo español a uno de los migrantes que logró saltar la valla de Melilla el pasado viernes.
Un miembro de las fuerzas de seguridad marroquíes conduce desde suelo español a uno de los migrantes que logró saltar la valla de Melilla el pasado viernes. Javier Bernardo

Agentes de las fuerzas de seguridad marroquíes cruzaron totalmente la valla de Melilla para golpear, detener y devolver en caliente a varias personas migrantes que habían logrado superar el vallado el pasado viernes durante el trágico intento de salto en el que han muerto al menos 37 personas, según varias ONG que trabajan en terreno marroquí.

Un vídeo y varias fotografías a las que Público ha accedido en exclusiva muestran a gendarmes e integrantes de las fuerzas auxiliares marroquíes moverse en el lado español de la frontera como si estuvieran en territorio marroquí, en total connivencia con los efectivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional española que se movilizaron para rechazar el multitudinario intento en el que unas 500 personas, según la Delegación del Gobierno en Melilla, lograron llegar a las vallas y 133 consiguieron cruzar y quedarse en la ciudad.

Las autoridades marroquíes solo han reconocido oficialmente la muerte de 23 personas en una avalancha generada en un desnivel previo a la alambrada marroquí. Murieron por asfixia o aplastamiento, aunque varias muertes se produjeron, según estas fuentes, al caer desde lo alto de la valla, que en este punto se eleva entre diez y seis metros y es el único tramo en el que aún no se han colocado los nuevo métodos de contención, como el peine invertido o el rodillo, que el Ministerio del Interior ya ha instalado en el resto de la valla para sustituir la concertinas.

"Los migrantes que lograron cruzar estaban rodeados por la Policía y la Guardia Civil, que les empujaban con cargas hacia lado marroquí. Algunos lograron zafarse y correr más adentro de Melilla", describe el fotoperiodista Javier Bernardo, que presenció los hechos y captó las imágenes de esta información.

Un agente marroquí golpea desde territorio español con un palo a los migrantes que lograron saltar la valla de Melilla el pasado viernes.
Un agente marroquí golpea desde territorio español con un palo a los migrantes que lograron saltar la valla de Melilla el pasado viernes. Javier Bernardo

"Me sorprendió cuando empecé a ver los cascos verdes de las fuerzas marroquíes en el lado español de la valla. Los agentes españoles estaban en problemas, había mucha gente en un lugar muy estrecho. Me sorprendió ver a policías marroquíes en suelo español deteniendo, agrediendo y devolviendo a los migrantes. Es la primera vez que lo veo en los cuatro años que llevo trabajando en Melilla, añade.

"Rechazos en frontera"

En otras ocasiones se ha visto a agentes marroquíes recoger a migrantes entregados por los agentes españoles en la franja entre la doble valla. También se les vio el pasado viernes golpeando y empujando a migrantes en ese punto. Aunque técnicamente es territorio español, suele ser habitual la colaboración entre las fuerzas de seguridad de ambos países en esa tierra nadie, sin embargo, no es normal que los agentes marroquíes crucen del todo las vallas para recoger ellos mismos a las personas migrantes.

Fuentes del Ministerio del Interior aseguran a Público que el operativo desplegado siguió en todo momento la legalidad vigente, aunque no precisan si los agentes marroquíes tenían permiso para entrar en territorio español para ejecutar devoluciones. Interior habla abiertamente de "rechazos en frontera", la polémica figura con la que el PP trató de dar encaje legal, a través de la ley mordaza, a las devoluciones en caliente de migrantes en Ceuta y Melilla. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dio por buena esta figura en 2020 en un sorprendente cambio de criterio tras una condena previa. El Gobierno la recurrió y el PSOE, tras la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa, mantuvo este recurso que prosperó, a pesar de que había prometido en repetidas ocasiones que acabaría con estas prácticas que consideraba ilegales.

Un miembro de las fuerzas de seguridad marroquí se lleva detenido a un migrante desde el lado español de la frontera con Melilla.
Un miembro de las fuerzas de seguridad marroquí se lleva detenido a un migrante desde el lado español de la frontera con Melilla. Javier Bernardo

Diferentes expertos juristas consultados por Público muestran su sorpresa ante la presencia de efectivos marroquíes en suelo español. "Solo puede pasar en un marco de excepcionalidad jurídica donde desde hace ya tiempo Interior ha decidido hacer una interpretación laxa del derecho cuando se trata de personas migrantes", apunta Andrés García Berrio, abogado de Irídia - Centro para la Defensa de los Derechos Humanos.

Berrio considera "inaudito" que "se permita la intervención con el uso de la fuerza de agentes de un tercer país en territorio español", donde "no tiene competencias, por lo que cualquier uso de la fuerza carece de habilitación legal". "Sería un uso ilegal de la fuerza y por tanto, un delito leve de lesiones o delito de lesiones" que los agentes españoles habrían permitido.

Daniel Amelang, abogado de la Red Jurídica ve, al menos, "irregular" esta operación, siempre que no haya un tratado o acuerdo bilateral de cooperación entre España y Marruecos a este efecto, algo que Interior no ha precisado. "En cualquier caso, serían los agentes españoles los que deberían haber entregado a los migrantes a los agentes marroquíes, en ningún caso pueden detener a gente directamente en suelo español".

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado en dos ocasiones que hubo un "asalto organizado y violento" y que se "trabajó coordinadamente con las fuerzas y cuerpos del Estado para repeler ese asalto". Ha mantenido su respaldo a la actuación marroquí, a pesar de las imágenes que muestran a agentes marroquíes golpeando y lanzando piedras a los migrantes, algunos encaramados a las vallas, maltratando a personas que están heridas en el suelo y a pesar de un saldo de víctimas mortales nunca visto en este tipo de operaciones.

El intento de salto, según las autoridades, estuvo protagonizado por unas 2.000 personas de las que alrededor de 500 lograron llegar a las vallas. 133 personas lograron llegar al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de la ciudad y han manifestado su intención de pedir asilo, según Interior. La mayoría proceden de países como Sudán, Sudán del Sur o Chad, envueltos en conflictos armados y susceptibles de recibir protección internacional. Ni los que no lograron cruzar ni los que fueron devueltos automáticamente podrán solcitarlo, ya que solo pueden llegar a la oficina habilitada para ello saltando la valla.

Todas las fuentes consultadas coinciden en que el nivel de violencia empleado, tanto por los migrantes como por los agentes españoles y marroquíes, no se había visto hasta ahora. Incluso la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) emitió un comunicado en el que criticaba la actitud violenta de los migrantes, que usaron palos, piedras y cuchillos artesanales en el intento, llegando a romper con una cizalla la puerta del paso fronterizo.

Sin embargo, la misma organización publicó varios vídeos en los que se ve a decenas de migrantes tumbados en el suelo, algunos heridos y otros aparentemente inconscientes o ya fallecidos durante su detención en las inmediaciones de la valla. También se ve como un gendarme marroquí golpea a un migrante que yace en el suelo y a otro que toma el pulso a otro migrante inmóvil. La AMDH junto a la ONG española Caminando Fronteras acusan a los agentes marroquíes de omisión deber de socorro y exigen una investigación exhaustiva e independiente mientras en los hospitales de Nador y Oujda siguen desbordados de heridos.

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