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Catalunya afronta una huelga de cinco días en la educación a partir de este martes
El "detonante" fue el anuncio de la Generalitat del nuevo calendario escolar sin haberlo negociado previamente con la comunidad escolar, según los siete sindicatos convocantes, aunque ya existía un "malestar evidente" acumulado por la falta de recursos y diálogo, así como el "desgaste" de la pandemia.
Emma Pons Valls
Barcelona-Actualizado a
El conflicto en el mundo de la educación en Catalunya ha ido subiendo de tono y llega esta semana al choque de trenes entre los sindicatos del profesorado y el Departament d’Educació y se espera una semana complicada en los centros escolares. Y es que este martes empieza la primera jornada de huelga convocada por los sindicatos del sector educativo tras el anuncio de la Generalitat de avanzar el inicio del curso una semana. Serán un total de cinco días de parón (el 15, 16, 17, 29 y 30 de marzo) con los que reivindicarán negociar el calendario, pero también más presupuesto, revertir los recortes de la crisis de 2008, bajar ratios y fijar una posición respecto a la sentencia del 25% de castellano, entre otros motivos.
Los sindicatos apuntan que es necesario remontarse a finales de los años 80 y principios de los 90 para recordar movilizaciones de esta envergadura. "Se ha recuperado la autoorganización ante un malestar que era muy evidente", afirma Iolanda Segura, portavoz del sindicato USTEC·STEs (IAC), en una llamada telefónica con Público. Además de este sindicato, también se han sumado a la convocatoria CCOO, la Intersindical, Professors de Secundària (Aspepc-sps), la UGT, la CGT y la Federació d'Ensenyament de la Unió Sindical Obrera de Catalunya.
Segura explica que el anuncio del nuevo calendario escolar fue "el detonante" de la convocatoria, pero que en el fondo había un "malestar evidente" previo, agravado también por la pandemia. "En las mesas de negociación se nos ha menospreciado", lamenta la portavoz. El anuncio del adelanto del inicio del curso al 5 de septiembre, una semana antes, sin haberlo negociado con las organizaciones sindicales, fue la gota que colmó el vaso. "Cualquier otra medida que hubiera anunciado así nos hubiera hecho reaccionar igual", dice Segura.
Unanimidad en la reclamación de más diálogo
En una carta a las familias, CCOO critica que en los últimos meses, Educació ha informado en rueda de prensa "de múltiples cambios en la educación que no han sido consultados, negociados, ni consensuados con ningún agente de la comunidad educativa, ni con familias, ni con el personal". La falta de diálogo y cierto "autoritarismo" -concepto utilizado por varios portavoces sindicales- del conseller, Josep González-Cambray, han llevado a la convocatoria de cinco días de huelga. "Estamos cansados de ese maltrato", sostienen desde CCOO.
Para el primer día de huelga hay convocados piquetes y también una manifestación unitaria en Barcelona, que saldrá a las 11:30 de los Jardinets de Gràcia e irá hacia la sede del Departament. El miércoles habrá manifestaciones descentralizadas mañana y tarde, en la capital, en Tarragona, Girona, Lleida, Tortosa y Manresa; y el jueves, en Barcelona y en Amposta, ambas a las 11.30.
"La pandemia ha evidenciado que el sistema hace aguas por todas partes, pero los cambios deben consensuarse"
Los sindicatos aportan muchos más motivos para ir a la huelga que el cambio de calendario: el desacuerdo con los nuevos currículos, que también entran en vigor el próximo curso, la no recuperación de las condiciones laborales previas a los recortes, la falta de respuesta del Departament sobre cómo hacer frente a la sentencia del 25% de castellano y la estabilización del personal interino. "La Administración ha abierto muchos frentes y no ha querido afrontarlos", critica Segura. Aumentar los recursos destinados a la educación hasta el 6% del PIB, así como bajar las ratios, también están en la lista de reclamaciones.
Los nuevos currículos no gustan al profesorado. Segura explica que "suponen una privatización", reducen horas de diversas materias y diluyen la evaluación. Para CCOO, "no asegura suficientemente la inclusión ni la igualdad de condiciones en la ESO y comporta la desaparición de muchas horas de especialidad". Consideran que este cambio "se ha producido a toda prisa, sin tiempo de debate ni de trabajo compartido".
"La pandemia ha evidenciado que el sistema hace aguas por todas partes, pero los cambios deben consensuarse", apunta Segura. Los sindicatos piden la dimisión del conseller y poder iniciar una negociación lo antes posible. Segura lamenta que la Generalitat ha puesto "un paquete de medidas transformadoras" sobre la mesa pero ha situado el foco de esta transformación en el profesorado.
La posición de Educació
Por el momento, el Department no se ha movido de su posición. González-Cambray ha asegurado que no se echarán atrás en la propuesta de nuevo calendario, y argumenta que reducir las vacaciones de verano de los niños es una medida reivindicada largamente por la comunidad educativa y propuesta hasta cuatro veces por el Consell Escolar de Catalunya en los últimos años.
En cuanto a la modificación de los currículos, el conseller apunta que "viene fijado" en la LOMLOE y "no es posible posponer su aplicación", que se irá aplicando de forma flexible "durante los próximos tres cursos" . Unos argumentos que no convencen a los sindicatos, que reclaman una "negociación real" y llegar a consensos.
Por ahora, Educació no se ha movido de la posición y asegura que mantendrá el nuevo calendario
La USTEC lamenta que no han visto señales de cambio por parte del Departament una vez hecha la convocatoria de huelga. "Lo único que hacen es convocarnos a mesas de negociación, pero de momento hemos decidido no asistir y esperaremos a ver cómo reaccionan a la huelga", dice Segura.
El apoyo de las familias
La huelga tendrá un seguimiento superior que las anteriores, cree Segura, con menos de un 40% de participación. "Ahora hay un desgaste muy grande", añade. En cuanto al apoyo de las familias, ha habido quejas de que los cinco días de huelga -sumados a la del 8 de marzo por el Día de las Mujeres y a la del 23 de marzo contra el 25% de castellano- suponen recortar unas horas lectivas ya reducidas por las cuarentenas por la Covid-19.
Segura entiende que parte de las familias no compartan la protesta pero reivindica que el objetivo es que "sus hijos estén mejor atendidos", algo que ahora no es así "porque no hay los recursos necesarios". "Las familias deben entender que no podemos continuar así, eso lo pagan los alumnos. No pedimos privilegios, sino que nos devuelvan lo que teníamos antes de los recortes", concluye.
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