"Lo que es literalmente tener la cara pegada al cristal de la puerta del metro en todo el trayecto. Sentir la respiración de la otra persona, vagones sin aire acondicionado, imagínate lo que sentimos las personas que no tenemos otra opción de medio de transporte", describe una usuaria habitual de las líneas 2 y 4 del metro de Madrid, su día a día para llegar al trabajo.

Con la llegada de septiembre, Madrid ha vuelto de las vacaciones y el regreso a la rutina se ha convertido en una odisea diaria. Este año el transporte se ha visto saturado, en especial durante la hora punta. Las imágenes de andenes y trenes colapsados, colas larguísimas en las paradas de autobús y atascos en las calles y carreteras se han extendido por las redes sociales.

El principal origen de estos problemas está en varios trabajos que se están realizando en seis puntos neurálgicos de la capital: el cierre parcial de la Línea 6 de Metro, el inicio del proyecto Madrid Nuevo Norte, el soterramiento de la A-5, las obras en el nudo norte con las transformaciones de la Castellana y las intervenciones en la M-30 a la altura de Ventas y en el intercambiador de Conde de Casal.

El cierre parcial de la línea circular

El Ayuntamiento de Madrid inició el pasado 9 de marzo la renovación de la línea 6 del metro, que pretende la automatización total de la línea. También conocida como la circular, es la más transitada de toda la red, con una afluencia de 400.000 viajeros de media al día. La segunda fase de la obra comenzó el 6 de septiembre, cuando miles de madrileños volvían a la rutina, y consiste en el cierre entre las estaciones de Legazpi y Moncloa. 

Para moderar los efectos, la Comunidad y el Ayuntamiento establecieron un plan de servicios de apoyo gratuito con la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Entre ellos, está el autobús SE6, que cubre las mismas paradas entre Legazpi y Moncloa; el SE5, que conecta Cuatro Caminos y Moncloa sin parar en Ciudad Universitaria; y la línea 180, ampliada hasta Arganzuela-Planetario.

La necesidad de usar una ruta alternativa para tantos usuarios está causando una sobresaturación en todas las líneas de metro. De tal manera, que incluso se ha usado la figura de empujadores para que cupiera más gente en los trenes y controlar el tránsito de vagones y andenes. Se han visto escenas donde se ha impedido el acceso a los andenes porque estaban al límite y los trenes pasaban llenos.

Desde Metro de Madrid han explicado que el suburbano despliega un dispositivo de personal siempre que se prevé que pueda haber acumulación de viajeros, rechazando así que se trate de una medida nueva o que se haya contratado a "empujadores", informa Europa Press.

Según han concretado a Europa Press fuentes de la compañía, el pasado día 6 de septiembre, debido a las obras en Madrid y al cierre parcial de la línea 6, se desplegó un dispositivo de 120 personas en varias estaciones "que distribuyen a los viajeros por el andén para facilitar la movilidad y evitar acumulaciones en un sitio concreto y que otro sitio quede vacío". "Es personal de metro que se dedica a mejorar la movilidad de los viajeros", han aclarado.

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Triana González, estudiante de la Universidad Complutense de Madrid, sufre las consecuencias de las obras desde el año pasado, cuando comenzaron las renovaciones en Conde de Casal, las cuales siguen en proceso. "Ahora con el corte de la línea 6 ya sí que tardo el doble. Yo tengo que salir mínimo media hora antes de mi casa en comparación a hace un año para llegar a una hora decente a la universidad". 

Colas interminables en las paradas de autobús

La imagen fuera de las estaciones también es de colapso total. A las 8.00 horas en Nuevos Ministerios ya se forma un laberinto humano, con filas que se retuercen entre sí y llegan a rodear la entrada de la estación. Lo mismo sucede en Moncloa, que presenta mucha actividad desde muy temprano.

La necesidad de usar el autobús ante los cortes en el metro y las obras en carreteras está también sobresaturando este medio de transporte. 

Irene Lucendo, estudiante universitaria, explica que su rutina comienza a las 6.45, cuando sale desde Alcalá de Henares, y no logra llegar a la universidad antes de las 9.15. Relata cómo los autobuses van saturados, los atascos en la A-2 le hacen perder más de una hora y, con el cierre de la línea 6, los transbordos se han multiplicado. "Cuando cojo el servicio alternativo siempre va hasta arriba y tienes que dejar pasar 1 o 2 autobuses hasta que consigues meterte en uno hasta Ciudad Universitaria". Desde que comenzaron las clases, asegura, solo ha llegado puntual en dos ocasiones. "La mayor parte de mi día lo pierdo en el transporte público", confiesa.

Atascos kilométricos

Los diferentes trabajos en varios puntos de la capital -como el inicio del proyecto Madrid Nuevo Norte, el soterramiento de la A-5, las obras en el nudo norte con las transformaciones de la Castellana y las intervenciones en la M-30 a la altura de Ventas y en el intercambiador de Conde de Casal-, sumados a la puesta en funcionamiento provisional de autobuses para paliar los cortes de metro están saturando también las carreteras y calles de Madrid. Incluso se han llegado a ver situaciones donde los autobuses deben depositar a pasajeros en medio de la carretera, debido al atasco que impide llegar a las paradas que están a escasos metros.

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Sara Angulo cuenta cómo lo que el año pasado era un trayecto de 45 minutos, ahora se ha convertido en dos horas cada día. Recalca que lo peor es el ambiente en las carreteras: "Hay mucha crispación y nervios, la gente está muy agresiva. Con las obras muchos conductores no conocen los desvíos y terminan sin coger el carril correcto y cuando quieren hacerlo ya se ha formado una fila enorme por el atasco". Además, apunta a la falta de información sobre las reformas y explica que en una sola jornada llegó a encontrarse con dos siniestros a la ida y otros dos a la vuelta.

Una falta de coordinación e inversión 

UGT señala que ha habido un aumento del número de usuarios de autobús y metro, pero explica que los servicios tal y como están ahora no son suficientes. "No hay suficientes autobuses, ni frecuencias de metro, ni trenes, ni plantilla", dice a Público Rafael Bonilla, responsable de la Secretaría Sectorial Carreteras, Urbanos y Logística. Cree que el principal problema es la falta de refuerzo de autobuses: "No se está dando una respuesta coherente y es un caos. Tenemos plantillas estresadas porque no les da tiempo a ir a todas las cabeceras ni a cumplir con los horarios".

Con respecto al metro, señala a la falta de inversión: "Se está reduciendo el número de conductores y la poca frecuencia de trenes hace que esté todo más colapsado". "Al Ayuntamiento y a la Comunidad les ha pillado el toro porque no se esperaban este incremento exagerado de usuarios. Tenían que haber tenido una mejor previsión para abastecer mejor a los usuarios. La imagen que está dando Madrid no es la más favorable", añade. Y alerta de otro posible problema en ciernes: los pliegos para la licitación del transporte urbano e interurbano de la Comunidad. Explica que UGT, CCOO y Confebus (la patronal) han votado hasta ahora en contra por las "carencias" del proyecto.

El Ayuntamiento culpa a Cercanías

En conversación con Público, desde el Ayuntamiento de Madrid se limitan a criticar la gestión de Cercanías por parte del Ministerio de Transportes y los acusan de ser la principal causa del caos circulatorio de estas semanas. Sobre esto, fuentes del Ministerio de Transportes señalan que "el PP sólo trata de tapar su mala gestión. Llevan un mes con problemas y no han hecho nada".

Por su parte, la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid ha remitido a este periódico a su comunicado del pleno del pasado jueves, cuando anunció nuevos refuerzos. La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, declaró entonces que habrá nuevas lanzaderas de autobuses entre Moncloa y Ciudad Universitaria a partir del 6 de octubre con frecuencias de hasta cinco minutos y que aumentarán el servicio de toda la red de metro con 24 trenes más.

Más Madrid y PSOE: "Una imagen vergonzosa"

Desde Más Madrid exigen a Almeida "refuerzos reales y eficientes del transporte público" y una buena coordinación con la Comunidad de Madrid. A principios de septiembre ya calificaron como una "mala idea" empezar en ese momento las obras de ese tramo de la línea 6: "Debería haberse planificado mejor el calendario", señalan fuentes de Más Madrid. 

Eduardo Fernández Rubiño, portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, describió recientemente la situación que viven los universitarios cada día: "No es normal tardar hora y cuarto para ir de Conde de Casal a Cuatro Caminos. Ni es normal que sea una misión imposible llegar a Ciudad Universitaria, a las facultades, con una línea 6 que estuvo abierta en verano y que se cortó dos días antes del inicio del curso escolar".

Aseguran que lo que necesita el transporte son "400 conductores de metro y 200 turnos más en los autobuses de la EMT para dar un servicio en condiciones". Aseguran que esta situación se debe al "pasotismo" del alcalde y señalan que crea "una imagen vergonzosa del Madrid del que presume Almeida que va como un tiro".

Por su parte, el Grupo Municipal Socialista de Madrid habla de insuficiencia de los servicios adicionales. Pedro Barrero Cuadrado, concejal, secretario del grupo del PSOE de Madrid y portavoz de la Comisión Permanente Ordinaria de Obras, Equipamientos y Políticas de Vivienda, dice a Público que el PSOE lleva denunciando desde hace tiempo el colapso que vive el transporte público. 

Por ello, han elaborado una serie de iniciativas que llevarán a la Asamblea de Madrid y a los ayuntamientos. "Pedimos reforzar los planes de contingencia ante posibles cortes prolongados en las líneas de metro, asegurando que el servicio sustitutivo tenga suficiente capacidad de absorción. También proponemos impulsar un plan extraordinario de transporte sostenible, como el refuerzo de Bicimad, para garantizar alternativas adicionales".

Otra de las cosas que proponen es que se "garantice la gratuidad del abono transporte hasta la finalización de las obras para hacer algún tipo de compensación por el defectuoso servicio prestado". Además, denuncia la falta de información sobre las incidencias que hay para los usuarios por parte de la institución. Habla de establecer un canal de comunicación directo con los ciudadanos, universidades y empresas como forma de anticipar mejor su rutina y la posibilidad de prestar servicios de movilidad puntuales con ellos.