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Homofobia Condenado a prisión por amenazar con revelar la homosexualidad de un joven que terminó suicidándose

El extorsionador contactó a través de una 'app' con la víctima, a la que extorsionó y pidió dinero. "Si no te hablo más me maté. No aguanto más", respondió el extorsionado, pese a lo cual el condenado "no cejó en sus amenazas", dice el tribunal.

Concentración contra la homofobia en Madrid
Aspecto de la concentración contra la homofobio celebrada esta semana en Madrid. Kiko Huesca / EFE

En pleno debate sobre el repunte de agresiones homófobas y los delitos de odio en España (en los seis primeros meses de 2021 se han incrementado en un 9,3% con respecto al mismo periodo de 2019) y los discursos de la ultraderecha que criminalizan al colectivo LGTBI y otros, como los migrantes, este pasado jueves se conoció que la Audiencia Provincial de A Coruña ha ratificado la condena de prisión impuesta a un hombre que extorsionó a otro con revelar su homosexualidad. La víctima de las amenazas terminó suicidándose.

Acusado de un delito de amenazas condicionales, el extorsionador ha sido condenado a una pena de dos años y seis meses de cárcel, así como el pago de una indemnización de 9.000 euros a la familia de la víctima.

El tribunal acepta en su totalidad los hechos considerados probados en el fallo, según el cual, en octubre de 2019, el acusado contactó a través de la aplicación Bender con la víctima, a la que acabó exigiendo la suma de 100 euros a cambio de no difundir o revelar fotos relativas a su homosexualidad.

La víctima pagó la cantidad requerida, aunque el condenado le siguió enviando mensajes de whatsapp "presionando" para que le entregara más dinero a cambio de no decir la condición sexual del joven en A Coruña.

"Si no te hablo más me maté. No aguanto más", le respondió la víctima de la extorsión, recoge la sentencia. En ella, se sostiene que el condenado "no cejó en sus amenazas" y continuó exigiéndole una suma de dinero. Sobre la víctima, añade que "presa de la desespeeración y la angustia en la que se hallaba sumido", se suicidó. El ahora condenado, desconocedor de tal circunstancia, siguió enviándole whatsapps, reclamando dinero y diciendo que le iba a "amargar" la vida.

Presión continua

La sentencia de la Audiencia de A Coruña, dictada en junio, afirma que "este dramático final, pese a ser ajeno a la voluntad" del condenado "es el mejor reflejo de la perturbación y angustia creadas en la víctima por la presión a la que le sometía el apelante", dice sobre el recurso que este presentó por su condena en primera instancia.

"La presión continua, la reiteración de la petición de dinero tras haber recibido el primer pago, fueron suficientes para llevar a la víctima a adoptar una decisión irreversible y gravísima", añade, descartando también el argumento de que existía en la víctima una "circunstancia preexistente" en relación al suicidio por la nota que la víctima dejó.

"Es cierto que reconoció esas tendencias, aunque sin llegar a concretar cuándo y cómo se produjeron los muchos intentos que menciona", señala el fallo, que apunta, no obstante, a frases también incluidas como "antes muerto que dominado por quien sea". El tribunal también ve acreditado el delito de amenaza por "un ataque al derecho de la persona a formar, disfrutar y ejercer su libertad con plena autonomía de decisión y acción".

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